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Emma

-Solo respira y relájate quieres?- dice Fer tratando de tranquilizarme.

No le contesto solo estacionó la camioneta y bajo comenzando a caminar a la mansión.

-Emma... espérame!- grita Fernanda detrás de mi- Carajo que te esperes- dice tomándome del brazo una vez que me alcanza antes de entrar.

-Que- digo seria tratando de que me suelte.

-Te dije que te tranquilices ok?- suspiro tratando de  tranquilizarme, pero no puedo- se que estuvo mal lo que hizo pero recuerda pensar en el bebé tanto coraje y berrinche le va a hacer mal.

-Lo se, pero de solo pensarlo me da tanta rabia- digo tratando de no gritar.

-Pero si tu ibas a hacer lo mismo cual es tu gran rabieta que estas haciendo- dice soltando me y cruzándose de brazos.

-Ya se que iba a hacer lo mismo, pero te das cuenta que eso fue hace semanas y el apenas me acaba de decir que lo considerará, pero claro como toda tonta no supuse que el ya lo había hecho por mi y como idiota caigo en su maldita trampa- digo a la vez que me quito los tacones.

-Que haces?- pregunta mientras me toma por el brazo para que no me caiga mientras me las quito- no pensaras tirarle los tacones en la cabeza o si?- la miro con una sonrisa de lado pero niego.

-No es mala idea pero no- la miro a los ojos y la señalo con un dedo- pero me las va apagar- digo comenzando a entrar a la mansión- soy su mujer no su tonta- hablo enojada mientras me dirijo a la oficina de Dante.

-Emma...- habla Fer mientras trata de alcanzarme, solo la ignoro y comienzo a caminar más rápido.

Una vez llego sin importarme si esta ocupado o no entro a la oficina donde lo encuentro tomando tranquilo de la vida con Mateo. Estos dos al notar mi presencia se giran a verme mientras yo solo trato de no gritar y comienzo a contar hasta mil.

-Cariño que tienes? - pregunta Dante poniéndose de pié de donde esta sentado- y tus zapatos? Por que estás...- lo veo intentar caminar hasta mi y lo detengo alzando la mano antes de que se me acerque.

-Me puedes decir... - comienzo hablando con los ojos cerrados- o más bien exijo una puta explicación de por que mierda y en que maldito momento renuncie a la maldita empresa donde trabajo o mejor dicho donde trabajaba!!!- termino gritando mientras lo miro muy pero muy enojada.

-Emma Ruíz, no me hagas ir corriendo como idiota de tras de ti otra... - dice Fer entrando por la puerta con mis tacones en la mano pero se calla al verme parada en medio de la oficina.

-Emma...-intenta hablar Dante pero lo callo.

-Callate- digo señalandolo con un dedo y me giro a ver a Mateo y Fernanda- nos permiten un momento a solas por favor- les trato de sonreir pero más bien creo que fue una mueca.

-Amm... este si, yo... yo tengo cosas que hacer- dice Mateo poniéndose de pié- permiso- dice dándole una mirada algo rara a Dante haciendo que le ruede los ojos.

-Fer- le hablo ya que tarda en salir.

-si!... yo... este... también- dice saliendo pero se gira y me mira de nuevo- recuerda lo que hablamos hace rato- asiento y ella se da la vuelta de nuevo para ahora si salir.

Sin siquiera mirarlo paso por su lado y me acerco a la mesa de tragos donde solo me sirvo un vaso de agua tratando de calmarme por mi bebé, no quiero que por culpa de las idioteces de su padre le pase algo.

-Cariño...- habla Dante y yo solo me giro para verle.

Solo me quedo allí parada viéndole la cara, esa maldita cara que tanto me gusta pero ahora no es el momento se supone que estoy molesta, enojada y rabiosa, no debo de parecer que estoy embobada con su presencia.

MI REINADonde viven las historias. Descúbrelo ahora