II

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En la casa Silva todos habían notado que algo les pasaba a los peliplateados, sabían que habían ido a visitar a la menor del cuarteto pero cuando regresaron solo se encerraron en sus habitaciones y estaban seguros que las habían destruido.

-Que habrá pasado?- pregunto una sirvienta.

-No lo se, pero desde que regresaron de visitar a la señorita Noelle han estado destruyendo sus habitaciones- susurro otra.

-Ella últimamente ha estado humillando a Nebra-Sama y a Solid-Sama- dijo otra.

-Seguramente se merece todo lo que le está pasando, por su culpa murió Acier-Sama- volvieron a susurrar.

-Y esta en la peor orden de caballería, los Toros Negros son de lo peor, solo los deshechos están en esa orden- susurro otra.

-No tienen nada que hacer?- pregunto Nebra con seriedad.

-Nebra-Sama?- dijeron asustadas las sirvientas.

-Vuelvan a su trabajo- ordenó Nebra.

-A la orden Nebra-Sama- dijeron asustadas.

-No saben nada... como lo era yo- pensó Nebra con tristeza caminando a la habitación de Solid.

Nebra se culpaba por haber tratado de esa manera a Noelle, se suponía que era la mayor, cuando su madre había dicho que iba a tener a una hermanita pensó muchas cosas, podría jugar con sus muñecas,  peinar su cabello, jugar a tomar el té y muchas cosas más pero no, tuvo que arruinarlo, noto como Noelle era más cercana a esa bruja que a su propia hermana.

-No te culpes nunca supiste nada- hablo Nozel.

-Aun así, esa no es excusa por todo el daño que le hicimos... me burle de ella y la hice sentir peor que basura- dijo Nebra.

-Se que no es excusa pero no tienes que atormentarte, si los hubiera cuidado mejor talvez no estuviéramos perdiendo a nuestra hermana- dijo Nozel.

-No la estamos perdiendo, la perdimos hace mucho... ella ya tiene una familia... una de verdad- dijo Nebra.

-Los Toros Negros han hecho lo que nosotros no hicimos lo se, pero encontraremos la forma en que Noelle nos perdone- dijo con determinación Nozel.

-Creo que eso no pasará- escucharon los hermanos.

-Fuegoleon- dijo Nozel.

-Tengo que darles información a los tres- hablo el pelirojo.

-Llamare a Solid- dijo Nebra antes de retirarse.

-De que quieres hablar?- pregunto Nozel.

-Algo que Mereoleona quiere que sepan- dijo Fuegoleon.

Cuando los tres hermanos se encontraban reunidos en el despacho del mayor Fuegoleon hablo.

-Mereoleona envío esto- dijo entregando un libro.

-De que es esto?- pregunto Solid.

-Solo leanlo- dijo Fuegoleon antes de retirarse.

-Nozel-Onisama que dice?- pregunto Nebra.

Nozel lo abrió en una página cualquiera y empezó a leerlo.

Hola, soy yo otra vez madre...
Perdón por ser la causante de tu muerte, se que por eso todos me odian, quisiera jugar con Nebra-Neesama pero ella me odia, quisiera que Solid-Niisama no rompiera mis juguetes o que Nozel-Onisama me abrazara pero... se que ellos no me quieren y eso duele, hace que mi pecho duela mucho...
Por que no dejaste que muriera yo?
Es acaso vivir es mi castigo?

-C-Cuando escribió eso?- pregunto Solid.

-Por su estilo de letra cuando tenía unos 7 años, su trazo es un poco torpe- dijo Nozel.

-Le hicimos mucho daño- susurro Nebra.

-Será mejor que regresen a la orden- dijo Nozel al ver que unas pocas palabras del diario de su hermanita les estaba causando.

-Pero- trato de replicar Solid.

-Vayan a la orden- ordenó Nozel.

-Esta bien Niichan- dijeron ambos peliplateados.

En la base del Amanecer Dorado estaba Langris pensando en su infancia.

-Soy un pésimo hermano... se supone que él es el inútil... por que lo odio? Que me hizo? Por que se preocupaba después de como lo trate?- se preguntaba Langris.

Flasback

-Deja de ser un inútil, solo estas distrayendo a Langris-Chan- dijo una mujer dándole una cachetada a un Finral no mayor de 9 años.

-L-Lo siento- susurro Finral tocando su mejilla.

-Alejate de mi hijo, solo eres un bastardo- ordenó la mujer.

-Solo quería llevarle un pastelillo- susurro Finral.

-Seguramente es asqueroso, después de todo lo hizo un inútil- se burló la mujer llendose.

-Así es, seguro habría hecho que le doliera el estómago a Langris- dijo Finral forzando una sonrisa.

-Tonto- susurro Langris escondido detrás de un pilar.

-De nada sirvió aprender a cocinar... mi comida seguro le parecerá asquerosa... no sirvo para nada- susurraba Finral para si mismo abrazando sus piernas.

Fin del Flasback

-Es un idiota, por que siempre es tan amable... eso casi lo lleva a morir- gruño Langris lanzando el florero que estaba junto a su cama contra la pared.

Flasback

-Por favor, los elfos estaban controlando a Langris... ellos no tienen culpa alguna- hablo Finral frente al rey.

-Casi me mata- chilló el rey.

-Langris lo siente, por favor no lo juzguen todavía, Langris no ha terminado de recuperarse- pidió Finral.

-Finral-Sempai?- se escucho en la sala.

-Asta- susurro Finral.

-El capitán Yami me pidió llamarte, nos iremos a investigar a los diablos- dijo Asta.

-No pueden juzgar a nadie hasta que la investigaciónde los diablos sea completada- dijo Yami apareciendo detrás de Asta.

-Tu- gruño con enfado el rey.

-Son ordenes del Rey Mago- dijo Yami.

-Capitán- susurro Finral.

-Bien nos largamos- dijo Yami para tomar a Finral y Asta por la cabeza.

-Duele- se quejaron ambos chicos.

Fin del Flasback.

-Por que tiene que ser así, por que no me dejo encerrado, por que abogó por mi y por padre, madre ni siquiera lo trato bien... por que pidió perdón por nosotros?- Langris seguía lanzando cosas a las paredes sin importarle si el resto de su orden lo escuchaba.

-Por que se comporta así con ese plebeyo sin magia? Por que son tan cercanos? Por que me molesta que vea al inútil de mi hermano con admiración?- Langris sin darse cuenta estaba derramando lágrimas.

-Por que me molesta?- se pregunto a si mismo.

-Tal ves por que sientes celos- dijo una voz en su cabeza.

-Eso jamás, por que sentiría celos de un inútil sin magia?- se pregunto.

-Por que el si puede hablar y caminar junto a tu hermano sin que este se sienta incómodo?- pregunto la misma voz.

-Callate, eso jamás- dijo Langris antes de lanzarse a su cama y tratar de dormir un poco.

Somos su familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora