- 12 - Pura calidad de a veinte -

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- Especial 1/5 -

- Especial  (intento de...) Comedia -

Nuevamente el suspiro se le escapó de sus labios, parecería tan absorto en sus pensamiento que solo hacía que su clientela le mirará raro, pero lo más recurrentes solo suspiraban fastidiados por la recién etapa que aquel vendedor estaba teniendo

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Nuevamente el suspiro se le escapó de sus labios, parecería tan absorto en sus pensamiento que solo hacía que su clientela le mirará raro, pero lo más recurrentes solo suspiraban fastidiados por la recién etapa que aquel vendedor estaba teniendo. Y es que para muchos quienes lo conocían, sabían perfectamente de ese estado, Alex Quackity estaba enamorado, sí, el tan arrogante pero travieso vendedor de frutas estaba enculado y tan enamorado de su morrito español.

── Mien, bájale a tus pinches suspiros todos pendejos ── escuchó a su lado ── hasta le escupes a la fruta ── quejó nuevamente.

El menor de estatura solo soltó; una vez más, un suspiró mirando de mala gana a su amigo y vecino de puesto Osvaldo, o mejor conocido por "El Mariana". Un joven de edad similar, que había sido un amigo, remotamente cercano. Quién de vez en cuando le ayudaba con su puesto de frutas, mientras él vendía jugos.

── Déjame admirar el paisaje cabrón ── quejó el de gorro, sacándole la lengua cual infante de primaria ── a tí, porque no te visita tu morra, pero ve al mío, todo chulo y bonito que me viene a ver ── presumió, sonriéndole burlón al más alto.

── Naaahhh ── soltó, aún despachando a la señora que había escuchado la plática de lo vendedores, algo que le hizo gracias, claro.

── échame aguas, voy a ir con mi morrillo, wuey ── pidió el de gorro.

── ¡Ay, ahí si, ahora sí, ¿verdad?! pinche vato pendejo ── quejó Mariana.

Quackity solo hizo un puchero, sabía que sus suplicas llegaban a ser efectivas con Mariana.

── Ta bien, pero apúrale, que luego me llegan muchos clientes en ambos puestos, y no soy el Fliash wuey ── declaró.

Quackity solo asintió afirmando aquello, y simplemente se quito el delantal blanco y corrió hacia donde estaba el español.

Sabía que su novio era una persona curiosa, y a pesar de no ser su primera vez en un mercado, si era la primera vez visitándolo a él.

── ¡Lusuuuu! ── gritó alegre, se abalanzó contra el español y este le tomo de la cintura, dando un par de vueltas en el aire.

── Hola, mi Quacks ── saludo el castaño, dándole un suave beso en la frente.

── ¡ay, Lusu! me sonrojas wuey ── soltó con un suave deje de burla, y simplemente siguió entre los brazos del castaño ── ¿Viniste solo? ── preguntó, pues era un poco raro mirar al mayor salir solo.

── Ah, algo así, Vegetta y Rubius me trajeron, pero me dejaron para irse a la plaza que esta por aquí cerca ── informó, señalando por detrás suyo.

── Ah, ya, esos wueyes na más te tomaron de escucha pa echarse unos buenos becerros, ¿verdad? ── bromeó el mexicano.

Algo que Luzu solo le hizo gracia, a pesar de no entender varios modismos mexicanos, le encantaba escucharlos de la boca de su novio.

── ¿Quieres que te ayude un rato con el puesto?

── ¡sí, sí, sí, sí, sí! ── exclamó inmediatamente.

Ambos fueron al puesto, y Luzu saludo cordialmente a Osvaldo, y entre los dos novios comenzaron a despachar a la gente que llegaba, a veces se turnaban un poco en despachar, cobrar, e ir por un poco más de producto, pero era un duó que sabía moverse, y claro con las indicaciones que ya se había aprendido Luzu gracias a Quackity, hacía un mejor trabajo.

Quackity miró a su novio, quien ya no contaba con el suéter, y dejaba en el suelo un costal de chicharon, notando como el sudor bajaba por algunas partes descubiertas de su cuerpo, como eran los brazos, cuello y parte del rostro.

── ¡Ay, Lusu! ── exclamó con un poco de picardía el mexicano, teniendo la atención del español al escucharlo ── con tan buena herramienta, y yo haciendo chambas a mano ── albureo al español, quien rio ante la ocurrencia del mexicano.

── ¡Cochinos, váyanse a un motel! ── escucharon el grito proveniente del puesto de al lado, era Mariana, que le daba un morro su bebida y cambio ── mire don a estos pelados, hijos de su tal por cual ── reclamó el más alto.

La pareja se boto de risa, Luzu negaba y Quackity solo miraba ensoñado a su novio. En verdad agradecía a diosito santo el echo de haber conocido a su morrito fifi ese día, y hacerle probar su plátano. Rio por el recuerdo y siguió con su chamba.

Otro mini especial, esta vez de pura comedia

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Otro mini especial, esta vez de pura comedia.

Gracias por haber llegado a +10k en leídas y +1k de votos <3

En verdad no saben cuánto apreció el apoyó que me dan.

Cuando terminé este libro, les publicare el minifci que tengo por ahí <3

Esperó que este mini especial les sea de su agrado.

¡Nos vemos!

🌠 Arxter

Cosas LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora