𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦 𝟥

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El sueño de A-Cheng era pesado cuando se medicaba o nulo si no lo hacía, pero gracias a que se sentía más relajado y había recuperado su ciclo normal de sueño simplemente durmió tranquilamente.

No notó cuánto tiempo duró su descanso, solo que a mitad de la noche o eso asumió, su agradable sueño se vio interrumpido por una presencia a su lado, sintió una mano recorrer el costado de su cuerpo, delinear su somnoliento rostro y después fue consciente de cómo alguien lo envolvía entre sus brazos. Eso lo hizo abrir los ojos de golpe y tratar de alejarse, el temor creció en su pecho y cuando estuvo a punto de gritar por la sorpresa, escuchó una tranquila voz consolarlo.

—Está bien Wanyin, soy yo...No tengas miedo—susurró Wangji sujetando su rostro para que pudiera enfocarlo.

—A-Zhan, ¿Qué haces aquí?¿Porque...—¿Por qué estas en mi cama? Quiso preguntar, pero simplemente encendió la lámpara de su mesita de noche y escaneó el rostro del Lan. El cual parecía cansado y con un tono decepcionado mencionó.

—Vi a Wei Ying, él... cuando llegue estaba a punto de irse con Ruohan, lo vi besarlo y se dirigieron a un ...

—Lo siento Wangji— Jiang Cheng no necesitaba que dijera nada más, sabía perfectamente que Wei Ying no iría precisamente a hablar con Ruohan. Y realmente no sabía cómo consolar a Wangji, así que intentó salir de las sabanas y murmuró—¿Quieres que te prepare un café o té?

—No—negó de inmediato el Lan.

Colocó su mano sobre el pecho de A-Cheng y suavemente lo empujó de vuelta a la cama, sin una sola palabra lo envolvió entre sus brazos y hundió el rostro en su cuello.

Wanyin se quedó estupefacto por su comportamiento tan inusual e íntimo, por unos minutos se quedó inmóvil, pero conforme pasaba el tiempo lentamente comenzó a acariciar su espalda y cabello mientras que con todo el cariño del mundo le murmuraba palabras de aliento.

—A-Zhan... no mereces sufrir o sentirte mal, eres un hombre maravilloso y estupendo, cualquiera estaría encantado de estar a tu lado...yo estoy feliz con simplemente tener tu amistad, con poder verte aunque sea una horas y si pudiera...—Jiang Cheng cerró la boca al percatarse de lo que estaba a punto de decir, pensó que afortunadamente Wangji no habría escuchado sus palabras, pero para su sorpresa Wangji levantó el rostro y lo miró con detenimiento.

— ¿Si pudieras qué?

—Nada...—contestó de inmediato y retiró su agarre sobre el Lan. Odiaba la idea de perder lo que tenía con Wangji en ese momento, así que en un intento de conservarlo trató de alejarse—Dormiré en la sal...

—No...—espetó Lan Zhan, forcejeó con Wanyin hasta retenerlo sobre la cama y cuando hubo inmovilizado sus muñecas contra el colchón volvió a insistir—Dime... ¿Realmente sientes algo por mí?

Jiang Cheng abrió los ojos de par en par y sintió los nervios inundar sus sentidos.

—¿Cómo...—balbuceó sin poder entender como sabía eso Wangji

—Eres demasiado transparente cuando no estas intentando alejar a todos con ese ceño fruncido.— señaló A-Zhan—Y la forma en que me miras cuando crees que no lo notó o hueles mi saco a escondidas me dio una pista.

—Yo...—A-Cheng estaba avergonzado, el rubor cubría sus mejillas y aunque quería apartar la mirada no podía dejar de observar al Lan. Y la curiosidad del porque Wangji no parecía molesto o enojado cuando sabía de sus sentimientos hizo que Jiang Cheng mordiera sus labios y se armara de valor para confesar.—Me gustas Wangji, creo que te amo... No puedo dejar de pensar en ti y nunca me había sentido así por alguien, sé que tú...

𝑀𝑎𝑙𝑎 𝐽𝑢𝑔𝑎𝑑𝑎 🍄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora