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— Y una mierda. No quiero quedarme tanto rato con él, papá. —reprocho, frunciendo el ceño.

Papá intenta no suspirar de cansancio, me cruzo de brazos, haciendo un berrinche patético.

— Son tres horas, Nicole.

— Eso es demasiado tiempo malgastado.

— Pues ponte a estudiar en vez de ponerte con él, te vas a tu habitación y haces lo que quieras. Vas a estar con el teléfono de todas maneras, Nicole.

— ¿Por qué no puedo quedarme sola? Ya soy grande, joder.

— No me fío de tí.

— Que bonita la confianza. —ironizo.

— En cinco minutos él estará ahí, nos vemos mañanas, cariño. Cualquier cosa me llamas.

Me deja en la puerta de casa y yo me bajo del coche después de despedirme, una vez estoy dentro de casa me pongo a comer algo.

No pasan ni cinco minutos cuando el timbre de casa suena, bufo yendo a la puerta de entrada. Y ahora que lo pienso, tenía que haberme quitado el uniforme estúpido del instituto, es demasiado corto.

Abro la puerta, dejando ver a un Jamie sonriendo, apoyado en el marco de la puerta y con un cigarrillo a medio acabar, ruedo los ojos.

— Cuida tus modales, Nicole. —dice antes de adentrarse en casa.

Lo dice por que acabo de rodar los ojos, claro esta.

— O te tendré que enseñarte yo mismo.

— ¿Quieres algo de comer? —cambio de tema.

— Lo que quiero no está en la nevera.

No entiendo lo que quiere decir por lo que mi ceño se frunce levemente inconscientemente, ladeo la cabeza y la sonrisa de Jamie se hace presente. La puñetera sonrisa de lado que hace que me moje las bragas.

— Ya te lo explicaré algun día. —habla con burla.

— ¿Vemos algo en la televisión?

Necesito algo que hacer, necesito estar ocupada y dejar de pensar en cómo sería besar sus labios... Si me pongo a explicar lo que me imagino, no paro. Al darme cuenta de esto mis mejillas se tornan rojas, noto mi cara caliente, y otras partes también.

— ¿En qué piensas realmente, cariño?

Mierda, Nicole controla tus putas hormonas.

— No es nada. —me encojo de hombros.

La mirada de Jamie no se aparta de la mía, me mira tan fijamente que siento que va a poder saber lo que pienso, así que aparto la mirada, avergonzada por como de inútil estoy actuando.

— Vamos a ver una película, anda. —digo, caminando hacía la sala de estar.

Jamie me sigue por detrás, y derepente parece que se me haya olvidado andar, los nervios me están comiendo y eso me esta dando mucha rabia. Parezco gilipollas.

— Puedes ir a cambiarte de ropa si quieres, Nicole. —habla cuando llegamos a la sala, se sienta en el sofá como si estuviera en su casa y yo lo miro desde arriba por estar de pie.

Sus ojos se detienen en mis piernas y segundos después suben a mis ojos, con una maldita sonrisa en sus bonitos labios.

En esta posición él podría...

— Aún que tampoco me estorba mucho que te quedes tal y como estas.

×××

¿qué estaría pensando Nicole al estar en "esa posición"? 😈

Love, M 🧡

I wanna be your slave  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora