Somos su familia

VII

En el palacio Silva, el hermano mayor estaba leyendo el diario de quien se suponía debía proteger.

Hola madre... ¿Por que no puedo llamarte mami o mamá? Nozel-Onisama dijo que era una falta de respeto, pero he visto a muchos hijos de las sirvientas que les llaman así y ellas no se enojan... es por que yo hice que te fueras? Lo siento, en verdad lo siento mucho.

Me tengo que ir, padre me está llamando... quisiera haber podido conocerte.

Nozel sintió un nudo en la garganta al leer una de las primeras cartas que su hermanita había escrito, recordaba ese día, Noelle parada frente al retrato de su madre la había llamado mami y le mostraba un dibujo, Noelle parecía tan feliz y el le había robado esa sonrisa ese día.

Flasback.

-Mira mami, lo he dibujado yo solita- dijo una pequeña Noelle de 6 años mostrando un dibujo de su familia al retrato.

-Como la llamaste?- pregunto Nozel con seriedad.

-Nozel-Onisama- susurro con miedo Noelle.

-Responde- ordenó Nozel.

-M-Mami- susurro Noelle abrazando con fuerza su peluche.

-No vuelvas a llamarla así, es una falta de respeto a la mujer que mataste... matricida- gruño Nozel.

Noelle salió corriendo hacia su habitación derramando lágrimas.

Fin del Flasback.

-Fui un estupido- dijo Nozel.

-Nozel-Onisama- interrumpió Solid.

-Que sucede?- pregunto Nozel a su hermano.

-Nada... solo que he revisado los libros de recuerdos y Noelle no tiene una sola fotografía sonriendo- dijo Solid mostrando los cuatro libros.

-No los recordaba- dijo Nozel abriendo su libro.

Mi príncipe de plata

-Mamá solía llamarte así lo recuerdas?- hablo Nebra parada en el marco de la puerta.

-Si- dijo Nozel viendo las fotografías que tenia con su madre, después se unía Nebra y por último Solid, pero no había ninguna fotografía con Noelle, las fotografías terminaban el día que entró a la orden de las Águilas Plateadas.

-Eras el mas cercano a ella, te amaba- dijo Nebra.

-Amaba más a Noelle- susurro Nozel.

-Desde antes que naciera decía que ella sería como Solid, usando la magia de agua y tenía razón- dijo Nebra abriendo el libro de Noelle.

Mi princesa de agua, mi sirena.

El libro a diferencia de los otros tres no iniciaba con una fotografía de su nacimiento, la primera fotografía solo mostraba a una Noelle de cuatro años frente al retrato de su madre, pero no sonreía, una mejilla estaba roja y sus ojos cristalizados.