Ocho

68 7 0
                                    

Ocho: Ellos quieren ir a la fiesta... pero, ¿qué pasa si todo se descontrola?


—Sinceramente, no.

—¿Por qué no?—insistió el chico frente a él—Solo queremos que vayan para que se diviertan.

Takemichi miró con algo de duda hacia el chico que abrazaba de manera despreocupada a Hakkai, el cual le sonreía de la manera más nerviosa posible, como si estuviera a punto de explotar de los nervios.

A su lado, Fuyu se movió de manera incomoda mientras se cruzaba de piernas, pero sin soltar su mano, y a su otro lado Souya miraba a su amigo con una ceja alzada sin comprender bien si era una broma o no lo que les estaba diciendo.

Souta les miraba con el ceño fruncido cruzado de brazos parado detrás del sillón para una persona donde estaba sentando Inupi, que miraba con un gesto bastante frío a la pareja, como si la invitación no hubiera movido nada en su interior.

Aunque todos tenían unos elefantes furiosos corriendo en su estómago.

—Además, todo correrá por parte de la casa—animo Mitsuya con una sonrisa sutil en los labios.

—¿Estás insinuando que somos pobres y no podemos pagar un lugar así?—preguntó Souya aumentando su sonrisa, pero eso solo lo hacía lucir más enojado que cordial.

—¿Qué? ¡No! Yo no dije eso—Mitsuya frunció el ceño—Solo estoy intentando convencerlos de que vayan... Peh y Pah ya aceptaron.

—Sí, bueno, ellos dicen que sí hasta si les propones irte a aventar de un puente—se quejó entre dientes Souta.

—No creo que sea una buena idea, Mitsuya—habló Chifuyu colocando una mano en su cintura, haciendo que se girara a verlo, el chico tenía el ceño ligeramente fruncido, pero sobre todo tenía un gesto cansado.

—¿Por los viejos tiempos?—Hakkai por fin abrió la boca e hizo un puchero.

—En los viejos tiempos yo resulte medio golpeado—hablo Inupi, no tenía que decir por quien había sido golpeado, incluso Chifuyu intensifico el agarre su cintura, atrayéndolo hacía donde estaba, para que terminaran en el chico de ojos celestes abrazándolo fuertemente por la cintura y el colocando su brazo sobre los del chico.

—Sí, ya somos más... ¿maduros?

—Eso sonó a pregunta—se quejó él.

—¡Vamos!—Hakkai de nuevo habló—Además queremos hacer un anuncio importante ese día, yo de verdad necesito que ustedes estén ahí.

—¿Ya te dio anillo?—pregunto Souya.

—No se los diré si no van—Hakkai se cruzó de brazos.

—¿Estás embarazado?—preguntó Chifuyu—Oh no, no lo estás porque eso es imposible, así que solo queda que te vaya a dar el anillo, sorpresa arruinada, ya sabemos, no tenemos que ir para saberlo.

—¡Fuyu!

El chico blanqueo los ojos y él río mientras le daba un ligero apretón a su brazo, ese pequeño gesto no pasó desapercibido para Mitsuya, tampoco la manera en que Chifuyu lo tenía abrazado, como si tuviera miedo que alguien se lo arrebatara, frunció el ceño y agrego:

—Es importante que estén nuestros seres queridos, chicos, son importantes para Hakkai, pero también lo son para mí, sé que no he sido el mejor amigo, pero...

—Los queremos y realmente me dolería que no estuvieran ahí—termino Hakkai.

Takemichi hizo una pequeña mueca al igual que su novio.

Lo que quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora