Mis ojos se sentían pesados y se me cerraban por sí solos, no había podido conciliar el sueño con total normalidad en la noche, se me había hecho imposible dormir y solo dormía por escasos minutos pero justo cuando estaba por quedarme dormida, el molesto sonido del despertador comenzó a sonar, era tan tedioso.
Como lo había deducido, poder dormir en un lugar que no es mi casa, se iba a convertir en un verdadero reto.
Detuve la molesta alarma que seguía sonando a un lado mío, eran exactamente las 5:30 de la mañana, debía comenzar bien esto y llegar puntual, me habían enseñado que esto demostraba el profecionalismo y la impresión que quería dar... Con pesadez me levanté de la cama y me dirigí al baño para tomar una ducha con agua fría para poder despertar del todo, habían pasado 10 minutos y comencé a ponerme la ropa, había elegido algo presentable pero sin llegar a ser muy formal, a un costado del tocador se encontraba la cajita donde se hayaba el collar en su interior y decidí guardarla en un lugar seguro, las habitaciones de hotel no me dan confianza para tener mis pertenecías por cualquier lugar.
Justo ahora ya eran las 6 de la mañana, aún quedaban 30 minutos para que el chófer viniera a recogernos.
En vez de esperar afuera decidí ir con Rebeca para ver que tal va, así que me dirigí hasta su habitación tocando la puerta con un poco de fuerza para que pueda escucharme, después de algunos minutos se decidió a abrir la puerta, me recibió una cara somnolienta y una leve marca de saliva seca a un costado de la boca de mi amiga.
- ¿Qué haces aquí Hazel? - bosteza - Es demasiado temprano.
- Bueno, si no lo habías notado faltan menos de 30 minutos para que llegue el chófer por nosotras - sonrio con diversión.
- Espera ¿¡Qué!? Dios... Ni siquiera me eh duchado.
- Ja, ¿Ahora quien se quedó dormida? - me burlo con diversión.
- Si, ahora yo soy tu diversión.
- río - Te esperaré en recepción, no te tardes.
Cerré su puerta y me fuí directo al ascensor para dirigirme al restaurante que se encontraba en la planta baja del hotel para pedir dos cafés calientes para el frío que aún se sentía por la mañana y me dirigí a la sala de espera que se encontraba en recepción para esperar a Rebeca.
Pasaron unos cuantos minutos cuando pude divisar a mi amiga bajando del asesor, el cual se le veía bastante agitada y corriendo hacia mí, con una mano acomodando su zapato.
- Dime que no llegamos tarde - dice mientras intenta calmar su respiración.
- No te preocupes, aún no llega el chófer - comienzo a reír mientras le estiro uno de los vasos de café - Toma, te traje un café.
- ¡Gracias! Eres la mejor Hazel - comienza a tomar pequeños sorbos de café - No sé qué haría sin ti.
Justamente a las 6:45 se hizo presente el chófer que nos iba a llevar al psiquiátrico y nos encaminamos hacia el para subirnos al auto negro y dirigirnos hacia el lugar, aún se sentía fría la brisa del aire mañanero que hacía erizarme la piel, todo el trayecto del camino me dediqué a mirar por la ventana el cielo siendo iluminado poco a poco por la llegada del sol.
No tardamos mucho en llegar ya que no había mucho tráfico.
El psiquiátrico ya se podía ver, a pesar de que ya lo había visto aún me era impresionante y es que su vista era magnífica e irreal.
El carro se estacionó, justo en la entrada donde ya nos esperaba Oscar, enseguida Rebeca al verlo se soltó su cabello y empezó arrglarlo.
Solo veía como se ponía nerviosa por el chico y como ponía toda su atención en el, hasta para un simple arreglo de cabello.... Si solo supiera que con su cabello amarrado, arreglado o desañilado... ella se ve bien.

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El silencio de un secreto
RomanceUn enfermo mental y una psicóloga... No, no es la típica historia de Harley Quinn y el Joker, esto va más allá de una locura, comienza desde un secreto, el secreto de una conexión, la locura, un crimen, mentiras y desconfianza. Se debe estar totalm...