seis.

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Lalisa escucha a su alfa gritarle que salga de ahí, su omega está cabreada ¡mucho! Jennie invade su espacio personal, gruñendo y atufandola con su olor.

Sabía que esto era un poco arriesgado teniendo en cuenta el carácter de Jennie.

¡Pero no tanto¡

— J-jennie calma.— dijo al ver cómo sus colmillos se estiraban levemente.

La omega no da ninguna respuesta y eso hace que la angustia en su pecho se vaya haciendo más y más grande, esto es una advertencia.

No vas a salir.

Esta claro el mensaje no le hacen falta palabras, Lalisa gimotea un par de veces en respuesta, intentando convencerla pero un gruñido sale en respuesta, la azabache agacha la cabeza dándole a entender que entiende.

Jennie empujó sus caderas sobre la entrepierna de Lalisa y el gemido salio disparado de entre sus labios Jennie y sus mil maneras de seducirla, de hacerle perder la cordura.

Pero no podía evitar que su cuerpo reaccionará a la estimulación que la omega le brindaba, las propias caderas de Lalisa se impulsaron hacia arriba en busca de mayor contacto, la omega encima de ella jadeó gustosa.

Lalisa cedio dejandose llevar por el deseo, su alfa le gruñó, el tampoco podía ignorar a esos encantos que tenía la omega, por como se desnudaba y se lucia encima de ella.

Lalisa tenía una visión encantadora de Jennie, algo que le gustaba de la menor era perderse en sus caderas marcadas, admiro el cuerpo de Jennie desnudo sobre el suyo, gimio cuando su miembro y la vagina de la Omega se volvieron a rozar.

Jennie parecía siempre llevar el control ¿Que pasaría si...? Lalisa empezó a escuchar las voces de aquellos que en su pasado y presente le decían lo poco que valía, como era una debilucha.

Lalisa se reincorporo empujando lentamente a Jennie contran el colchón; se sorprendió cuando vio a la omega tan sumisa. Lalisa ahora sí fue capaz de apreciar de cerca el rostro levemente sonrojado.

Lalisa primeramente hundio sus dedos en aquella entrada, estaba humeda y parece arde; estuvo así unos minutos, pero cuando su miembro comenzó a pedir su atención saco los dedos, escucho un gruñido de parte de Jennie, que cambió a un gemido cuando metió su pene.

Se mantuvo quieta unos segundos, disfrutando de esa agradable sensación, de esas oleadas de placer en su estómago, las embestidas se volvieron  más certeras y rápidas el calor entre sus cuerpos aumentaban más y más, hasta que el placer explotó como si dinamita fuera.

Quizás Lalisa mediante el sexo conseguía liberar y olvidarse de esa situación tan caótica en la que estaba, porque después de hacerlo, Jennie se quedaba acariciando sus cabellos, su espalda y liberando de ese delicioso aroma que tiene.

Pero no después de ese día todo parece volverse más controlado. Todo lo que ella tiene es de Jennnie, redes sociales, su departamento, es controlado. Teme llegar a casa y encontrarse con Jennie preguntándole cosas.

— O-oye, Jennie

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— O-oye, Jennie.— la omega somnolienta suelta un ¿Mmm?.— Te-tengo que i-ir a trabajar.

Jennie simplemente gruñe y la libera de su agarre, va hacía el armario para ver la ropa que se pondra hoy, cuando termina de vestirse va hacía la cama y besa su frente haciendo ronronear feliz a la omega.

Lalisa baja para hacerse su desayuno mira el reloj en la pared 7:56 hasta las 9 no entra, suspira y mira sus mensajes de WhatsApp, por suerte Jennie no tiene o eso quiere pensar.

Hyumin le a mandado un monton de mensajes y 5 llamadas perdidas, rápidamente se disculpa diciendo que le surgió un imprevisto, aquél que es un amigo le dice que queden para verse.

Su mente se satura y sus manos tiemblan pero escribe un si, necesita hablar con alguien olvidarse de esta situación en la que está. Si Jennie no se entera no pasa nada.

Así que después de trabajar quedan en la cafetería que suelen frecuentar, espera no ponerse nerviosa, si no su olor se exparcera por todos lados.

— ¡Que alegría me da verte!

— Enserio siento lo de ayer.

— No importa, tranquila.— dice sonriente.

Hyumin no es tonto huele como la omega que tiene Lalisa en casa la marca posesivamente y no solo con su olor, si no dejando visibles marcas, el nunca a sido de meterse en al vida de otros.

Pero Lalisa parece estar asfixiandose y eso le produce pena, no sabe como sacarle el tema indirectamente, porque ya le a preguntado varias veces por sus marcas.

— Oye Lalisa.— llama mientras muerde uno de los bollos.

— ¿Si?

— Tu omega...¿Te hace daño?

— Jennie...bueno ella es muy posesiva.

Hyumin sabe que Lalisa está jodida.

— Oh...

— P-pero estoy bien.

Pero no sabe cuanto.


















En qué momento llegamos a los 3k??

Asi las quería agarrar adictxs a los tóxico..
Nah, no se crean me alegra que les esté gustado este fanfic.

Nos leemos pronto.

交  ›  LA ALFA DE JENNIE 𖥻JLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora