IV. Te deseo lo mejor

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Quiero permanecer preso entre la calidez de tu cuerpo y el dulce néctar de tu alma...

***

—Mike — mi voz salió tan extraña y diferente, no solo por la vibración de mi cuerpo sino por las lágrimas que amenazaban por salir—, ¿de qué hablas? ¿Por qué me dices todas esas cosas tan de repente?

—Tanía mucho miedo de confesar mis sentimientos y ser rechazado por el hecho de que un papel te impuso como parte de mi familia, pero ahora tu beso me ha dado la valentía suficiente que siempre había creído no tener.

Sus labios se sienten tan bien. No quería que se detuviera, quería que siguiera besándome y diciéndome todas esas cosas que alteraban a mi corazón y me elevaban más allá del cielo.

—Incluso estaba dispuesto a dejarlo todo por ti y pelear por tu amor contra nuestros padres, pero siempre estuviste tan distante de mí cuando más cerca te creía, que entendí que no significaba nada en tu vida.

—No pienses que no significas nada para mí — rocé sus labios con los míos, mirándolo fijamente a los ojos—. Siempre serás tú el único en mi vida, Mike.

—Eso era todo lo que necesitaba escuchar, mi amor — enredó su mano en mi pelo y profundizó un beso que me arrancó hasta el último aliento del alma.

El beso escaló muy rápido, cuando menos lo esperé, ya me tenía presa entre sus brazos y presionada contra una de las columnas de la sala de estar mientras sus besos se volvían más intensos y profundos. Desde que cambié la forma de verlo, siempre había deseado probar sus labios y conocer lo que sentiría, pero esto no se puede comparar ni un poco a todo lo que una vez llegué a imaginar. Sus labios son demasiado suaves y cálidos, además de que sabe cómo moverlos sobre los míos y hacerme alucinar con un solo roce.

—Te amo, June Blaze — se separó de mi boca y lo miré fascinada—. Liberar este secreto se siente jodidamente bien.

Reí, recostando mi cabeza sobre su pecho. Tiene toda la razón, soltar eso que tanto teníamos entre pecho y espalda se siente muy bien. Es como si un gran peso se hubiera caído de nuestros hombros.

—¿Y ahora qué va a pasar entre los dos? ¿Qué vas a decirle a Cloe?

—Si me permites, voy a amarte por lo que me reste de vida. Por otro lado, Cloe merece conocer el verdadero amor y no vivir en una mentira con alguien que nunca podría llegar a amarla como tanto lo merece.

—Va a sufrir por mi culpa.

—No es tu culpa, mi amor, no pienses eso — acarició mi cabello—. El único culpable soy yo por abrirle una esperanza que sabía que no era sincera, aún así, ella decidió quedarse a mi lado sabiendo que amaba a otra mujer.

—¿Ella sabe que amas a otra?

—Lo sabe, pero nunca le dije que se trata de ti.

—Va a odiarme — suspiré—. Todos nos van a odiar.

—No me importa si nadie acepta lo nuestro, lo importante es que estaremos juntos y nos amaremos cada día de nuestra vida.

No quería separarme de sus brazos y de su pecho, pero debía irme a la dichosa reunión en el puerto.

—Debo trabajar.

—Yo igual — besó mi frente—. Además de que debo hablar con Cloe lo antes posible.

—¿Le dirás hoy?

—Romperé el compromiso hoy mismo.

No pude evitar sentirme mal por ella. Desde que anunciaron su compromiso se veía tan emocionada e ilusionada. Me siento tan culpable de su sufrimiento, y no era para menos, pues el hombre con el que idealizó un mundo entero, va a romper sus ilusiones para estar con otra mujer.

June Blaze[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora