#Karmaland #Luckity (K!Luzu x K!Quackity)
── Un roce de mis labios en tu mano, dejando un beso, demostrar el respeto y la lealtad a tu persona, segundo de un roce a tus mejillas y dejar el beso en tu frente en signo de estar a tu lado y protegerte...
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Entre el limbo del cielo y el infierno, en aquel campo lleno de las flores mas vivaces y hermosas en un tenue tono pulcro y blanco, combinado con la vivencia y el fuerte color de la sangre derramada por el suelo.
Su mirada perdida se encontraba en las flores tiradas en montón, sentado, tranquilo sobre algunas marchitas, sus alas desplegadas suavemente sobre el rojo césped, dejando las puntas caer sobre las manchadas y cortadas flores. Fijaba su mirada en color castaño en aquel cuerpo tendido sobre el suelo terroso, masacrado y sonriente en tonos burlones, mirándole fijamente con aquellos orbes escarlata que tintilaban emocionados, sentía el filo de aquella espada ensamblada en aquellas manos suaves y finas en tonos blancos.
── Vaya sacrilegio comete el menor hijo de los dioses ── escuchó su voz entrecortada, aspirando con dureza el aire asfixiante de aquella zona.
── Calla asqueroso hijo de satán, solo provocas el caos con cada paso que das ── se escuchó la suave y dulce voz del arcángel sobre de su cuerpo, aún amenazándole con el filo de la espada ── Si pensaste en irte de aquí con mi hermana mayor estas equivocado, repulsivo ser ── nuevamente amenazo, encajando suavemente la hoja en la piel delgada del cuello.
El castaño gruño ante el dolor que presentaba aquella cuchilla, no debía ser el mismo dios sabiondo, para entender que las armas benditas podían causarle heridas graves.
── Como siempre, los hijos de dios no saben absolutamente nada ── escupió con malicia ── Vosotros que nunca habeís saboreado la libertad, el simple hecho de no ser mandado por los vuestros, que hagáis todo lo que se os antoje, sin restricciones, sin mandatos ── relato como si fuera simples las palabras que soltaba ── ¡Yuli fue quien acudió a nosotros, nos llamo para salvar vuestras alas que no son mas que simples accesorios banales! ── exclamó en cólera ante la ignorancia del azabache que amenazaba con matarlo.
── ¡Callate! ── gritó el arcángel, levantando su espada, dispuesto a matar al ser demoniaco que estaba a su disposición ── ¡Me harté! ── bajo su cuerpo, acercándose peligrosamente al rostro del castaño ── No eres mas que un simple perro desgraciado que solo osa nombrar a los dioses en vano, con burla y esa detestosa voz ── gruño a su alcancé.
── ¡Vaya vocabulario! ── soltó impresionado el demonio en el suelo ── si a esas vamos ── sentía como la sangre escurría de su cuello, era simplemente cuestión de tiempo para sentir morir en segundos ── ¡Vuestros queridos dioses iban a eliminaros! ── exclamó con molestia.
── No, no, no, ¡mientes!
── ¡Yuli pidió a sus queridos dioses otra oportunidad, ¿Adivina que, angelito mimado?, no paso, ella tuvo que ver otra alternativa para intentar salvarlos! ¡Incluso Heberon sabia, pero al ser el favorito y su cobardía, calló!
