#Daniel

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Volví a sobre poner la ultima tablilla de madera. Ventilando la habitación, abrí las cortinas de un movimiento violento, los pequeños rayos de sol entraban en toda la recamara. Un olor a rancio, a putrefacción invadió mis conductos nasales.

El cuerpo de Valeri me causaba muchos problemas, pero no podría deshacerme de ella. >>No cuando no he vengado su muerte<<

***

La Doctora Winters, abrió la puerta, brindando una amplia sonrisa. Tomo de su tablilla, y se situó en su lugar habitual.

--¿Recuerdas que hiciste ayer?--pregunto.

--No doctora. Parece como si ayer no hubiese existido-- asintió con la cabeza.

--Al igual que todos los días que transcurren.

--Unas veces creo que hice algo, pero al instante, pienso que no, que puede ser que recuerde una película y que yo formo parte del elenco, pensando en que yo lo había hecho, pero simplemente no hice nada.

--Y...¿Qué crees lo que realmente le sucedió a Valeri?--pregunto, fundando una duda en mi.

--En realidad tengo recuerdos borrosos de aquella noche--admití, y eso despertó más su curiosidad.

--La asesine-- no tenia idea de lo que decía, yo había sido el culpable, me fui de su casa cuando debería de haber estado con ella, e impedir que le hicieran daño. Él único culpable de su muerte era yo, y eso me convertía en su asesino. >>No había estado para cuidarla<<

--¿Y por qué lo hiciste?--pregunto confundida.

--Ella no me amaba-- >>No me amaba lo suficiente como para soportar mis delirios <<pensé en decírselo. A la vez creo que fue bueno que la asesinaran.

--¿Y por eso la has matado?--insistió

--Si ella no era mía, no seria de nadie más--mi voz sonó débil.

--Pero, ahora ella ya no esta contigo.

--Si, puede que ya no este conmigo, pero conservo su cuerpo-- su rostro palideció.

--¿Y que haces con el?--su voz tembló--. ¿No quieres que tu Valeri tenga un descanso eterno?--cuestiono, como siempre lo hacia.

--Y dejar de tener las noches que tengo--solté sin dudar. Sus ojos se abrieron como platos, su rostro inexpresivo, seguía tomando apuntes, siempre tomando apuntes esa maldita tablilla.

--A sí que te gusta practicar la necrofilia-- confirme con la un asentimiento de cabeza.

--Si usted estuviera muerta, me la follaría.

***

Abrí la puerta del refrigerador, tome del zumo de naranja, y tome de un paquete de galletas, y del pos-it que había olvidado leer.

DANIEL.

TOMA LAS PASTILLAS. YA SABES PRIMERO ES LA CAPSULA PARA LA AMNESIA, LUEGO LA OTRA CAPSULA BLANCA DE LOS DELIRIOS.

De una u otra forma el demonio sabe como meterse en tu cuerpo. Las pastillas eran una droga, y la droga era una puerta a la predicción, y el diablo había pasado por esa puerta que mi cuerpo había construido.




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