diecinueve

3.3K 435 23
                                    

Lalisa miraba como Jennie jugaba con los cachorros de Baekhyun.

Los pequeños reían y corrían por todos sitios, mientras que Jennie les seguía el juego de cazador y cazado donde claramente Jennie les daba ventaja.

Los olores dulces inundaban toda la casa, uno de los pequeños olían a frutillas y el otro a lima, más luego el dulce aroma que Jennie desprendía.

¿como sabía que los cachorros eran de Baekhyun?

Jennie se lo dijo.

¿Qué hacían ellos ahí?

Ni idea todavía no sé lo había preguntado y sinceramente temia hacerlo.

— Oye, Jennie.— llamo acercándose a la omega que se detuvo en mitad de la cocina.

— ¿Sí?

— ¿Por que están ellos aquí?.— la omega se quedó pensando unos segundos.

— Si te soy sincera no lo sé.

— ¿En serio?.— dijo Lalisa alzando una ceja.

— Chanyeol simplemente me dijo que los recogiese y los trajera a casa. Quizás Baekhyun hizo algo mal.

— ¿Algo mal?

— Si. Querrá castigarlo.

— Oye...¿no crees que eso es un poco cruel?

— Pues que aprenda a comportarse. Cuando Chan vuelva dejará que los vea... un rato quizás.

— ¿¡Que!? Pe-pero...¡Dios Jennie eso es muy cruel! Chanyeol dijo que serían dos semanas.

— ¿Dónde quieres llegar, Lalisa?.— Dijo clavando su mirada en ella.

— Deja que los vea.

— No.

— Per...

— He dicho que no.

— ¡Tú podrías ser Baekhyun! ¿¡Imagina no saber dónde están tus...cachorros!?

— Lalisa...— advierte.

— Además se la debes.

— ¿Yo?

— Si

—¿Cuánto hablastes con él?

— Lo suficiente para saber lo de SeHun.

El silencio reinó durante unos largos segundos donde después de estos la de ojos claros suspiro cansada de esa conversación. Sabía que su Alfa tenía razón, que ella había hecho muchas cosas malas y en contra del Omega castaño.

Pero claro que con el consentimiento de su hermano el cual le decía que hiciese lo necesario para enseñarle a obedecer, como debía hacer que este se doblegara, básicamente enseñarlo incluso llegó a jugar con sus cachorros ante sus ojos sin que él pudiera moverse del sitio.

— ¿Jennie?

— Esta bien tu ganas, pesada.— la alfa sonrió felizmente al haber conseguido su cometido.

(...)

Cuando la puerta sonó y este se levantó para abrirla nunca se esperó ver a Lalisa y Jennie junto a sus cachorros, quería abrazarlos, achucharlos contra él, pero aún no, debía mantenerse paciente, su niño al contrario que él se lanzaron abrazarle.

— ¡Jennie!

— ¡Solo comprobaba si seguía igual de obediente!.— Y miró al otro omega asintiendo.

Baekhyun no lo dudo y dejando salir su fresco aroma se agachó a abrazar a sus hijos. Jennie entró sin pedir permiso quitándose sus zapatillas y yéndose hacia el salón mientras le gritaba a la cocinera que le llevará su dulce favorito.

— ¿Esto es cosa tuya?.— preguntó el Omega cuando quedaron solos. Lalisa asintió con una sonrisa.— Muchas gracias.— no pudo evitar que varias lágrimas se deslizasen por sus mejillas.

— No las des.

Baekhyun nunca espero piedad de Jennie.

Nunca lo hizo mientras lo enseñaba.

Tampoco cuando le rogaba porque le dejase ver a sus cachorros.

Nunca espero que esta mirase por él.

Pero quizás Lalisa tocó su fibra sensible.

Se pasaron todo el día en casa de el castaño, el cual no para de esparcir su feliz aroma, lo hacía inconscientemente, cosa que le molestaba a Jennie ya que Lalisa oleria a él.

Baekhyun se subió junto a sus cachorros a tomar una siesta a la habitación, acurrucandose entre las sábanas mientras sus dos hijos se colocan a cada lado de él abrazándose a sus costados, cosa que hace ronronear al Omega.

— O-oye no estés enfadada.—  notando el picante olor que salía de Jennie.

— ¿¡Cómo que no apestas a él!?.— Gruño mientras pataleaba como una niña pequeña en el sofá.

— Siempre huelo a ti, no estás acostumbrada a oler otras feromonas en mi.

Jennie infla sus mejillas cruzandose de brazos, cosa que le hace soltar una risa a Lalisa siente un poco de satisfacción al ver a Jennie así, supuso que Chanyeol sintió lo mismo cuando Baekhyun olía levemente a ella.

— ¿Cuando tendremos nuestros cachorros?.— Lalisa apartó la mirada de la televisión.

— Oh...no se.

— ¿Por qué no nos ponemos manos a la obra?.— provocó la Omega mientras gateaba por el sofa hacia la pelinegra.— Quiero tres por lo menos...

— ¿¡Tres!?.— la omega se subió sobre su regazo.

— Tres.— y unio sus labios. El besos era uno lento y cariñoso, mientras Lalisa sentía como la omega meneaba sus caderas.

— J-Jennie ¿Por qué no esperamos a llegar a casa? Es decir aquí nos pueden ver.

— Shhh.— colocó uno de sus dedos sobre sus labios y después haciendo que esté descienda por su barbilla, luego siguiendo por su cuello.

—¡Oh!.— Jennie detuvo sus movimientos ante la interrupción del Omega.— ¡S-Siento interrumpir!

— O-oh...no te disculpes somos nosotras las que... estamos en tu casa.— dijo apenada la Alfa.

Las horas seguían pasando y a Jennie se le estaban haciendo una eternidad. Pero agradeció a todos los dioses que ya eran las ocho, asi que se levantó de él sofá estirandose.

— Bien. Hora de irnos.

Baekhyun se tenso ante esas palabras y quiso negarse rápidamente, pero lo único que hizo fue abrazar a sus cachorros, la mirada de Jennie se afilo contra él. Sabía que no debia tensar la cuerda que había entre el y Jennie, así que sumisamente agachó la cabeza.

Lalisa sabía que decir algo era una tontería, estaba claro que si Baekhyun tenía a sus cachorros podría escapar, asi que decidió mantenerse en silencio incluso cuando el castaño le mando una mirada suplicante durante breves segundos. Cosa que hizo gruñir a Jennie que estaba atenta a cualquier movimiento, pero el olor de Lalisa entrando por su nariz le dio un poco de calma.

—¿Pu-puedo verlos mañana?.— preguntó esperanzado.

—No.

交  ›  LA ALFA DE JENNIE 𖥻JLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora