Perdóname

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Podemos estar de acuerdo en que mentir está mal, hacerlo para evadir las responsabilidades de tus actos te convierte en un cobarde, hacerlo para culpar a alguien más por lo que hiciste es un acto despreciable, pero hacerlo para no herir a las personas que amas ¿Es justificable?.

Una chica rubia caminaba rápidamente mientras era seguida por Peter quien repetía su nombre una y otra vez con la esperanza de que se detuviera.

-¿Qué quieres Peter?.- dijo la chica rápidamente y sin ver al chico a la cara.

-Solo quiero que me dejes explicar lo que pasó.- dijo nervioso el arácnido.

-¡Peter estoy cansada!, Siempre que pasan este tipo de cosas te desapareces, te llamo, te mando mensajes y no me contestas. Apareces al día siguiente como si nada y no te esfuerzas mucho en explicarme que demonios pasó, si quieres explicar algo comienza con decirme ¿Porqué te tengo que ver con golpes en el rostro?, ¿Porqué siempre te alejas de nosotros?, ¿Porqué llegas tarde todo el tiempo? Solo quiero que me hables con la verdad, ¿Podrías hacer eso por favor?.- se desahogó la chica mirando fijamente a los ojos de Peter, quien sorprendido y callado se debatía internamente si realmente era una buena idea confesarle todo lo que ha estado haciendo.

-Gwen de verdad me gustaría pero... no puedo - dijo el castaño bajando la mirada.

-Por supuesto que no puedes, nos vemos Peter.- la chica solo se volteó y siguió caminando mientras el chico la miraba tristemente.

-¿Porque de todas las personas a las que pudo morder la araña me tocó a mi?.- se preguntó a sí mismo mientras caminaba en otra dirección, al pasar un par de calles, su sentido arácnido le hizo mirar hacia un callejón cercano donde se encontraban una mujer con su hijo, ambos estaban rodeados de por lo menos cinco tipos los cuales querían robarle sus pertenencias a la mujer y algo más.

-Vamos preciosa, danos el bolso.- exclamó un hombre apuntándole con un cuchillo.

-T-Tengan ahora déjenos en paz.- la mujer le lanzó su bolsa mientras ponía a su hijo detrás de ella.

-Oigan que les parece si nos divertimos un poco más con este bombón.- sugirió otro de los asaltantes acercándose a la mujer, sin embargo el niño se interpuso entre ellos.

-¡Aléjate de mi mamá!.- exclamó el niño pateando al tipo en la pierna sacándole una risa a los compañeros del hombre.

-Maldita rata te voy a...- el hombre trato golpear al niño de no ser porque su brazo fue detenido por una telaraña.

-¿De verdad se necesitan de cinco sujetos para robar a una madre y su hijo?.- dijo Spiderman saltando y poniéndose en frente de la mujer y el niño.

-¡M-Mierda, es la araña, yo me largo de aquí!.- gritó uno de los hombres quien trató de salir huyendo sin embargo Peter le disparó una telaraña y lo noqueó rápidamente.

-¿Quién sigue?.- los hombres se lanzaron contra el arácnido quien fácilmente los vencía uno a uno, mientras el último hombre que quedaba de pie sacó un arma y estuvo por dispararle a la mujer, de no ser por Spidey quien le arrebató el arma y lo durmió de un fuerte golpe por lo que envolvió a los tipos con sus telarañas y le pidió a Karen que reportara el asalto.

-Tome, esto es suyo.- dijo el arácnido recogiendo la bolsa de la mujer mientras su hijo lo veía con una enorme sonrisa.

-M-Muchas gracias Spiderman.- exclamó la mujer con lágrimas en los ojos abrazando al arácnido quien solo le dio unas palmadas en la espalda.

-Ya están a salvo eso es lo que importa.-

-Eres genial Spiderman.- exclamó el niño extendiendo su puño al arácnido quien lo chocó con una sonrisa bajo su máscara.

Yo Soy Spider-ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora