Cap. 10

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Se paciente...
Paciente....
Muy paciente...
Demasiado paciente....

¡¡Al demonio!!

Otro día más y el no ha dicho nada al respecto.

Fuí la persona más paciente y el ni siquiera abrió la boca para hablar, es el peor ser humano con el que he lidiado.

¿Cómo se supone que haga esto?

Dios.... Llevo una semana cumpliendo sus caprichos y aún así el no dice nada, solo abre la boca para molestarme.

Estoy cansada....

Solo de pensar que mañana será igual, ya se me hace pesado....

Hoy ni siquiera esperé a Rebeca.... Solo quería.... Estar sola...

Me heche en la cama del hotel y tan solo me dormí...

Mañana será igual de pesado...

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Todo a mi alrededor estaba tornado en oscuridad, no sabía dónde me encontraba ni como había llegado aquí, solo sabía que me encontraba caminando sin sentido aparente por los alrededores de no sé qué lugar, comenzaba a sentir pánico por lo que sea que se encontrará entre la espesa negrura, quería salir de aquí, necesitaba salir.

Comencé a correr lo más rápido que pude en la dirección que me llevarán mis pies, cuando a lo lejos pude visualizar una luz, en seguida me dirigí hasta allí, cuando ya había una luz sobre mi pude notar que donde estaba era ¿Un pasillo? ¿Como me podría encontrar en un pasillo si estuve caminando en diferentes direcciones sin chocar? Estaba confundida, giré sobre mi eje y frente mío se encontraba una puerta de manedera desgastada, sin dudarlo mucho giré la perilla pero al parecer esta estaba atascada, no tenía otra dirección donde podría dirigirme sin embargo solo podía tratar de forzarla aunque eso sería imposible para mí, traté de girarla con todas mis fuerzas a lo cual se abrió como si nada, aún desconcertada de lo que sea que estuviera pasando me adentre a su interior por lo que salí directo a un bosque en plena oscuridad del anochecer.

Comencé a dudar en seguir mi camino pero cuando voltee la puerta ya no se encontraba, solo había más y más árboles, comencé ah asustarme y a entrar en pánico ¿Qué estaba sucediendo?

- ¡¡HAZEL!!

El grito de mi nombre había rezonado entre la profundidad del bosque, lo curioso era de que no podía descifrar la dirección de donde provenía, giré mi cabeza en todas las direcciones posibles para encontrar algo pero solo habían árboles.

El grito se volvió a escuchar un par de veces más pero aún no sabía de dónde ni de quién provenía aquel grito, seguro ya estaba entrando en paranoya.

No sabía que hacer ni donde ir, sólo me quedé en el mismo lugar sin saber de dónde provenía esa voz.

Pero el frío cosquilleo que recorrió mi cuerpo, haciendo erizarme la piel se hizo presente cuando una voz bastante grave susurró mi nombre en el oído, inconscientemente mis manos comenzaron a temblar y mi pulzo comenzó a acelerarse. Voltee lentamente hacia el costado, donde provenía aquel susurro, aún con la mezcla de nervios y miedo sentía que mis piernas se debilitaban, pero no había nada, rápido, voltee a todas las direcciones para poder ver algo.

Cuando por detrás de un árbol una figura de espesa negrura se asomaba lentamente, mi cuerpo no tardó mucho en reaccionar cuando ya me encontraba corriendo sin ninguna dirección especifica.

No sé cuánto había corrido pero mi corazón lo sentía en la garganta a punto de salirse, corría lo más rápido que podía y con toda la fuerza que tenía, estaba cansada, comencé a toser por la falta de aire, sentía que me estaba ahogando y las piernas me quemaban, estaba débil.

El silencio de un secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora