[03]

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JiMin se sintió entre asombrado e incómodo cuando divisó en la entrada de la universidad a NamJoon frente a su carro y con un extravagante ramo de rosas rojas.

YoonGi a su lado observó la imagen frente a ellos también y se sintió incómodo ante lo obvio que era todo aquello.

Él pudo haber ayudado al omega, pero no podía olvidarse de que el chico a su lado, tenía unos gustos claramente diferentes.

Y ni porque lo salvara, JiMin iba a olvidar aquello.

—Bueno, supongo que hasta aquí te acompaño, tu alfa te está esperando. —Mencionó YoonGi por lo bajo. JiMin quiso negar pero la voz animada de NamJoon lo interrumpió.

—¡Te estoy esperando Jimin-ah! —JiMin frunció los labios en un gesto incómodo mientras veía como YoonGi tomaba un camino muy diferente al suyo.

A lo lejos pudo ver cómo el alfa se encontraba con JungKook y ambos caminaban tranquilamente lejos de él.

—¡¿JiMin?! —Insistió NamJoon. El omega refunfuñó en cuanto vio al alfa frente a él.

—¿Por qué estás aquí? —El moreno esperó cualquier recibimiento menos ese. JiMin le observaba como si hubiese sido lo peor que pudiera pasarle.

—No entiendo, esperaba que saltaras a mis brazos, me besaras y fuéramos a hacer ese cachorro que tanto quieres. —Expresó sin filtro alguno el alfa. JiMin rodó los ojos mientras veía las rosas.

—Bonitas flores por cierto, entrégaselas a otro omega, porque tú y yo no tendremos nada. —Expresó molesto el omega. —Eres un diez, si, pero eres un completo entrometido.

—¿Entrometido? —Frunció el ceño el pelinegro.

—Sip. Apareces cuando nadie te necesita, nadie te quiere y... ¡Arruinaste mi jodida oportunidad!

NamJoon rió.

—¿Con el alfa que parece fideos? —Rió  divertido. JiMin rodó los ojos.

—No te debo explicaciones, idiota. —Bufó. —¡TaeHyung, espérame! —Gritó al omega que estaba a pocos pasos de distancia mientras corría y dejaba atrás al alfa con el ramo de rosas.

...

JungKook robó papitas del plato del alfa contrario mientras este se encontraba concentrado explicándole cómo había hablado por primera vez con JiMin.

—Y de repente se quedó conmigo, preguntándome sobre lo que estudio, hablando sobre lo mucho que odiaba a la profesora de baile de último año, pero bueno, nada es perfecto... —Mencionó. —Estaba NamJoon en la entrada esperándolo y te comiste todo mi jodido almuerzo, te toca pagarlo.

—Se supone que tú ibas a pagar este almuerzo, hyung. —JungKook hizo un pequeño berrinche pero no se quejó tanto cuando un fornido alfa de casi dos metros se acercó para cobrar la cuenta. —Cada día confirmo que esta vida no es para mí. —Se quejó con dolor cuando recordó el monto que pagó.

—No exageres, ¿No decías que era tu mejor hyung y que harías cualquier cosa por mí? —JungKook asintió a regañadientes. —¿Entonces de qué te quejas? Hoy por mi, mañana por ti.

—Te denunciaré por estafa. —Se quejó el menor mientras seguían su rumbo hacia el edificio en dónde compartían apartamento. —Por cierto, hoy hablé con TaeHyung. —Movió las cejas animadamente. —Me parece que no estaré disponible para casarnos dentro de un año, lo siento Yoonie. —El pálido gruñó.

—Tocará decirle a mi mamá que me consiga una omega, así como los viejos tiempos.

JungKook bufó.

—El que JiMin-ssi no se detenga a prestarte atención no quiere decir que otros omegas no te tengan el ojo puesto, ¿Vamos a un bar el fin de semana? —Invitó. —La mayoría de nuestro curso y de otras carreras se reúnen los fines de semana ahí, verás que simplemente hay mucho para escoger.

YoonGi lo meditó un momento antes de asentir.

—Bueno, quizás tienes razón. —Expresó el pálido mientras presionaba los botones del ascensor que los dejaría en su piso. —Te toca limpiar la cocina hoy, por cierto.

—¡Explotación! —Exclamó JungKook.

...

—Entonces me estás diciendo que YoonGi-hyung te salvó de un alfa insoportable y... ¿No le pediste el número? —Cuestionó TaeHyung comiendo de su galleta. JiMin se dejó caer en su cama mientras se abrazaba a una de sus almohadas.

Aún podía sentir el aroma del alfa sobre él. JiMin no podía contener la emoción de su lobo ante aquello.

—¿Por qué sonríes como demente? —JiMin le lanzó la almohada, TaeHyung que no esperaba aquel arrebato, cayó de la cama. JiMin se levantó tan rápido como pudo mientras escuchaba los murmullos de dolor de su mejor amigo. —¡Me ibas a matar!

—Lo siento, lo siento, lo siento. —Susurró JiMin preocupado. TaeHyung se acostó en la cama mientras una sutil y exagerada a su vez, queja salía de sus labios. —¡Ya dije que lo siento! —Se quejó.

—En fin, hoy hablé con JungKook. —Mencionó animado. —Fui a buscarlo para que nos ayude con YoonGi, confieso que la mitad del tiempo mientras hablaba, no podía dejar de ver sus labios, es encantador, no sé tú... No sé los demás realmente, pero estaba seguro que me seducía, cada vez se mordía los labios, o también me veía fijamente a mi, me felicito por haber dicho todo eso y no lanzarme encima de él. —JiMin rió divertido ante lo emocionado que se había escuchado TaeHyung.

—¿Es tu alfa ideal entonces? —Inquirió curioso el mayor mientras peinaba los cabellos de su mejor amigo.

—Lo es, y si no es nuestro caso... Por lo menos que me rompa el corazón o que me dé como cajón que no cierra, ya estoy cansado de escuchar, quiero ser el protagonista. —JiMin rodó los ojos pero terminó por reír. —¿Y tú? —JiMin le observó sin entender. —¿YoonGi-hyung es el indicado o buscarás alguien más?

Recordando la bonita sensación que el pálido le daba a su omega, JiMin asintió.

—El indicado, si. —Afirmó. —Tengo que tenerlo en la palma de mi mano, TaeHyung. ¡Debes ayudarme!

—¿En la palma de tu mano? ¿Qué fetiche es ese? ¿Cómo se supone que van a tener un cachorrito? —JiMin rodó los ojos.

—Cuando lo tenga en la palma de mi mano, lo atraparé y... —Sonrió de lado mientras veía a su mejor amigo. —Entonces le mostraré lo bueno que soy bailando. —TaeHyung le observó perplejo, pero no sorprendido.

JiMin era una cajita de sorpresas.

...

Hola. 💗

Feliz fin de semana. Espero les fuera bien todos estos días. ✨

Gracias por leer y por comentar.

Disculpen los errores y hasta la próxima. 💗

A baby » Omegaverse YM.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora