-ˋˏ ༻ 𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒕𝒉𝒔 [𝑳𝒖𝒄𝒊𝒎𝒖𝒔] ༺ ˎˊ-

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟹𝟶

La mañana recién había comenzado cuando el pequeño Draco abrió sus ojos, parpadeó algunas veces antes de acostumbrarse a la escasa luz que se colaba entre entre sus cortinas con diseños de hurones. El silencio invadía su hogar a esas horas, pero eso no duraría demasiado, sentándose sobre el colchón tomó las barandas de su cuna entre sus manos, haciéndolas un puño que le ayudaría a mantener su agarre, y así dando el impulso necesario para poder levantarse, observó un momento la puerta, como si esperara que sus padres entraran por ella a rescatarlo, pero eso no pasaría si él no lo pedía.

Draco: "No quiero llorar temprano, le hace mal a mi garganta"

Draco espero algunos segundos, los padres los sabían todo ¿No es así? Ellos podían saber cuando estaba despierto y cuando no, pero quizás sus papás estaban dañados porque los segundos seguían pasando y no entraban por el.

Draco: "Bueno, estos pañales no se cambiarán solos"

Draco: ¡Paaaá! -hizo un primer intento, la verdad no tenía ganas de fingir un llanto por el momento-

El silencio seguía presente en el ambiente, quizás no lo habían escuchado.

Draco: ¡Papaaá! -segunda oportunidad-

Había escuchado a tantos adultos desear volver a su infancia, o cuando lo miraban relajarse en el patio dentro de nueva piscina de plástico, decían querer volver a ser unos pequeños cachorros ¡Pero no! No es tan fácil como piensan, comenzando por no siquiera poder salir del lugar donde dormían agregando el pañal que comenzaba a pesar, Draco ya deseaba crecer.

Los bebés eran guiados por instintos la mayoría de las veces, el puchero del bebé temblando estaba indicándole que algunas de sus reacciones instintivas estaba por acercarse.

Draco: "Chale, y yo quería que se despertaban bonito"

Pero antes de dejarse llevar ante lo que su mente de bebé y cuerpecito le pedían, pensó un poco ¿Como era que papá llamaba a papi cuando no lo escuchaba? No perdía nada con intentarlo.

Draco: "¡Tontooo! ¡Tontoo!"

Esa vez grito más de lo que podía, cansado de que su esfuerzo no fuera valorado por sus ingratos padres que no entraban de una buena vez para envolverlo en sus brazos y darle su besito de buenos días.

El cachorro miro expectante y finalmente aplaudió feliz cuando la puerta se abrió ante sus ojos, ya era hora de que alguien hiciera caso. Su papi entró con un ojo abierto y el otro intentando estarlo, caminando con un poco de lentitud se dirigió hacia su cuna donde este ya le esperaba con los brazos abiertos.

Él omega lo tomó, encajando sus piernas solo un poco arriba de su cintura para tener mejor agarre.

Remus: ¿A caso estabas gritando "tonto"? -preguntó con la voz ronca el recién levantado-