Yo Soy Spider-Man

Un héroe adolescente

Ser un super héroe, es algo con lo que muchos alguna vez soñamos o  fantaseamos siendo pequeños, aquellas historias apasionantes de personas capaces de darlo todo por los más indefensos, de aquellos personajes que nos fascinaron con sus hazañas, ¿Pero qué significa ser un héroe?

Ser un héroe, va mucho más allá de tener superpoderes, salvar al mundo, o detener criminales. Incluso va más allá de simplemente hacer lo correcto. Ser un héroe, significa marcar la diferencia, ser responsables, demostrar con acciones que podemos ser mejores cada día, y que en el camino podemos inspirar a otros a superarse y hacer de este mundo un lugar mejor.

Y a mi punto de vista... Todos podemos ser héroes.

El protagonista de esta historia, es un joven conocido para todos, de cabellos castaños, ojos marrones, y nacido en Queens. Un joven arácnido que vive en un mundo increíble, dónde los dioses, seres mágicos y personas de otros mundos son el pan de cada día. Un mundo donde un simple chico con poderes de araña no parece tener cabida, pero eso está apunto de ponerse aprueba.

Cinco largos meses habían pasado desde lo ocurrido con el buitre, evitando que este lograra robarse la tecnología de Tony Stark, logrando incluso que el mismo Iron-Man le ofreciera un puesto entre los héroes más poderosos del planeta.

Cinco meses, fue el tiempo que estuvo aprovechando para cumplir con su responsabilidad de ser el protector de las calles de su cuidad, y en su meta de convertirse en uno de los mejores héroes que Nueva York haya visto nacer, decidió dejar de lado por un momento la tecnología de Stark e intentar mejorar por su cuenta, saliendo a detener el crimen con su antiguo traje casero.

Y aunque en su vida persona todo pareciera ir viento en popa, no podía evitar sentir algo de incomodidad en su ser, puesto que el nuevo maestro de ciencias de Peter, el Dr. Curtis Connors había desaparecido repentinamente, lo único de lo que el chico se logró enterar, fue que su laboratorio personal había quedado completamente destrozado, dejando a su esposa y a su pequeño hijo, con un padre desaparecido.
Lo más raro del asunto es que en días posteriores, los rumores sobre un lagarto gigante en las alcantarillas alcanzaron su punto máximo cuando un periódico local comenzó a ofrecer una recompensa por fotografías que probaran la existencia de tal cosa, que realmente hablando de un mundo donde hay un soldado de otra era y dioses de otros reinos, suena como la cosa más normal del mundo.

-Espero lograr encontrar algo que me ayude a averiguar su paradero.- dijo el arácnido parado al borde de un edificio y observando lo hermosa que lucía la ciudad durante la noche para enseguida saltar y comenzar a balancearse entre las ruidosas calles de la ciudad.

-Para ser lunes... las cosas están muy tranquilas.- dijo el arácnido mirando en todas direcciones, hasta posar su vista en varias patrullas de policías que perseguían a máxima velocidad a un auto negro convertible que tenía el techo replegado el cual pasaba sobre la banqueta sin consideración alguna.

-Parece que mi semana no será tan aburrida después de todo.- se dijo el chico para rápidamente entrar en la persecución.

-Maldita sea ¡Acelera!.- exclamó uno de los fugitivos apuntando su arma hacia las patrullas policiales.

-¿Qué crees que hago?, ¡Cállate y empieza dispararles!-respondió su compañero conduciendo a toda velocidad evitando algunos coches para facilitar su huida.

Así los fugitivos empezaron a disparar a diestra y siniestra contra los policías quienes solo podían agachar sus cabezas contra el volante para no perder visibilidad y evitar que les hicieran un agujero en la cabeza.

-Estos tipo está locos, tengo que detenerlos antes de que maten a alguien.- se dijo a si mismo el arácnido para luego aumentar su velocidad y tratar de alcanzar a los fugitivos.