La aldea de la hoja, lugar de nacimiento y residencia de futuros Jonin experimentados y parte de los que darán fin a la cuarta guerra ninja.
Sasuke Uchiha, gran ninja y con un poder inmenso, famoso por ser uno de los últimos de su clan, portador de...
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¡Movimiento! En ese momento no había tiempo para descansar, tampoco tenían la intención de hacerlo. Kanari se estaba desesperando, no sabía que pasaría y estaba segura de que harían que su marca subiera de nivel... pero para eso... Un escalofrío pasó por todo su brazo, una señal mala para la chica pelirroja. Se detuvo esperando a los demás, cuando llegaron le preguntaron qué ocurría.
—Chicos... Me temo que tendré que ir junto a ustedes.. -quitó su chaleco y dejó ver la marca de maldición tomando todo su brazo.- Si me sobreesfuerzo tomará todo mi cuerpo.
Volvieron a encaminarse y de pronto Kanari sintió el chakra de los cuatro del sonido, justo cuando Akamaru chillo.
—¿Akamaru?
—¿Qué pasa con él? -le preguntó Shikamaru.-
—Huele sangre. -Kanari abrió sus ojos.-
—¡Tenemos que ir mas rápido, sentí los chakras de los peones de Orochimaru! -avisó y se apresuraron.-
Avanzaron mucho, cada vez estaba mas cerca. Cuando Neji los localizo, crearon su estrategía y mientras avanzaban Kanari cubría su rastro con su jutsu chakra camaleon. Pero mientras caminaban, Kanari noto las telarañas, por lo que se dio cuenta de que algo andaba mal. ¡Una emboscada! Atacaron a Neji y Shikamaru.
—Vaya, vaya. Creí que saldría una serpiente de los arbustos, pero solo encontré un par de ratoncitos.
—Un momento, cálmense. -saltó Shikamaru notándose asustado.- Estamos aquí para negociar, no para pelear. ¿Podemos discutir esto como personas racionales?
—¡Ja! No debemos olvidar a tus amigos, verdad. -tomó por sorpresa a los chicos, en lo que traían a los demás, sin contar a Kanari, Kiba lanzó una bomba de humo. Entre tantos golpes de ninjutsu el equipo quedó en una barrera.-
Cuando los otros se fueron, el mas grande se quedo con los chicos. Kanari estaba en una batalla interna, iba tras Sasuke o intentaba sacarlos. Ella sabía que le robaría chakra, sí interrumpía no sabía una manera de derribar esa barrera, pero también...
—¡Escucha amigo! -se escuchó la voz del pelinegro.- Déjame hablar con tu líder, tengo un trato que proponerle. Se me ocurre que si nos dejan salir, les permitiremos quedarse con Sasuke. -Kanari abrió sus ojos de par en par, eso no tenía sentido.-
—No hay tratos, nunca he dejado ir prisioneros y no empezaré hoy.
—Ay, por favor. Escucha, ¿qué tal sí me dejas salir solo a mi y te quedas con los otros?
—¿Qué tramas Shikamaru? -pensó la pelirroja mientras observaba las siluetas de sus compañeros dentro.-
—Ya estoy cansado de toda esta pelea, no va mucho conmigo.
—Desgraciado. -ahora Kiba.- Si te atreves a vendernos, voy a romperte el cuello.
—Cállate Kiba, por una vez en tu vida. -la risa del de sonido se hizo presente.-
