Los días pasaban y Kate estaba cada vez más de tener a su hija entre sus brazos, todos estaban más nerviosos con el correr de los días. Saber que pronto iban a conocer a la bebé les alegraba pero los nervios venían por el peligro que corría esa pequeña.
Todos tenían miedo pero los que más miedo tenían eran Rick y Kate, el desde hacía dos semanas no se había movido del lado de Kate, incluso había preparado la habitación donde Kate daría a luz.
Kate desde el sofá veía a Rick de un lado a otro preparando los últimos detalles de la habitación, dos horas después Rick se sentó a su lado dándole un beso en la mejilla.
– Ya has terminado? — él asintió con una sonrisa.
– Ya está lista para cuando está princesa decida salir — le acarició el vientre juntando su mano con la de Kate y ambos sintieron la patada de la bebé.
– tengo muchas ganas de ver su carita, abrazarla... Pero tengo muchísimo miedo de que le pase algo — Rick se acercó más a ella abrazándola.
– lo sé, yo también tengo miedo de que algo le pueda pasar — la beso a ella abrazándola.
– Lo se, quiero decirte algo y espero que aceptes — se separaron mirándose a los ojos — quiero que tú ante el mundo entero aparezcas como su padre, claro si tú quieres.
– De verdad quieres eso? — Kate asintió con una sonrisa.
– Si hay alguien que se merezca ese título eres tú. Desde que me conociste me has protegido y cuidado cada día y más desde que sabes de qué la bebé viene en camino, te has preocupado por mi bienestar y por el de ella, de protegernos... Mereces ese título en la vida de Alexis.
– Amor, por supuesto que quiero ocupar ese puesto en su vida... Estaría encantado y sería el hombre más feliz de poder ser su padre — se abrazaron con una sonrisa cada uno.
Los días seguían pasando y llegó el día esperado. Ese día Kate se levanto como cada día solo que con un poco de dolor, no quiso decirle nada a nadie para no preocuparlos pero Martha y Rick se dieron cuenta de que algo no iba bien.
Kate estaba en el sofá tumbada, Martha y Rick la observaban desde la cocina. Kate se movía molesta en el sofá y con algunas muecas de dolor.– Kate — Rick se acercó a ella acariciando su cara — que te ocurre?
– Creo que tengo contracciones — Martha al oír eso se acercó a ellos y tocó el vientre de Kate el cual estaba duro mientras que Kate ponía otra mueca de dolor — cada pocos minutos me da un dolor muy fuerte.
– Querido, llama al equipo médico porque está princesa ya quiere nacer — Rick llamo al equipo médico y en menos de media hora ya estaban en la casa.
Kate se encontraba en la habitación donde iba a dar a luz en compañía del equipo médico y de Rick. mientras que Martha en la planta de abajo nerviosa llamaba a los demás miembros de la familia, sobre todo para pedirles a los compañeros de Kate que vigilarán la casa para mantener a Kate y a la bebé a salvo.
Martha desde la planta de abajo caminaba de un lado a otro mientras que arriba el parto se complicaba, la bebé traía el cordón umbilical alrededor del cuello. Rick miraba a Kate mientras que sus manos estaban unidas, ambos estaban preocupados y solo consiguieron respirar cuando escucharon el llanto de su bebé.– Doctor, nuestra hija está bien? — el doctor asintió con una sonrisa.
– Tranquilos está pequeña está bien, la cosa se complicó al tener el cordón al rededor de su cuello pero hemos conseguido quitárselo — le dio la niña a la enfermera — dásela a los padres.
– Claro doctor — cuando cogió a la pequeña en vez de darle la niña a sus padres camino hacia atrás con la niña en sus brazos.
– Señorita, que hace? — Rick se acercó a la enfermera un poco — donde va con mi hija?
– Lo siento señor, pero esta niña ya tiene una familia que va a pagar muy bien por ella — Kate aún adolorida se levanto de la camilla.
La enfermera con la niña en los brazos bajo a la planta baja encontrándose con Martha y uno de los compañeros de Kate.
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Amor en cautiverio. (Caskett)
FanfictionKate es secuestrada por una banda que se dedica a secuestrar mujeres y para hacerles cosas malas, un día consigue escapar y un hombre que caminaba por la zona la encuentra poniendola a salvo y surge el amor, pero no será un camino fácil para ningún...