IAIN

Lienzo

—¿Cómo has estado Yahel?—pregunte a una chica que podría fácilmente ser una modelo, sin embargo, no poseía la seguridad necesaria para desfilar ante cuentas de personas que estarían observando de pies a cabeza, sólo un paso en falso y sería complicado recuperar el buen camino. Su inseguridad se apoderaba de ella. Y uno podría sentirlo a gran distancia. Tan sumergida en su depresión, olvidaba lo que era lo esencialmente importante , y el hecho de que aún no ha llegado a terminar con su vida, decía más que nada. Su cuerpo que deberia ser un lienzo impecable, estaba dañado para cualquier pintor que quisiera hacer arte en ella, pero no por ello dejaba de ser menos hermosa.Se había marcado de por vida y se maldecía a ella una y otra vez por seguir viva. Un gran dilema, dado a que no hacía nada...todavia.

—Bien.

—Por cierto, te vez muy bien—se cruzo de piernas y situó sus brazos en su estomago, nuevos cortes adornaban su cuerpo. Realmente es lamentable que el lienzo este más dañado día con día—.¿Cómo te fue esta semana?

—Bien-fue la corra respuesta de Yahel.

—Bien, me alegro. Ahora, extiende tus brazos—al instante observaba mas heridas que piel sana. De una manera extraña su piel y sus heridas me recordaron a la Pasión de Cristo, cuando Jesús estaba siendo azotado, intenté sacarme aquellas imágenes de la cabeza, sin embargo aquel dolor que el había pasado, estoy segura que Yahel también lo había pasado mientras se hacía daño a ella misma. 

—Cada una son los días que me tardo-su voz salio fría, y al final, una sonrisa cálida adorno su rostro. Sabia realmente a lo que Yahel se referia. Tachaba los días en su cuerpo cómo si aquel fuera su calendario personal.

—Y cuando ya no quede más espacio ¿Qué harás? 

Para André 

Nada tiene sentido estos últimos días, pero para que te miento, nada nunca ha tenidi sentido. Cuando las cosas marchan normal que logro a tener esperanza dr que así sea de en ese entonces a delante, parace tomar simplemente un descanso, y entonces tras ese descanso recobra vida aquella cosa del destino o lo quensea que sea que haga que me vaya de la mierda. Destesto la clase de vida que llevo, mi vida me da asco y odio a las personas, no puedo estar en armonía con ellas, de una u otra manera siempre logran hacer algo para ganarse mi odio, tanto que realmente odio a todo el mundo. He perdido la cuenta de cuantos días he estado encerrado en mi habitación, mi madre toca para ver si estoy despierto y solamente la hecho de mi habitación. No tengo siquiera fuerzas para verle a los ojos. No tengo fuerzas siquiera para salir de cama. Me he hecho tanto daño que hay una alta probabilidad de que está sea mi última  carta. Con cariño:Iain.

--¿Crees que esas son razones?-pregunte a Yahel tras percibir cierta duda en su voz.

—Sino lo son, ¿Entonces que son Doctora?—pregunto mostrando mas interés que nunca.

—Tonterías.

—¡Tonterías! ¿Cree que son tonterías?—al instante, su rostro se volvió duro y sus ojos, eran como puñales. Me Di cuenta que tal vez admitir aquello no habría sido la mejor opción. Pero hay una gran parte de ella que desea que alguien la salve. Y si acepta que todo aquello es algo tonto, sería un gran paso. Las luchas internas son las más fuertes que el humano debe de pasar, y estoy segura que Yahel siempre ha vivido con grandes luchas dentro de ella. 

—Yahel, si en verdad quisieras morir, te abrías suicidado desde hace tiempo, sin embargo, solo te causas dolor a ti misma, el cutting no te matara, solo te abrirá heridas y dejara cicatrices, una sobre dosis, dudo que lo hayas intentado. Si quieres morir, de una vez termina con todo tu dolor.

—¿No se supone que me debe de aconsejar?

—Lo estoy haciendo Yahel, lo estoy haciendo.

De una u otra manera la estaba ayudando.  Quería escuchar que alguien le dijera lo que ella ansiaba por hacerse, pero no lo haría.   El hecho de que su psiquiatra le diga que terminara con su sufrimiento,  lo tomaría como algo en ofensa hacia su persona, y como respuesta, sabría que la vería en la siguiente consulta, porque no lo haría.