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Los lunes, mira a Nayeon y recuerda la voz de Hyejoo : "¡Omma, hoy es el día de unnie!"

Se siente tan mal estar vivo ...

Se supone que las madres no deben vivir más que sus hijos.

Con cada día que pasa, Mina se despierta con un apartamento vacío y la sonrisa de conejito de Nayeon esperándola afuera, siente la creciente culpa en la boca del estómago.

Ella piensa en Hyejoo y Nayeon esa noche—

Te encargarás de ella, ¿ verdad ?

Sus pensamientos no se detienen.

"¿A dónde vas?"

La mano de Mina se detiene en el pomo de la puerta.

Cuando mira a su lado, encuentra a Nayeon esperando pacientemente fuera de su propio apartamento.

Son casi las dos de la mañana.

No podía dormir, así que agarró su chaqueta, se puso los zapatos y se llevó la llave.

"Deberías estar en la cama", dice Mina con cansancio.

Se frota los ojos, ignorando deliberadamente la preocupación de Nayeon y el ceño fruncido en su rostro. "Solo voy a comer algo".

"Quizás deberías escuchar tus propios consejos". Nayeon lleva ropa de abrigo, lo que significa que esperaba que Mina se fuera esta noche. "¿Y no tienes comida en tu casa? La última vez que lo comprobé, tu refrigerador estaba lleno".

Mina se encoge de hombros, no está de humor para hablar.

Sus ojos parpadean de un lugar a otro, sin detenerse por mucho tiempo. Sabe que Nayeon está tratando de captar su mirada. Su mano cae del pomo de la puerta y las mete en los bolsillos de sus jeans.

Ella es consciente de que están temblando.

"Necesitaba un poco de aire", murmura.

"Entonces iré contigo".

"No tienes que hacerlo".

"No te estoy pidiendo permiso".

Mina está a punto de discutir de nuevo cuando siente que la mano de Nayeon se extiende y agarra su brazo.

La tensión abandona sus hombros.

Quizás este sea el efecto secundario del amor.

Porque todas las palabras mueren en la garganta de Mina y la ira se desvanece.

Es la misma sensación que tiene cada vez que está a punto de regañar a Hyejoo por no hacer su tarea a tiempo o por no limpiar, solo para ser envuelta en un abrazo y esbozar una sonrisa avergonzada.

Lo siento, omma. Lo haré mejor la próxima vez.

No hay próxima vez.

Mina encuentra los ojos de Nayeon. Son cálidos, teñidos de preocupación y afecto. Busca largo y tendido la lástima que espera ver y se rinde a la mitad.

"Okey."

Nayeon es perfecta en todos los sentidos.

Cuando Mina la mira, la tormenta en su corazón se calma.

Cuando se toman de la mano, sus huesos se llenan de calor.

Y cuando Nayeon sonríe, puede creer que Nayeon también la ama.

No dejas a los que amas, no importa cuánto te duela quedarte.

Nayeon prometió no dejarla nunca.

Mil maneras silenciosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora