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— ¿Podemos hablar? Por favor. —cuestiona Jamie cuando salgo de la empresa, suspiro.

Han pasado unos cuantos días desde que le dí el guantazo, no hemos hablado desde entonces, hasta ahora, que me lo esta pidiendo.

— No, mi padre me está esperando. —respondo, antes de seguir andando hacia el coche de mi padre.

Una vez llego al coche, mi padre baja la ventanilla y me sonríe;— Hola, cariño. Lo siento demasiado pero no puedo llevarte a casa. —ruedo los ojos.

Vaya mierda de día que estoy teniendo hoy.

— No importa, me voy andando.

— Oh, esta Jamie ahí, él puede llevarte. —dice, dando una mirada detrás mío, niego con la cabeza rápidamente.

— No quiero ir con Jamie, él es algo... —busco alguna palabra adecuada– excéntrico.

Mi padre me mira confuso, sin entender.

— Has estado dos meses juntandote con él y ahora dices que es ¿excéntrico?, ¿ha pasado algo, cariño? —su tono de voz cambiando a uno preocupado.

- No, pero prefiero no ir con él. -él asiente con la cabeza.

- Está bien, no vayas. ¿Tienes dinero para un taxi? -asiento con la cabeza- Perfecto, nos vemos en la noche, llámame si necesitas algo.

Me despido de él y me giro sobre mis pies para irme a pillar un autobús, para mi mala suerte, me encuentro con Jaime de frente.

— Sube al coche. —ordena y yo frunzo el ceño.

— Déjame en paz. —digo, pasando por su lado.

Cierro mis ojos, suspirando cuando me agarra del brazo para detenerme, me coloca frente a él y empieza a hablar, su tono de voz ahora suplicante.

— Nicole, por favor... sube al coche, te llevo a casa.

— No. —es mi único respuesta.

— Tu lo has querido, eh.

— ¿Qué? —pregunto, antes de que Jaime se agache y me agarre de las piernas y colocarme en su hombro— ¡Pero, ¿qué coño haces, gilipollas?!

— No chilles, y cuida tu lenguaje, por Dios.

— ¡¿Qué no chille?! —empiezo a patalear, pero me agarra de las piernas con fuerza, haciendo que sea inútil— Eres gilipollas, Jaime!

— ¿Quieres que te de buenas razones para chillar? Por que tengo varias ideas.

— ¡Bajame ahora mismo, animal!

Escucho como abre la puerta de copiloto y lo siguiente que hace es dejarme en el asiento sentada, me cruzo de brazos mientras él me pone el cinturón de seguridad.

— Eres un bruto, un animal. —le murmuro, y él se ríe.

Gilipollas.

Una vez que se ha montado al coche y ha arrancado, todo se queda en silencio. Un silencio que no quiero que acabe, por que sé perfectamente que él esta incómodo y quiero que se joda un rato.

Sé que me tienes miedo, dijiste que soy muy excéntrico. —ruedo los ojos, una sonrisa burlona saliendo de mis labios.

No sé donde vamos pero pasó de preguntar, Jamie acaba de aparcar y miro nuestros alrededores con disimulo, es un aparcamiento totalmente vacío.

Si me quiere matar, que lo haga rápido, es lo único que pido.

— ¿Escuchas conversaciones ajenas, Jamie?

— Nicole, me estás volviendo completamente loco, ¿puedes entender eso? —siento como busca mi mirada pero no lo observo, sigo viendo por la ventana.

Eso es jodidamente patético. —suelto, aún que a mi pasa lo mismo con él.

×××

thats fucking pathetic

Love, M 🧡

I wanna be your slave  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora