Capítulo uno: El cepillo de dientes que no deje en tu casa

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Renjun no debería estar aquí.

"Hace años que no deberías" dijo una voz en su cabeza pero la ignoro con un resoplido mientras bajaba más la camiseta ajena que tenía puesta en ese momento y continuaba la búsqueda de su cepillo dental en el bolso que había dejado en el baño la noche anterior. Era estresante, pensó, porque por supuesto era algo que pensaba ahora cuando ya estaba viviéndolo.

¿Antes? Eso no pasaba por su cabeza. "Todo iba a estar bien", "la vida es solo un momento", y una mierda, ahora se estaba sintiendo ansioso y su corazón latía desenfrenado ante la idea de llegar tarde.

-¿Cariño?

Dejo de mirar su bolso para echarle una rápida mirada al más alto que justo entraba en el baño. Como era costumbre estaba totalmente desnudó.
Justo ahora su piel solo era cubierta por los innumerables tatuajes que tenía, bueno, innumerables quizás para otros, Renjun sabía perfectamente que tenía veintisiete y pensaba hacerse dos nuevos antes de que acabara el mes.

-¿Mm?-respondió volviendo su atención al bolso.

-¿Qué haces?-se quejo.-Esta temprano.

-Buscó mi cepillo dental, tengo una entrevista de trabajo. Te lo dije anoche.

Jeno suspiro estirando sus brazos antes de acercarse a una de las gavetas en su baño, sacó un paquete de cepillos totalmente nuevo.

-También te dije que dejarás tu cepillo aquí, no debes llevártelo a tu casa...-Renjun ya había sacado un cepillo nuevo tratando de ignorar el balbuceo del más alto y comenzó a cepillarse los dientes dándole la espalda.-No deberías llevarte nada...

Jeno pasó sus manos por su cintura mientras colocaba su rostro en su cuello, de repente dejó un beso húmedo en su hombro y luego fue subiendo lentamente. Renjun cerró los ojos y por poco casi cede, dejando su cuello al descubierto para que el menor hiciera lo que quisiera con su cuerpo, justo como la noche anterior, pero su celular fue un recordatorio de que debía ser un hombre responsable, el mismo se escuchó desde la habitación del pelinegro y al instante no dudó en alejarlo.

-Basta, Lee.-lo señaló antes de girarse de nuevo para terminar con sus asuntos.

Jeno hizo una mueca y de todos modos se quedó ahí comenzando a cepillarse por su cuenta.

Renjun fue rápido al ducharse y cambiarse de ropa, la entrevista que tenía hoy era importante, un amigo de su padre se la había conseguido así que no podía arruinarlo bajo ninguna circunstancia.

De hecho, se había hecho una lista con cosas que definitivamente no debía hacer para evitar fracasar en su entrevista:

1-No usar azul en la entrevista.

2-Tratar de esquivar cualquier pregunta sobre su antiguo trabajo.

3-No olvidar llenar el tanque de gas de su auto.

4-NO ir a casa de Lee Jeno y tener sexo con el.

Por supuesto, había fallado en la última, y mientras revisaba si el menor tenía café tuvo la horrible sensación de que tampoco había hecho la número tres.

-¡Jeno!

El pelinegro se apareció en la cocina, cabello húmedo, pantalón chándal gris y nada más. Renjun respiró alejando la vista de su abdomen hacia su rostro.

you are not good, but i want you [noren] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora