CAPITULO 21

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Odio hacer las compras, odio caminar por las calles con todo este hielo, no soporto el frío, creo que me voy a congelar, mis piernas se vuelven cada vez más pesadas. Creo que voy a pensar muy bien la opción de Yulian de ir a vivir con ella, esto de hacer todo sola me esta volviendo loca, antes era mucho más fácil con Liam, los recuerdos juntos se vienen a mi cabeza, se que no he superado a un la forma como me vio el día que se presentó en casa de Harry con mi madre, a pesar de todo es un gran hombre y me hizo feliz mientras duramos juntos.

El gélido frío arropa todo mi cuerpo y siento una sensación extraña, diferente al ambiente natural del invierno, es algo más que recorre todo mi cuerpo, volteo a mirar para todas partes, siento que alguien me observa pero a mi alrededor hay muchas personas, la cuidad es muy grande y los fines de semana es más concurrido. Aceleró el paso y entro en el supermercado para hacer mis compras. Minutos después ya llevo el carro de mercado lleno de mecatos, no se pero tengo una obsesión por las papas fritas que siempre me pasa lo mismo (termino comprando todo el marcado en cosas innecesarias).
La fila es inmensa y me arrepiento de haber venido, quiero dejar todo en su lugar y salir corriendo pero lastimosamente mi nevera ya esta vacía.
Siento que pasan horas cuando salgo del supermercado arrastro las bolsas como puedo para llegar al auto de Yulian que deje estacionado unas cuadras atrás del super. Ya es el último recorrido con las bolsas yendo y viniendo del super hasta el auto, ahora la soledad del lugar espanta y camino lo más rápido que puedo, abro la cajuela del auto y tiro las bolsas como puedo, regreso rápidamente a la puerta de piloto pero mi objetivo de subir al auto cambia por completo.
Siento unas manos pesadas entre mi boca y nariz  que obstruyen mi respiración, doy saltos, trato de gritar pero es inútil, mi corazón late por segundos y me siento totalmente asustada, que esta pasando Dios mío, trato de pensar como zafarme y el olor a medicamento invade mi olfato, mis ojos me pesan cada vez más y pierdo la fuerza en cuestión de minutos, trato de luchar, trato de mantenerme en pie pero mi conciencia se nubla y dejo de sentir.

Mi subconsciente me despierta, creo que estoy soñando, estaré en una piscina, ¿por qué siento agua? Sacudo mi cara para poder ver mejor, mis muñecas me arden y el miedo empieza a invadirme nuevamente, trato de recordar las últimas horas y pedazos de recuerdos viene a mi mente, recobro por completo mi conciencia. Esta sucio y huele a detergente, las paredes y lo que parecen ventanas están cubiertas de recortes de papel periódico, estoy atada a una silla de madera en mal estado y trato de pararme fallando en el intento, mis muñecas duelen mucho, el lazo esta muy apretado y me ha creado una marca rojiza. Tengo mucho calor, el abrigo para el frío ahora no es necesario , mi pelo se está pegando a mi rostro por el sudor y mis lagrimas no dejan de salir, me siento débil, y el miedo me consume, donde estaré y quien quiere hacerme daño, en mi cabeza se hace una lista de momentos de ella, si de Cloe, recuerdo sus amenazas y con la seguridad con la cual hablaba, trato de pensar pero la puerta vieja y chillona suena llamando mi atención.
Su figura, su estatura, su pelo, es ella, es Cloe, la mujer se acerca a mi y confirmó mis sospechas, la sangre me hierve y trato de gritarle, pero se lo que pasa en estos casos cuando provocas a tu agresor.
-Hola Nena, la rubia habla con su voz chillona y queda frente a mi, viéndome con una mirada penetrante que hace erizar todo mi cuerpo.
- ¿Qué quieres de mí? Pregunto rápidamente queriendo parecer fuerte, pero se que dentro de mi hay una bola de miedo que solo quiere llorar y encontrar un refugio.
- De ti nada, pero de tu noviecito mucho.
Cloe se ríe a carcajadas con una risa maléfica. Tu arruinaste mi vida y ahora vas a pagar por ello, si es que el idiota de Harry te quiere va a pagar cada centavo que le pida para que vuelva a ver a la estúpida de su novia, ósea tú, Cloe me apunta con algo muy puntiagudo que me causa miedo, un miedo tenaz, no se hasta donde es capaz de llegar esta mujer, Un nudo se atora en mi garganta, y siento que me cuesta respirar.
- Déjame ir por favor, no diré nada, por favor, las lágrimas empiezan a salir y ahora se que que todo es real. Siento mi mejilla arder, Cloe me da un golpe y el sabor sangre en mis labios me confirma que me ha roto el labio, escupo para ver si me ha reventado y efectivamente lo hizo, le lanzó una mirada fugaz y me fijo en la silueta de un hombre que se ha parado en la puerta, el sol no me deja ver muy bien quien es, poco a poco se acerca a mi y logro verlo, es Liam. Le doy gracias a Dios por ver un rostro conocido que me pueda ayudar, trato desesperadamente de llamar su atención para que me libere, pero mis gritos y súplicas solo hacen gastar la poca energía que me queda.
Liam se dirige a mi con una paciencia que no logro entender. ¿A caso no logra entender las condiciones en que me encuentro? Cuando esta justo frente de se agacha con sus largas piernas y rozando mi mejilla con su mano derecha muy suavemente, el tacto se me hace extraño y corro mi rostro enseguida. Con el acto Liam suelta una carcajada y se pone de pie en seguida al lado de Cloe, no logro entender nada hasta que veo algo que me deja en shot, Liam toma a Cloe por el pelo y la besa  apasionadamente, no siento nada, no siento celos, no siento rabia, solo siento miedo, no se que esta pasando, no puedo creer lo que estoy viendo.

POR ALGO TE CONOCÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora