Nunca había viajado en Pegaso durante un trayecto tan largo, pero fue increíble a pesar de que Blackjack amenazó con tirarnos en el lago de Central Park en más de una ocasión. Sí, ese fue su chantaje para conseguir el doble de manzanas que Percy le había prometido.
Finalmente, llegamos a Manhattan, durante el trayecto pude contarle a Percy qué mamá y yo habíamos estado viviendo Quebec y como hasta que hace un año por el trabajo de mamá tuvimos que mudarnos aquí.
Cuando llegamos al edificio en el que vivimos mi mamá y yo, Percy parecía nervioso y en el fondo yo también lo estaba. A esta hora mamá debe estar por llegar a casa y no tengo ni la menor idea de cómo va a reaccionar cuando vea a Percy.
—Realmente este lugar no está tan lejos del departamento de mi madre —Percy murmuró mientras estábamos en el ascensor. Él me dio una sonrisa—. Ella te va a amar cuando te conozca.
Escuchar eso me dio miedo. No por su madre, es solo que son demasiadas cosas que procesar.
Finalmente, llegamos hasta la puerta del departamento. Saque las llaves de mi mochila.
—Mi mamá aún no debe estar aquí —le dije—, pero no creo que tarde mucho.
Percy asintió y entonces entramos. Inevitablemente, una sonrisa surcó mi rostro al ver mi hogar otra vez. Nuestro departamento era pequeño, suficiente para nosotras dos, pero sobre todo era muy acogedor. Ver los colores cálidos y el estante lleno de libros en la sala me da tanta paz. A mamá le encantan los libros.
Percy también observó todo a su alrededor, aunque se detuvo especialmente en la mesita junto al sillón. En ella había varias fotos de mamá y mías.
Había una foto de mí comiendo pastel a los cuatro años, otra de un viaje a la playa de Santa Mónica poco antes de mudarnos aquí, otra de mamá embarazada, y finalmente una donde me sostenía siendo una bebé. Percy tomó esa última foto. Él pareció muy conmovido al ver esa imagen.
Quería decirle algo, pero no supe qué y mucho menos cuando un aroma delicioso a chocolate provino desde la cocina.
—Creo que mi mamá está aquí —le susurré.
—¿Mamá? —la llamé con voz fuerte.
—Sí, cariño. Estoy en la cocina.
Percy miró hacia donde provenía la voz de mamá, yo lo miré y entonces caminé hacia ella. En cuanto entré a la cocina la vi dejando una charola de galletas sobre la pequeña isla. Entonces ella me miró y su rostro se iluminó.
Obviamente, me lancé sobre ella hasta envolverla en un abrazo superfuerte. La había extrañado tanto, nunca nos habíamos separado durante tanto tiempo.
—Te extrañé tanto —ella me dijo mientras me abrazaba igual de fuerte.
—Yo también, mami.
Ella me dio un beso en la frente para luego inspeccionarme con sus hermosos y tormentosos ojos grises.
—Estás tan grande y hermosa.
Hermosa yo. La que se veía hermosa era ella.
—¿Cómo te fue, cariño?
—Bien, mami, aprendí muchas cosas y —me quedé un momento en silencio— conocí a muchas personas.
—¿Pasa algo? —me pregunto rozando mi mejilla.
—Y-yo, bueno... —decir esto es tan difícil—. Alguien vino conmigo.
Al escucharme los ojos de mamá se obscurecieron, ella miró hacia la puerta. Entonces tomé su mano.
—Ven conmigo, por favor —dije sin darle oportunidad. En cuanto entramos a la sala, Percy aún seguía viendo nuestras fotos, pero al instante se dio cuenta de nuestra presencia.
Él miró a mamá y sus ojos verde mar se iluminaron al verla. Me giré hacia mamá para ver su reacción, sus ojos mostraban un gran asombro y su piel se había vuelto dos tonos más pálida.
—Mamá —dije—. En el campamento yo conocía a...
Mamá negó como si no pudiera creerlo, luego se llevó las manos al rostro. La escuché inhalar con fuerza. Entonces me miró.
—Dile que se vaya —dijo y se marchó.
—Annabeth... —la llamo Percy, pero ella lo ignoro.
—¡Mamá!
—No, Charlotte —ella gritó desde el pasillo—. No quiero hablar con él.
—Annabeth, tenemos que hablar —Percy dijo y cuando vi sus intenciones de seguirla lo detuve.
Conocía a mi mamá lo suficientemente bien como para saber que su voz no se había escuchado bien. Ella necesitaba procesar esto, no era un buen momento para hablar con Percy.
—Charlotte —dijo en tono suplicante cuando lo detuve.
—Por favor, mi mamá no está bien. Deja que lo asimile —le dije, pero él parecía no muy convencido—. Te prometo que voy a hablar con ella, le explicaré que no eres la mala persona que cree y que mereces que te escuche.
—Está bien, pero por favor pídele que me dejé explicarle lo que pasó —Percy miro por donde mamá se había ido y en sus ojos había dolor—. No viste como me miró, parecía como si estuviera deseando que desapareciera de su vida para siempre.
—Han sido muchos años —dije—. Entiéndela, ella tiene una muy mala idea de ti, y tampoco creo que hubiese esperado que algún día volvieras.
—Muy bien —Percy suspiro. Me revolvió el cabello con un gesto cariñoso—. Volveré luego, por lo pronto si necesitas algo sabes cómo encontrarme.
—Hasta luego Percy.
—Espero que algún día pueda escucharte, llamarme papá.
—Solo dame tiempo.
—Lo haré, adiós hija,
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Hija del Mar (Pausada)
FanfictionMi nombre es Charlotte y juró que mi vida era normal, hasta que mis compañeras de clases decidieron transformarse en monstruos en nuestro último viaje escolar.