𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟷𝟿

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Remus: Lucius abrázame -exigió con voz autoritaria y el alfa en modo automático lo rodeó con sus brazos, dejando que ambos pechos estuvieran aún más apegados

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Remus: Lucius abrázame -exigió con voz autoritaria y el alfa en modo automático lo rodeó con sus brazos, dejando que ambos pechos estuvieran aún más apegados.

La imagen era comprometedora, Remus mantenía sus piernas a cada lado de la cadera de Lucius en cuanto su torso entero estaba recostado sobre el fuerte pecho del mayor, al igual que su cabeza que estaba muy cerca de hundirse en el hueco de su cuello, su respiración se sentía caliente justo allí causándole cosquilleos a su esposo, que luchaba por mantener sus manos solo sobre su espalda, dando suaves caricias que él omega parecía amar, delicados toques lejos de una connotación sexual, porque eso no era lo que Remus estaba buscando.

A solo días de que el celo de su esposo se manifestará con todo su esplendor de encontraban en una fase que el alfa decidió nombrar como "precelo", porque siempre sucedía, no tenía idea de si otros omegas pasaban por lo mismo, pero Remus definitivamente si. Eran días donde solo quería ser mimado, que lo trataran de forma suave y con delicadeza, entonces Lucius no podía negarse a ello porque aunque muchas veces se quejara, el adoraba ser partícipe de esta fase, llenarlo de pequeños besos y caricias, atender sus tontos fetiches y satisfacer sus caprichos.

Lucius: ¿Estas cómodo? -preguntó esperando que difiera que no, porque él definitivamente no lo estaba-

Amaba mimarlo si, pero esa no era la posición correcta, las cosas podían salirse de control y no necesitaba a un Remus enojado, unos meses atrás cometió el error de pensar que él omega querría llevar las cosas más lejos, pero estaba tan equivocado...terminó con su esposo llorando, diciéndole que era un insensible por solo pensar en él como un objeto de placer y no como su esposo al cual consentir; desde allí supo que el solo quería sentirse amado en esos días previos, no deseado como cuando estaba en pleno celo.

Remus: Sip -respondió bastante seguro y sin pensarlo dos veces- ¿Quien dijo que pararás con las caricias?

El mayor rodó los ojos pero no replicó, continuando con las caricias del inicio de su espalda a la parte de la espalda baja, todavía no tenía permitido ir más abajo, la respuesta de Remus fue inmediata, suspirando complacido tanto que sus feromonas comenzaron a llenar la habitación con su dulce aroma, relajando a su vez a Lucius, su parte alfa se rendía totalmente ante el aroma de su omega, por lo tanto era una acción que les agradaba a los dos.

Todo parecía ir bien, estaban acurrucados proporcionándose calor mutuamente, dándose cursis muestras de afecto, pero de la nada el pecho de Remus comenzó a subir y bajar con rapidez, también empezó a sorber su nariz con bastante continuidad, Lucius entendió por las hormonas alteradas de su esposo que pronto comenzaría actuar.

Lucius: ¿Ahora que sucedió? -farfulló con amabilidad, buscando el rostro de su esposo pasando de acariciar su espalda, a acariciar sus suaves cabellos.

Su omega hipo, dejándole ver su rostro con la mejilla y nariz rosadita, Merlin era tan adorable, pero no era momento de pensar en eso, su omega estaba pasando por una loca lucha hormonal.

Remus: Es que e-eres hermoso -gimoteo como si de un gran problema tratase-

Lucius no sabía si reírse o tomarlo en serio, pero al notar algunas lágrimas descender de sus cristalizados ojos supo que las hormonas estaban jugando con su omega.

Lucius: Lo sé ¿Pero que sucede con eso?

Remus lo miro con seriedad, como si estuviera haciendo una pregunta totalmente estupida que no merecía respuesta.

Remus: Que todos lo notan -comentó entre hipidos- Como la estupida del supermercado, querrán arrancarte de mis brazos.

¿Su esposo estaba llorando por eso? Río bajito tratando de no ser escuchado por el menor, a partir de ahora los días antes del celo serían sus favoritos.

Si tan solo él supiera que no tenía ojos para nadie más, no los tendría nunca porque jamás vería a alguien como lo veía a él, como el hombre al que amaba, el papá de su bebé y su amante eterno, no había manera de que alguien lo arrancara de sus brazos.

Lucius: Me recuerda a cuando estabas embarazado -murmuró guiando sus labios hasta la frente despejada del otro para dejar un dulce besito sobre esta, pero Remus contestó con un sollozo, alarmados o un poco- Cariño no pasa nada, nadie va a llevarme de tus brazos.

El chico asintió enterrando su nariz en el cuello del alfa, llenándose con su aroma varonil y con efectos calmantes, sus brazos se movieron hasta el cuello contrario para abrazarlo, Lucius no podía decir que la posición era cómoda, pero le gustaba tenerlo así, no eran muy seguidos los momentos que tenía para estar encima del otro como ahora, de disfrutar plenamente del otro en plan amoroso.

Remus: ¿Y yo soy hermoso? -inquirio con su voz siendo amortiguada por la piel del cuello del alfa-

Lucius: Te llevas un perfecto segundo lugar -bromeó el mayor-

Remus levantó la cabeza para mirarlo con seriedad nuevamente, Lucius no aguantó soltando una de sus risas contagiosas y con uno de sus dedos dio un toque en su nariz roja por el llanto innecesario.

Lucius: Eres el más precioso -comentó, reemplazando él semblante serio de su omega por una radiante sonrisa, porque era lo que realmente quería oír-

Él omega se acercó lentamente a su rostro, con toda la intención de unir sus labios con los contrarios, juntándose como siempre solían hacerlo, no tardaron moverse en sintonía, las manos de Lucius no tardaron en moverse hacia su cintura, apretando justo alli, sin dejar de buscar más y más en los labios de su amado, el jadeo complacido de Remus le dio par libre para tomarlo con más fuerza para recostarlo sobre el colchón de su cama y siendo esta vez él el que ocupará la posición de arriba del menor.

Sus labios pasaron de su boca hacia su mentón, subiendo hacia las mejillas, nariz y párpados, no haría nada que el otro no quisiera, pero las manos del omega pasándose por su espalda le daban otra señal.

Pero nunca nada fue tan fácil para una pareja con un bebé, porque en ese precioso instante el sollozo de su cachorro llegó hasta sus oídos, siendo como una alarma que los obligó a separarse.

Remus: Mi bebé -dijo de repente, empujando a su esposo lejos de él, botándolo para que su espalda tocara también el suave colchón-

Lucius se quejó en voz alta, incorforme con tener que despegarse del omega.

Lucius: Déjalo llorar -pidió entre falsos sollozos que no fueron escuchados, pues Remus ya se había levantado yendo al rescate de su bebé-

El alfa se preguntaba ¿A caso su hijo odiaba que estuviera totalmente feliz encima de su esposo? Porque podía jurar que así era.

Poco después Remus entró con el cachorro en brazos, a penas podía abrir sus lindos ojitos, pero podía notar el regocijo que la situación le causaba en su adorable sonrisa de cuatro pequeñísimos dientes de leche.

Draco: "Uhm, aquí huele como a diversión arruinada"

Draco: "Uhm, aquí huele como a diversión arruinada"

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-ˋˏ ༻ 𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒕𝒉𝒔 [𝑳𝒖𝒄𝒊𝒎𝒖𝒔] ༺ ˎˊ-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora