-ˋˏ ༻ 𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒕𝒉𝒔 [𝑳𝒖𝒄𝒊𝒎𝒖𝒔] ༺ ˎˊ-

𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝟽

Trataba de controlar esa pequeña rabia que llenaba mi cuerpo tan pequeño, no quería parecer tan obvio, ademas volvía a casa con mis papá, no podía actuar como berrinchudo porque me arrancaron de los brazos del tío Sev, aunque obviamente eso me había dejado de mal humor, eso hasta que estuvimos frente de mi casita, no hay hogar como el hogar.

Papá presionó el timbre que estaba al lado de la puerta y como por arte de magia se abrió, yo aplaudí emocionado, esta puerta nunca dejaba de sorprenderme. Papá sonrió al verme  feliz, quedó claro que yo soy su felicidad, por supuesto.

Lucius: Estas feliz de volver con tus padres ¿eh? -había dicho cuando por fin cruzó la puerta conmigo en brazos y dejó un besito en mi frente, era bien sabido que no me agradaban los alfas, pero admito que me derrito con mi papá, pero nadie tenía que saberlo.

Lucius: ¿Que sucede dragóncito? -preguntó preocupado, tomándome de las axilas, para quedarnos frente a frente-

Draco: "¿Como que sucede" Primero llegó a casa y mi papi no me recibe con besos, luego siento un aroma raro que es incómodo en mi propia casita y además estoy sospechando que cambiaron la marca de mis pañales porque me pica una nalguita"

Mi padre me atrae de nuevo a su pecho y me abraza, dando palmaditas con intención de calmarme supongo, yo siempre aprieto mi puñito con su camisa y lo meto a mi boca, eso hace que me mantenga entretenido y me distraiga de todo aquello que esta causando mal humor hoy.

Caminamos dentro de la casa y papá deja mi bolsa en el sofá, sollozo porque era lo único que se había impregnado del olor del tío Sev, pero trato de despistar a papá jugando con la cadena que colgaba en su cuello, nadie debe sospechar de mi inocencia. Nos adentramos más hasta llegar a la habitación.

Y no saben que, mis ojitos se iluminan al ver a mi papi acostado en la cama, con aquel cuadro extraño que usa para tomarme fotos y donde chismea la vida de mis tíos en su mano,  yo me pongo muy feliz y en un momento a otro me desespero agitando mis manitos y piecitos.

Draco: "¡Papi mírame! Ya llegue, soy yo Draco, tu hijo, tu bebé, tu dragón"

Mi papi levanta su mirada y abre su boca por lo sorprendido de verme allí, con una sonrisa hermosa que se cuela en su cara y no evito de carcajearme contento, estiro mis bracitos para que me tome, siento que veo la gloria cuando el también estira los suyos.

Remus: Aww ¿Estas feliz de verme? -me toma y besa los labios de papá en cuanto lo hace, yo finjo que no veo nada y de inmediato me recuesto en su pecho-

Draco: "También te extrañe papi, tus mimos, tus besos, la leche y tu aro-espera, ¿Donde está tu aroma?

Mi nariz pasea por su cuello y su pecho, causando las risas de mis padres, pero no era gracioso para mi, ¿A donde se fue el aroma? Y ¿Por que huele tanto a papá?

Draco: "¿Y POQUE YA NO HUELE A MI?

Comenzaba a desempérname, no era un secreto que los bebés amamos el olor de los omegas, más de nuestros papis, casi siempre lograban tranquilizarme solo gracias a él, agregando que yo mismo me encargaba de dejar algo de mi suave aroma en el, para que supieran que era mi papi, no acepto a otros bebés en sus brazos.

Fue cuando lo pensé, sucesos drásticos merecen medidas drásticas, así que yo mismo comencé a frotar mi cabecita sobre si cuello, tratando de minimizar el olor a alfa, que sigo sin entender como llego allí.

Lucius: ¿Que hace el engendro? -dijo seguramente burlándose de mí mientras reía de esa manera perturbadora-

Remus: Creo que no le gusto que me remarcaras, ¿No es así Draco?

Lucius: Debería irse acostumbrando entonces, porque esto se convertirá en mi actividad favorita -respondió papá y casi de inmediato beso a papi, como si yo no estuviera luchando fuertemente para quitar su olor con el mío.

Draco: "¿Aló? ¿Se dan cuenta que estoy al medio?

Pero ellos seguían en lo suyo, y como no estaban prestándome atención, con todas mis fuerzas intenté apartar la bata de baño de papi con mi manito, se me estaba haciendo difícil, pero cuando consideré que estaba bien, acerque mi boca, pero papi dio un grito agudo, asustándome derrepente.

Lucius: ¿Que pasó? -preguntó preocupado-

Remus: ¡Me mordió!

Ambos dirigieron su mirada acusadoramente, yo simplemente me dediqué a sonreír con los únicos dos dientes que tenía, asegurándome de derretirles el corazón.