June Blaze[✓]

XXIV.

Mi madre me dio algunos consejos y me motivó a seguir adelante. Me repitió una y otra vez que no podía desfallecer por lo que esa mujer sea que esté buscando de Mike. Ahora que soy tan feliz con el amor de mi vida, ¿por qué debería dejarlo escapar de mis manos? Estoy siendo muy egoísta, pero mi felicidad es primero.

A ese niño no le hará falta el amor de Mike, estoy segura de que será el mejor padre y hará lo posible para cuidarlo, darle amor y estar presente en cada etapa de su vida. Aunque me duele que no seamos nosotros los que compartamos juntos la experiencia de ser padres, le daré todo mi apoyo, quedándome a su lado y amándolo como hasta el día de hoy lo he hecho.

Mi madre regresó a la casa y preferí quedarme otro rato más en la orilla de la playa. Estar aquí sola, rodeada de la naturaleza y el tranquilo choque de las olas me ayudó a pensar con más claridad.

Mi parte temerosa se niega a seguir junto a Mike, sabiendo que puede tener una familia hermosa con Cloe, pero mi parte egoísta y mi nuevo yo se niega rotundamente a dejar escapar al hombre que he amado por años.

Mi cabeza está hecha un lío y no es para menos, pero no tengo ni un poco de duda de que quiero estar por el resto de mi vida junto a él.

«¿Puedo soportar estar entre su hijo y sus demás responsabilidades?».

No sé lo que vaya a suceder en un futuro cercano y tengo mucho miedo de que no pueda ser capaz de obtener menos de lo que me ha acostumbrado en los últimos meses que hemos estado juntos, pero trataré de no pensar en ello. Es su hijo y le debe mucho más a él que a mí.

—Sabía que te encontraría aquí — sentí sus brazos rodear mi cuerpo desde atrás y suspiré—. ¿Por qué saliste de la casa tan pronto terminaste de cenar? ¿Te sientes bien?

—Salí a caminar y pensar.

—Sé que no es fácil, pero no te desgastes por mis errores.

—Tu hijo no es un error.

—No fue lo que quise decir... — suspiró agobiado, descansando su frente en mi hombro—. Maldición, es que todavía no puedo creer que vaya a tener un hijo. Es decir, siempre me cuidé porque tenía muy en claro que junto a Cloe nunca podría tener esa familia que he deseado solo contigo. Esto es una mierda y me siento muy mal con el hecho de ponerte en esta situación tan poco agradable.

—Los métodos anticonceptivos pueden fallar, ¿no?

—Sí, pero...

—Puede que lo veas como un imposible, pero ese bebé llegó a pesar de que no se esperaba. Se puede considerar como un milagro. Si llegó fue para cambiar tu mundo.

—No quiero que mi mundo cambie, no cuando he esperado tanto para vivirlo. Tengo miedo de que te vayas de mi lado y me digas que lo intente con una mujer que no amo solo por la obligación.

—¿Crees que soy ese tipo de persona?

—Lo eres, mi amor. Eres una mujer justa y buena, capaz de dejar tu propia felicidad de lado para que otros lo sean — me giró en sus brazos y plantó un ligero beso en mis labios—. No importa lo que digas, yo me quedaré a tu lado por siempre.

—¿De verdad crees que voy a dejarte? Parece que no me conocieras.

—Porque te conozco sé que vas a dejarme, así tu linda boquita me diga que no.

—La nueva June no va a dejarte ir, Sr. Blaze — enredé mis brazos alrededor de su cuello y lo acerqué a mi rostro—. Tu hijo será la persona más importante en tu vida y tu responsabilidad, pero yo seré tu esposa y la mujer que va a tomar tu mano hasta la eternidad.

Una sonrisa muy bonita apareció en sus labios, antes de tomarme del rostro con suavidad y besar mis labios como si el mundo se fuera acabar allí mismo.

—No perdamos más tiempo y vayamos a al punto, mi amor — se separó de mi boca muy emocionado y con una gran sonrisa.

—Aun no es momento para hablar de lo nuestro.

—¿Cómo? — me miró de inmediato, borrando la sonrisa de sus labios—. ¿Por qué cambiaste de parecer de un momento para el otro? Tú más que nadie me has insistido para que hablemos con nuestros padres.

—Considero que debes solucionar primero la situación con Cloe.

—¿Qué debo solucionar con ella? Cloe sabe a la perfección que no voy a dejar solo a mi hijo y como todavía no ha nacido, no hay mayor cosa que pueda hacer — suspiró, desviando su mirada—. Tenía la ilusión de que todos conocieran nuestra relación y no tener que escondernos más. Justo ahora corremos el riego de que tu padre o el mío nos vea, ¿es así cómo lo quieres siempre? Yo no quiero tener que esconder mis sentimientos frente a mi familia.

—Quiero que todos se enteren de nuestro amor, pero primero debemos asegurarnos de que Cloe no será un problema más adelante en nuestra vida. Sabes bien como es papá y a él le tomará algo de tiempo aceptar lo nuestro.

—De acuerdo, se lo diremos en el momento que creas conveniente — en sus ojos había desilusión y lo trató de ocultar con una vaga sonrisa—. ¿Puedo pasar lo noche junto a ti? Te he extrañado como no tienes idea las últimas noches.

—Ve a mi habitación cuando todos ya estén dormidos, como lo hacías en los viejos tiempos y cuidabas mis sueños, con la única diferencia de que ahora sí podrás atraparme entre tus brazos y besarme mucho.

—Pero no quiero esconderme de nadie. Quiero besarte y tenerte entre mis brazos sin importar los ojos que se posen sobre nosotros.

—Te prometo que yo misma haré frente, pero por ahora es mejor así, Mike. Mi padre no va a ser tan fácil como el tuyo. Estoy segura de que, cuando tenga oportunidad, te va a convencer para que estés junto a Cloe y tu hijo. Lo conoces, sabes cómo es él con el tema de la familia. Además, mi padre no tiene ni la menor idea de que tu corazón es de otra mujer y no de ella — lo abracé, acariciando su rostro con ternura—. Todo esto me tiene con dolor de cabeza. Olvidemos todo por un segundo y ámame.

—¿Me estás haciendo propuestas indecentes tan indirectamente? — rodeó mi cintura, acercándome a su cuerpo.

—Tal vez...

Me adueñé de sus labios, muy consciente de que en cualquier momento alguien puede venir a buscarnos a la orilla de playa, pero no puedo controlar todo lo que él provoca en mí, además de que lo he extrañado en demasía.

Tampoco quiero seguir ocultándome, más no quiero arruinar este día en que la familia se ha reunido después de tanto tiempo. Suficiente carga lleva con el embarazo de Cloe, para que cargue con los cuestionamientos y el lío que mi padre va a provocar en cuanto se entere de que existe un amor entre nosotros.