💛 Serenata 💛

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Era un caluroso día a mediados de verano, las clases del día habían finalizado con excepción de los estudiantes que debían tomar regularización de las materias en las que más les costaba sacar una calificación sobresaliente. Un trío de amigos esperaban ansiosos el timbre de salida a pesar de que su profesor había tenido un inconveniente dejándoles libres un par de minutos que no desaprovecharon para conversar.

—creo que me gusta —confesó apenado un chico rubio.

Esa simple frase bastó para que sus acompañantes lo miraran como si no fuera de este planeta.

La chica a su lado escupió para evitar ahogarse con su refresco.

—¡¿qué?!

—lo que escucharon —respondió desviando la mirada.

—a ver ¿me estas diciendo qué tu crush es Shinso Hitoshi? ¿Él rarito de la clase C?

—sabíamos que te gusta el arroz con popote viejo pero ¿Él? Hay mejores

Denki solo los miró con molestia, pudo inventar algo o decir cualquier otro nombre pero no quería negar aquel sentimiento que había empezado a florecer en su corazón desde la primera vez que lo vio, le resultaba tan enigmático aquel chico antipático y ojeroso.

—Sero tiene razón, ahí tienes a Todoroki o Bakugo, cualquiera es mejor opción que él

—si no conocen a las personas no deberían juzgarlas —les reprochó el rubio.

Todo el tiempo escuchaba comentarios despreciables hacia él chico del que gustaba si bien no de parte de sus compañeros si del resto de alumnos de las otras clases, al verlo pasar los murmullos y miradas de desprecio no pasaban desapercibidas.

—¿y tú lo conoces? —cuestionó el pelinegro.

—no  —agachó la mirada— pero por eso quiero una oportunidad aunque sea de ser su amigo incluso si eso significa guardarme mis sentimientos por el resto de mi vida.

Sus amigos lo miraron estupefactos, el rubio estaba dispuesto a arriesgar todo por aquel chico al que solo se la pasaba observando por breves minutos, al que ni siquiera le había dirigido la palabra o se le había acercado por miedo a que pensara que era un idiota, como todos los demás porque si, a ojos de todos Kaminari Denki no era más que el chico idiota que no sabe otra cosa más que ser el payaso de la clase que se la vive suspendiendo materias y quizá como muchos especulaban también perdería el año.

Cuando el timbre indicó la salida, los tres recogieron sus cosas en silencio  cada uno metido en sus propios planes para la tarde pero la cabecita de Denki no iba a quedarse tranquila, quería confesarle su amor al chico de cabellos índigos lo más pronto posible porque si bien no se lo había dicho a sus amigos conocía algunos detalles privados de su enamorado. Corrió ansioso a la puerta de salida dejando atrás a sus amigos, al llegar se encontró con Izuku que lo saludó nervioso.

—¿lo conseguiste? —preguntó ansioso.

El peliverde asintió, mirando a todos lados preocupado de que alguien los viera mientras buscaba algo entre su cuaderno.

—Denki realmente no se a donde quieres llegar con esto pero por favor no vuelvas a pedirme este tipo de favores a mi, me siento como un criminal —chillaba al borde de un colapso el pecoso.

—tranquilo que no es nada malo te lo juro y de nueva cuenta gracias, te debo una grande

Se despidieron de manera rápida cada uno corriendo a su destino, el rubio sonrió victorioso mientras leía la dirección anotada en el papel que anteriormente le había entregado Midoriya. Definitivamente iba a salirse con la suya.

[...]

El sol comenzaba a ponerse tornando de un bonito rosa anaranjado el cielo, el rubio había llegado justo a tiempo, secó con su manga las ligeras gotas de sudor que caían por su frente, si bien su casa quedaba bastante retirara del lugar en el que se encontraba el sentimiento que martillaba con fuerza su caja torácica hacía que valiera la pena caminar tan lejos.

Miró a todos lados asegurándose de que no hubiera ningún mirón escondido entre los arbustos, inhalo con fuerza tratando de calmarse estaba muerto de miedo pero ya estaba ahí no había vuelta atrás. Con sumo cuidado sacó un violín de color blanco del estuche que llevaba consigo, limpió el sudor de las palmas de sus manos y miró su reflejo en la ventana de un auto cercano, había dado su mejor esfuerzo en peinar su cabello con el fin de verse presentable, recogió unas cuantas piedritas del jardín de la casa frente a él, miró hacia la ventana del segundo piso y lanzó la primera. Nada, ninguna respuesta del interior, conforme el sol se ocultaba su esperanza se acababa, toda la casa estaba a oscuras.

Finalmente lanzó la última piedrita que sostenía su mano y de nueva cuenta nada. Tragó ruidosamente conteniendo las lágrimas, juntando todo el valor posible acomodó su instrumento y empezó a tocar sin importan quien lo escuchara ya.

Era una canción que formaba parte de su infancia, algo ridículo para muchos pero demasiado significativa. No era el mejor cantando sin embargo eso no iba a  detenerlo.

— I can show you the world... shining, shimmering, splendid...

Las palabras junto a la melodía del instrumento salían desde lo mas profundo de su corazón, cantaba ensimismado con los ojos cerrados pensando en el chico que lo tenía así de enamorado. Un pequeño clic lo hizo abrir los ojos y mirar hacia donde provino el pequeño sonido, ahí estaba él contemplándolo con confusión desde la ventana.

—unbelievable sights, indescribable feeling

Le regaló una de sus mejores sonrisas.

Ante aquel adorable gesto el corazón del chico de cabellos índigos dio un vuelco resultando en un tenue sonrojo acompañado de una leve sonrisa.

El momento mágico se vio abruptamente interrumpido por la puerta de entrada siendo abierta.

—¿tú?

—¡¿usted?!

Aquel hallazgo lo había tomado por sorpresa, si anteriormente sentía que el corazón le estallaba de felicidad ahora si que estaba a punto de salirle del pecho por el susto ya que el padre de su enamorado era nada más y nada menos que su profesor Aizawa, como pudo salió corriendo del lugar preso del pánico pues no quería más problemas de los debidos.

Por su parte Shinso sólo negaba con diversión aguantando la risa, que chico tan más extraño era aquel.

Por su parte Shinso sólo negaba con diversión aguantando la risa, que chico tan más extraño era aquel

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Baúl de recuerdos [Fluffytober]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora