5] Noticias tras el Apocalipsis III

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—¿Todo listo? —preguntó Óscar, mientras le daba los últimos retoques a su sedoso pelo rubio

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—¿Todo listo? —preguntó Óscar, mientras le daba los últimos retoques a su sedoso pelo rubio.

—Sí, cuando quieras —respondió Javier Lara, el hombrecillo rechoncho, de pelo negro y rostro pálido que llevaba la cámara.

Óscar se quedó en silencio, carraspeó y le hizo una cuenta atrás con los dedos para indicarle la entrada.

3, 2, 1...

Estaban grabando y Óscar, en un plano americano, ocupó la cámara. Estaba delante de un supermercado desvencijado del Lidel, rodeado de maleza y árboles de sangre.

—Muy buenas tardes, damas y caballeros, yo soy Óscar Mera y esto es el tercer reportaje de Noticias tras el Apocalipsis. Hoy nos encontramos en un supermercado del exterior, un supermercado de la antigua marca Lidel.

Javier enfocó el supermercado y mostró los muros exteriores, los cristales rotos de sus vidrieras, y las estanterías del interior vacías y destrozadas.

—Como ven, parece desvalijado. La naturaleza se lo está comiendo, pero, aun así, entraremos y les mostraremos una de las fuentes más importantes de recursos para los supervivientes del exterior. Esta clase de lugares son esenciales para sobrevivir si alguna vez se aventuran a salir de nuestra querida ciudad. Siempre cabe la posibilidad de toparse alguna lata en conserva que los miembros de la compañía "Comidas del Refugio" han colocado en supermercados de toda la zona que rodea Nueva Esperanza.

Óscar se colocó frente a las puertas automáticas completamente destruidas del supermercado y mostró una lata pequeña y redonda de metal. Llevaba una etiqueta grande, en la que aparecía una anciana con el dedo pulgar levantado y una radiante sonrisa.

—Estas son las famosas latas en conserva de la Abuela Dolly. Con una sola lata, un hombre adulto podría aguantar un día entero sin comer nada más. En este caso, son... —Óscar leyó la etiqueta de la lata— albóndigas, pero las hay de todas las clases. A mí, en particular, me gustan las sopas de pollo y jamón que ofrecen, y siempre que salgo al exterior me llevo varias por si sucede cualquier cosa.

Corte a imágenes del interior del supermercado. El polvo reinaba allí y las estanterías estaban tiradas en el suelo o completamente vacías. De pronto, Óscar surgió de nuevo en pantalla, esta vez en mitad de un pasillo, apoyado en un carrito de la compra viejo, oxidado y de aspecto quebradizo.

—Este supermercado es el más cercano a Nueva Esperanza, por eso está tan vacío. Los viajeros que quieren salir de la ciudad siempre vienen aquí para reabastecerse. Y hoy, gracias a la empresa "Comidas del Refugio", nosotros nos encargaremos de proveer de latas este lugar. Con suerte, nos encontraremos con algún que otro superviviente que quiera contarnos su historia. Así que, acompáñennos en este nuevo reportaje de Noticias tras el Apocalipsis, su programa de confianza.

Un nuevo corte. Acto seguido, se sucedieron unas imágenes de Óscar colocando las latas en los estantes vacíos, todo ello acompañado por un solo de guitarra de fondo. Las risas y las bromas acompañaron la tarea, y todo ello se vio plasmado en pantalla.

Crónicas del Apocalipsis: El Despertar de las AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora