Yo Soy Spider-Man

¿Amigos o enemigos?

Una mujer de rasgos asiáticos se mantenía recargada en el barandal del helipuerto en la cima  del departamento de policía de distrito, fumando un cigarro con un semblante pesado y molesto en su rostro.

La mujer exhaló el humo de su cigarrillo mientras observaba fijamente las calles de la ciudad, intentando despejar sus pensamientos y alejarse lo más posible de lo cansado que habían sido las últimas semanas para ella. Tristemente, su paz no duraría demasiado debido a cierta persona de poderes arácnidos.

-Capitana.- llamó aquella voz juvenil que hacía ya un tiempo no solía escuchar, sacando a su vez a la mujer de su ensimismamiento.

-¡¿Spider-Man?!- preguntó la mujer mientras giraba su cabeza de un lado a otro buscando con la mirada que ningún otro oficial de policía estuviera presente. -¿Qué estás haciendo aquí? Podrían despedirme solo por hablar contigo.-

-¡¿Q-Qué!?- exclamó sorprendido el arácnido. -P-Pero ya habíamos trabajado juntos en el pasado.- 

-Las cosas cambiaron después del blip, tenemos ordenes directas de no colaborar en asuntos oficiales con ninguna clase de justiciero... tú y tus amigos super poderosos han visto un aumento inusual en sus apariciones, cada vez hay mas vigilantes enmascarados en las calles que cuentan con habilidades super humanas, ¿Qué no lees el periódico?- exclamó la capitana mientras le ofrecía uno al arácnido.

—La plaga silenciosa de la que nadie está hablando, aparecen super héroes de la nada... ¿Deberíamos temerles? ¿Quiénes se esconden bajo esas máscaras? El peligro que esto representa y todo de lo que nadie está hablando.

por J.J. Jameson...— leyó el castaño mientras observaba las fotografías de la primera plana, una fotografía suya, justo de las que vendió para el periódico hace un par de días, Ms Marvel frustrando un atraco, y nuevamente una foto con mala calidad de aquellos sujetos vestidos de azul y amarillo huyendo de un edificio en llamas.

-E-Esto es una tontería.- exclamó molesto el arácnido mientras la mujer asentía. -¿P-Por qué no hay nadie hablando del Big Man? ¿de las drogas...? ¿Q-Qué acaso nadie recuerda a Hammerhead y los Maggia?- preguntaba exaltado el joven a lo que la mujer volvió a fumar de su cigarro.

-Las elecciones para alcalde de la ciudad están a la vuelta de la esquina, están evitando a toda costa cualquier tipo de enfrentamiento contra las mafias y traficantes para evitar "violencia innecesaria" y a falta de un enemigo público, están centrando su atención en todos aquellos super humanos que operan de forma ilegal en la ciudad... como tú.- dijo la mujer mientras el chico pasaba saliva pesadamente.

-¿E-Entonces el departamento está encubriendo lo que sucede?- preguntó impresionado el arácnido a lo que la mujer suspiró mientras expulsaba el humo y agachaba la cabeza.

-Lo están ignorando... tenemos más de 12 ubicaciones sospechosas y las autorizaciones no están llegando.- dijo la capitana mientras apagaba su cigarro en el suelo.

-¿Y... no se supone que usted es la jefa?- 

-Incluso yo debo responder a mis superiores... y son ellos los que nos están poniendo tantas trabas.- suspiró cansada la mujer. -El departamento se está desmoronando... sospecho que tenemos oficiales sucios que están aceptando sobornos para hacerse de la vista gorda... y no hay mucho que se pueda hacer ya que los recursos se están desviando a la investigación de super humanos y justicieros.- exclamó molesta la mujer. -Como sea... ¿Para qué viniste?- preguntó la mujer sin dirigirle la mirada al arácnido y veía la ciudad.

-Necesito su ayuda.- dijo el chico mientras la mujer lo volteaba a ver confundida.

-¿Con qué exactamente?-