capitulo 25

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MARENA RUSSO.

Abrigo un poco a arya para salir a dar unas vueltas por el lugar, hacía calor pero no del todo no quería que enfermara mi niña.

—señora le prepare su pañalera.. El carrito también con comodidades para la niña.

—muchas gracias antonieta eres un amor.

—es lo minino que puedo hacer señora, se me paga para servirle, aparte de que la pequeña trae luz a la casa.

Sólo asentí y me dirigí en la entrada donde estaba ya el carro para arya.
La acomode abrochando el cinturón.

—con que de paseo y sin mí....

—no quise molestarte... Saldre a dar unas vueltas con arya, para conocer el lugar...

—deja me cambió con algo mejor y voy contigo.

—no hace falta,  quiero dar un paseo sola,  ¿a caso estas desconfiando de mí?

—no es que desconfíe, pero dado el caso.... De que intentes algo...

—por favor, me crees capaz de hacer algo.

—nena técnicamente te traje obligada, podrías prácticamente huir.

—no pienso huir, eres un maldito desconfiado.

—nena sabes que no es así.

—bien entonces no sigas con tus malditas cosas y dejame salir de una buena vez.

—bien, pero no saldrás solá, te acompañaran algunos guardias por seguridad.

—no voy a permitir que alguién me acompañe, quiero pasar un momento a solas con mi hija.

—es por tu seguiridad marena, es lo mejor.

Quería quejarme pero no podía, si decía algo posiblemente no me deje salir.

—bien, pero los quiero lejos de mí.

—es lo justo. —se acerca y deja un beso en la frente de arya— que disfruten su paseito.

DIMITRI  VITALE

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DIMITRI  VITALE.

termino de revisar algunos papeles cuando alguien golpea la puerta.

—adelante...

—disculpe señor..

—¿trixie?  ¿que haces aquí?

—hay algo que debo de decirle, no quiero ocultarle esto pero Rita anda haciendo cosas a sus espaldas mi señor.

—¡que carajos! ¿estás segura?

—si señor muy segura, la encontre hablando con alguien cuando quise confrontarla lo nego todo, sospecho que ella lo esta traicionando.

—no puedo creerlo, Rita es de mi entera confianza.

Una hija con mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora