Prólogo

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Spring Ball

Dawn Winery, Mondstat.

Las luces del viñedo nunca se habían visto tan radiantes como aquella noche. Los violines acompañaban los cotilleos de las familias más poderosas de Mondstat en el salón principal, entre bailes y discusiones de negocios. Era el baile de primavera, una de las atracciones más esperadas del año, el comienzo de los preparativos laborales para lo que vendrá. Como de costumbre, sólo había una familia que podía proveer todas las comodidades necesarias para dicho suceso de tan alta estima; los Ragnvindr.

Diluc se observó por quinta vez en el reflejo de su habitación. Todo debía salir perfecto esta noche, y él no era conocido por su poca consideración y mala imagen. Este año cumplía 17, lo que significaba comenzar los preparativos para su herencia futura del viñedo. Esta noche su padre le había preparado una reunión importante con los gobernantes de Liyue, en donde tendrían que conversar acerca de cómo impactaría la pronta jubilación de su padre a los tratados, para evitar futuros problemas en la importación y exportación de sus productos.

Nada podía salir mal esa noche.

Escuchó unos golpes en su puerta, seguido de una mucama que le avisaba que ya era hora de darle la bienvenida oficial a sus huéspedes. Era su primera vez dando el discurso que daba comienzo a la noche. Mentiría si decía no estar un poco nervioso. Pero a pesar del crecimiento de sus ansias, carraspeó su garganta y abrió la puerta sin más preámbulos para dirigirse a las escaleras y visualizar a sus invitados.

Alzó una copa de vino que Adeline sostenía tras él, dándole ligeros golpes con una cuchara para llamar la atención de la multitud. Todos se alzaron en asombro al verlo al más joven de los Ragnvindr tomar la iniciativa este año. Podía ver el asombro y entusiasmo en la cara de todos, hasta sentía oír las voces de sus pensamientos. Cuando la multitud logró hacer silencio, prosiguió.

― Buenas noches, damas y caballeros. Me presento, soy Diluc Ragnvindr, hijo de Crepus Ragnvindr, y gustaría darles la bienvenida oficialmente a lo que todos ustedes desearon por tanto tiempo, al baile de primavera. ―aplausos inundaron la habitación. Iba mejor de lo que esperaba. ― Antes que nada, me gustaría agradecerle a la familia Lawrence, por las... cálidas cartas de recomendación que he recibido acerca de cómo proveer este evento, del cual mi familia se ha encargado por casi 20 años. Muchas gracias, han sido de gran ayuda.

Una oleada de carcajadas se escapó de la boca de los huéspedes. Los Lawrence eran conocidos por ser poco tolerantes ante la falta de etiqueta. Se habían asegurado de numerar sus protocolos en múltiples notificaciones, por décimo noveno año consecutivo. Diluc podría nombrarlas del revés. 

― Ahora que hemos roto el hielo, me gustaría oficialmente darle las gracias a mi padre, por finalmente darme la oportunidad de organizar este evento sin su constante palabrerío sobre cómo el podría hacerlo mejor que yo. Luego de 17 años, creo que logré entender el mensaje.

Otra oleada de risas. Podía ver los ojos aprobatorios de su padre desde su puesto junto a su hermano, entre carcajadas del público que claramente conocía el temperamento de Crepus cuando las cosas no se hacían de la forma en que él las quería. 

>> Como muchos de ustedes sabrán, este probablemente sea el comienzo de muchos eventos más organizados por mí, ya que mi padre decidió retirarse cuando cumpla mis 18. Una decisión que soporto al 100%, sabiendo que estará conmigo paso a paso, mientras intento convertirme en la mitad del hombre que eres. ―dijo con una sonrisa honesta, mientras alzaba su copa con cariño hacia su padre. ― Así que, si me lo permite la multitud, me gustaría brindarle el comienzo del baile de primavera a mi padre, quien no los ha defraudado en 19 años, y aún se encarga de proveer las delicias que poseen en sus platos ahora mismo. ―entre carcajeos, la multitud alzó sus copas esperando al llamado de comienzo del brindis. ― ¡Por Crepus! Un hombre tan maravilloso en sus negocios, como padre. Siempre serás mi ejemplo a seguir en cada paso que dé.

Good Business - Diluc RagnvindrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora