-ˋˏ ༻ 𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑻𝒉𝒐𝒖𝒈𝒕𝒉𝒔 [𝑳𝒖𝒄𝒊𝒎𝒖𝒔] ༺ ˎˊ-

ℰ𝓍𝓉𝓇𝒶

Remus se encontraba entretenido mirando un dorama en la comodidad del sofá, absorto en su trama, casi sintiendo lo que la protagonista sentía, la felicidad luego de que después de tantos capítulos se estuvieran dando su primer beso, recordó brevemente como Lucius lo había invitado a comer unos ceviches en su casa en la cuarta cita, el ambiente se tornó caluroso de pronto. Suspiró encantado con la escena que se producía en el televisor, intentando sacar de su cabeza los pensamientos de aquel día junto a su esposo, no era el momento.

Pero todo esto quedó en un segundo plano cuando su hijo y esposo entraron por la puerta principal de su dulce hogar, el menor dejó su bolso a un lado de la puerta, apenas saludándolo cuando pasó por su lado, dirigiéndose directamente a su habitación, el instinto omega de Remus empezó a volverse loco al percibir algo distinto en el comportamiento de su cachorro.

Se levantó de su cómodo lugar caminando hacia el alfa que terminaba de quitarse los zapatos, este le dirigió una mirada acompañada de una sonrisa luego de notar el aroma de Remus, al parecer estuvo pensando algunas cosas de las que no hablarían en voz alta pero podía reconocer ese olor donde fuera, él omega al notarlo golpeó su hombro porque él también conocía mucho a su esposo y sabía lo que quería transmitir con esa sonrisa descarada.

Remus: No digas nada al respecto, no es momento-advirtió con sus mejillas sonrojadas- ¿Pasó algo con Draco?

El mayor río, su omega se avergonzaba demasiado rápido, pero no lo incomodaría tan temprano con el tema.

Lucius: No lo se, estuvo callado todo el camino.

Remus asintió, su instinto no podía equivocarse.

Remus: Hablaré ahora con el, creo que algo no anda bien.

Lucius: ¿Y lo verás oliendo así? -se burló, recibiendo una mirada para nada amigable del omega, lo tomó abrazándolo por la cintura restregando su cabeza en el cuello del menor-

Remus se sorprendió por aquella repentina acción pero no se quejó, a veces le gustaba tener el aroma de su esposo sobre el pero no se lo diría en voz alta, se negaba a contribuir con su ego.

Remus: Ya, ya alfa tonto, primero el cachorro -lo alejo de el escuchando como se quejaba pero no le importo y se dio la vuelta-

Camino por el pasillo de su casa hasta llegar y pararse frente la puerta de su hijo, sin tocar antes abrió la puerta, encontrándose apenas con un bulto de sábanas en la cama, sus zapatos estaban allí tirados a pesar de que él había dejado claro que los zapatos iban en la entrada, entonces debe ser algo serio.

Entro a la misma, sentándose a un lado del bulto que era su hijo, posando sus cálidas manos sobre las sábanas, este ni siquiera se movió.

No sabía como iniciar ¿Y si solo estaba cansado? Aún así su omega interior no dejaba de lloriquear dentro de él, siempre se sentía de ese modo como sospechaba que algo sucedía con su hijo.

Remus: ¿Sucedió algo en el colegio cachorro? -preguntó con su voz cálida era lo único que podía escucharse en la habitación- Puedes decirme que te está incomodando, porque se nota que no estás bien, muy bien a penas me saludaste allí abajo.

Escuchó a Draco suspirar y finalmente se removió, pero sin embargo dejó la sábana cubriéndole justo como estaba.

Draco: Harry se presentó como omega hace unos dias.

Remus: Oh -eso ya lo sabía por las tardes de un buen chismesito junto James y Severus seguían muy presente en su vida- ¿Y qué hay de malo en eso?

Por un momento empezó a crear sus propias teorías en su mente, pero espero que su hijo hablara.

Draco: Es que.. soy el único en el salón que no se ha presentado.

Algo en él se sintió mucho mejor al escuchar eso, al menos no era algo grave como pensó, quiso soltar una risita por lo dramático que es su hijo pero prefirió no hacerlo, a veces la mente de los adolescentes era difícil de comprender.

Remus: Solo tienes trece años bebé, no hay que preocuparse por eso ahora -dijo tratando de confortarlo-

Los cachorros empezaban a presentarse más o menos a la edad de los nueve años, por eso no era demasiado extraño que los chicos del salón de su hijo ya tengan sus castas definidas, pero aún estaba a edad cada cuerpo es diferente.

Draco: ¿Y qué pasa si soy defectuoso? -preguntó, esta vez dejando ver su cara con algunas lágrimas-

Remus: Draco cada cuerpo es diferente, todos tienen su tiempo correcto -pasando sus manos por su rostro, dejando una caricia- No importa la edad, no hay porque apresurarse ¿Te molestan por eso?

El niño negó, pero Remus no tenía confirmar que fuera así, los niños y adolescentes llegaban a ser muy crueles.

Draco: Pero ya no quiero ser un cachorro.

Él omega se rio un poco, encontrándose así mismo en esas palabras, cuando estaba loco por crecer, negó varias veces, cuando somos niños no estamos consientes de nuestras mejore etapas.

Remus: Aunque tengas cincuenta años seguirás siendo mi cachorro, no le des demasiada importancia a eso ahora, eres un chico sano, hace poco fuimos al médico por una visita rutinaria ¿No recuerdas? -se acercó para abrazarlo, su aroma de bebé seguía aún presente cuando podía notar la fragancia masculina de uno de los perfumes de Lucius, ni siquiera había notado en qué momento se lo había echado.

Entro en razón de que en algún momento el aroma de su cachorro cambiaría, sintió melancolía ante el pensamiento, su bebé no olería más a bebé.

Draco: Apestas a papá -frunciendo su nariz, abrazando el cuello de su papá, haciendo lo que este había hecho minutos atrás, tratando de dejarlo con su aroma, rio al recordar las muchas veces que había hecho esto cuando estaba más pequeño-

Remus: Ahora dime la verdad -separándose de él- ¿Hay muchos alfas detrás de Harry?

El rostro de su hijo se tornó rojo, enojado por sus palabras, él sabía que a Draco no le gustaba cuando le decía alguna cosa como esa y mucho menos referente a ese niño que le parecía tan molesto, pero siempre era gracioso hacerlo enojar.

Draco: ¡No da risa papá!