Dante Lombardi, el rey, el mafioso de italia más temido, conocido como "el diablo italiano", se le conoce por matar y torturar a las personas sin ninguna pisca de sentimiento, el no cree en cosas del amor a primera vista ni nada de esas cosas, no ti...
Salgo de la ducha secando mi cabello con una toalla y camino hasta los cajones donde saco solo unas bragas rojas de encaje, me las coloco y me pongo mi bata amarrandola a mi cintura.
Salgo del cuarto y bajo las escaleras para ver si Dante termino de comer, toco la puerta de la oficina una ves llego a esta y escucho a Dante hablar.
-Pase- dice y entro encontrando lo dándome la espalda con la vista hacia la ventana.
Doy una mirada rápida hasta la bandeja de comida vacía que esta en su escritorio, sonrió y me acerco a el dándole un abrazo por detrás.
El gira su rostro para verme de reojo y sonrió volviendo a mirar hacia la ventana, lo escucho suspirar a la vez que toma mis manos por delante de el.
Sonrió y dejo un beso en su espalda ya que el es más alto que yo y solo alcanzo esa zona.
-Veo que cumpliste con tu parte del trato- menciono a la vez que el gira para verme y sonreírme.
-Claro que si, ni loco dejaría pasar una noche con mi mujer- dice haciéndome reír y me toma por la cintura.
-Lo supuse- sonrió- ahora sube date una ducha y cambiate, en lo que yo me peino y maquillo- este asiente y deja un beso en mis labios.
Lo tomo de la mano entrelazando nuestros dedos, salimos de la oficina y subimos al cuarto.
Una vez entramos Dante toma una toalla del armario y entra al baño mientras yo me pongo frente al tocador y empiezo con mi trabajo.
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Termino de poner labial en mis labios, lo guardo en mi bolso y me miro al espejo, me gusta, mi cabello lo planche dejándolo suelto, mi maquillaje son en tonos negros y rojos.
Dante tiene como unos 30 minutos que termino de alistarse realmente se ve tan sexy con su ropa.
Lleva puesto una camisa roja de mangas ajustada a sus músculos y sus pantalones y zapatos negros.
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Suspiro y camino hasta el armario para sacar mi vestido, he decidido en ponerme el vestido rojo que compre la otra vez con Dante, se que le encanto como me veía con el vestido puesto así que decidí ponermelo.
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