Renjun tenía frío y no extrañaba lo incómodo que era dormir en una silla de metal desde que debía hacer las eternas filas para pagar su matrícula en la universidad y no tener recargos por hacerlo tarde. Intento encontrar una posición más cómoda aún con los ojos cerrados pero luego de sentir como casi se cae los abrió asustado. Soltó un suspiro intentando cubrirse mejor con la chaqueta que Jisung le había dejado antes de irse por un café y justo cuando pensaba acomodarse nuevamente vio pasar al policía que estaba seguro ya lo odiaba en este punto.
Se puso de pie de inmediato y se interpuso en su camino haciendo que el hombre rodara los ojos.
-Señor...
-Lee Jeno, ¿Ya lo ubico?
El hombre parecía querer darle un puñetazo en la cara y hacer que desapareciera de su vista, por suerte no era algo que podía hacer así que simplemente se calmó o al menos lo intentó antes de mirarlo.
-Ya le dije que cuando tenga información se lo haré ssber, pero anoche arrestaron a un montón de gente y no todos están siendo procesados, probablemente Lee Jeno solo está en la celda esperando que sean las 8:00 de la mañana para que lo dejen salir, al menos que este con los involucrados de la razón de la redada.
Renjun frunció el ceño cruzándose de brazos.
-¿De que está hablando? ¿No fue por las carreras?
El rodó los ojos, cansado de tener que explicarle todo.
-¿Cree que fue por las carreras? Los policías saben de esto, ellos se benefician de esas carreras.-susurró mirando a su alrededor.-Estamos ante un caso de drogas, señor.
Y Renjun sintió como si su cuerpo estuviera congelado y de repente todo en el se hubiera derretido, con que era eso, pensó soltando un suspiro. Sabía de las mañas de la policía, que hacían tratos con los motociclistas.
Una vez le había preguntado a Jeno porque era muy extraño que nunca se aparecieran y era obvio que todos sabían exactamente dónde estaban. Pero ahora, al saber que todo esto se trataba de drogas se sintió calmado porque tenía la certeza de que Jeno no podía involucrarse ese tipo de cosas.-Oh, gracias.-sonrío.-Entonces el saldrá a las 8:00.
-Aja.-dijo el oficial.-Eso espero.
Luego se fue como había estado esperando hacer desde el instante que empezaron a hablar. Renjun tomó asiento nuevamente y con ansias espero hasta las ocho porque Jeno saliera, ahora estaba más calmado o de eso quería convencerse, Jisung llegó diez minutos después alegando que la chica no le estaba entendiendo cuando decía que quería más crema extra para su café y solo pudo reír contándole que Jeno saldría pronto y solo les quedaba esperar con calma.
Faltando casi cinco minutos para las ocho Jaehyun se apareció por la puerta y pudo decir que no estaba realmente feliz de estar ahí.
-Oh, Renjun-ah.-el mayor saludo ligeramente sorprendido.-Si hubiera sabido que había alguien responsable aquí no hubiera venido.-dijo borrando su ceño fruncido.
Renjun le ofreció una pequeña sonrisa. Jaehyun era el hermano mayor de Jeno, un exitoso agente inmobiliario que era guapo como el demonio. Jaehyun había sido uno de los primeros en su familia en alejarse de todo el asunto de las apuestas, del taller de su papá y de todo lo que tuviera que ver con motos. Se había ido de casa a los dieciocho, trabajo en una pescadería y una cafetería mientras ahorraba para la universidad y luego había conseguido trabajo como ayudante de un abogado. El estaba orgulloso de todo lo que había logrado y había intento sacar a su hermano de aquel hoyo más veces de las que podría contar pero Jeno simplemente no lo escuchaba y lo peor es que nunca llegó a entender que Renjun hacía con un tipo como su hermano.