-No, Derek. Entiéndelo, cariño. Necesito hacerlo. Sé que en alguna parte está el niño al que conocía, el que me quiere, a lo mejor no cómo yo te quiero a ti, si no el que se consideraba mi hermano, tengo 20 minutos, antes de que recalque que el vestido es de su estilista. Y debo hacerme el peinado que quiero. Por favor, Derek.- Suplicó Felicité, y Derek negó con la cabeza, era raro si cedía.
-Por favor Derek, piensa en quien mantienes tú lealtad ¿Quién te encontró después de que ella te dañase? ¿Quién no se despegó de tu lado, cuando estabas en el hospital? ¿Cuándo te estaban haciendo el puñetero lavado de estómago? Estabas dándome la mano a mi, yo siempre he estado, nunca me he ido, Derek. Aunque pienses que todavía soy una niña, sigo aquí, contigo.- Dijo Felicité con una sonrisa triste
-Es complicado, Fi. Soy leal a ella, porque los sentimientos hablan por mí, te miro y veo a una hermana. - Dijo Derek, con la mirada perdida
-Lo siento, Derek.- Se acercó al pelinegro y le dio un beso en la mejilla.
Se acercó al armario, y se puso el vestido, de forma apresurada.
Se puso el vestido, con todas las capas que conllevaba, e intentaba apretar el corset, cuando sintió unas manos en las tiras del mismo.
-Me voy a arrepentir de esto.- Derek, ayudó a vestirse a Felicité, le puso todas las capas. El vestido era precioso, de color azul claro, llevaba detalles en color dorado y blanco. Fue difícil conseguir esos colores, a su madrina, le dijo 'cómo los ojos de ethan, así vamos a conjunto'
Así surgió, que el traje de Ethan llevaba detalles de color esmeralda. En el medievo podrían pasar por reyes.
Al ponerse los zapatos, fue una tarea complicada, en la que Derek ayudó.
Cuando terminó, esperó, en el pasillo, antes de las escaleras.
Isabelle Ness seguía en el mismo discurso clasista.
-La verdad es que cómo decía, no todo el mundo se puede permitir una fiesta como esta, una renovación de muebles de simplemente un día, y además unos trajes y vestidos tan lujosos cómo estos. Y en mi acto de amor, he pagado el traje del Señor Derek Scheel- Dijo mirando a Derek que hacía poco había bajado.Lo siguiente lo dijo en un tono bajito -Cómo ya es costumbre desde hace años. Este año, se ha sumado la Señorita Felicité Espósito, que aunque quisiera, jamás podría deslumbrar a mis dos hijas.- A continuación, bajó Felicité, y se subió al escenario improvisado, aunque era precioso, era muy elegante. Agarró el micrófono y una luz blanca apuntó hacía ella.
-Hola a todos, burgueses y amigos. Es cierto, que Isabelle Ness me pagó el vestido.- Modeló el vestido y aclaró -Oh no, lamento el malentendido. Este maravilloso vestido, me lo ha hecho mi madrina, porque yo no me avergüenzo de dónde vengo,- Adrianne miró a Felicité incrédula -Aunque este vestido me quede magnífico, cómo estarán todos de acuerdo.- La gente aplaudía y gritaba, animando a la muchacha.
-Porque según Isabelle Ness, no podía destacar más que su hija, cosa que no es justa ni para ella, ni para mi. Así qué Isabelle -Levantó la mano en señal de triunfo. -Visto lo visto, el juego que tu supuestamente creaste, lo hemos ganado nosotros.- Termina de decir, mientras se alejaba, volvió y cogió el micrófono y dijo -Ah, y que sea la última vez que jodéis a uno de los míos.- Una vez dicho eso, se bajó del escenario, Ethan la recogió y le dijo -Has estado mágnifica, cariño.- Felicité no podía estar más feliz. Y Derek la miró, y después echó un vistazo rápido a Adrianne, que miraba a todos con rabia. Derek se acercó a la ojiverde, y la abrazó, bien fuerte, muy acogedor.
Hacía años que no se abrazaban así.
Adrianne se acercó, estaba furiosa.
-¿Cómo se te ocurre humillarme en mi propia fiesta? Eres una perra malparida.- Dijo Adrianne, con cara de asco.
-Puede ser, pero yo nunca te hubiese hecho algo así. Supongo que además de ser diferentes personas tenemos diferentes lealtades.- Adrianne abre la boca, indignada y dijo
-La lealtad de Derek me pertenece- Dijo Adrianne, segura.
-Puede ser cierto por ahora, aunque no tientes mucho a la suerte, porque podrías salir perdiendo, tal vez no hoy. Pero a la larga, sabrá lo que le llevas haciendo mucho tiempo, tú y tú familia.- Añadió Ethan, mirando de reojo a Isabelle Ness que se bajaba del escenario con indignación y se acercaba a ellos.
-Cuando se acabe la fiesta, no volveréis a pisar mi casa, ni siquiera tú, Derek.- Lo miró con asco, se marchó.
-Vamos a disfrutar los que nos queda en esta casa, Sr Scheel.- Le dice a Ethan, sonriendo elegantemente.
-Estoy encantado de poder pasar esta velada con usted, Señora Espósito- Por un momento aparta la vista y ve a Derek discutir con Adrianne, era la primera discusión que tenía, Ethan tenía que reconocer que su chica sabía causar sensación.
La velada estaba yendo mágnifica. al menos para Ethan y Felicité, para Derek era una pesadilla.
-Cómo puedes ser así de mal agradecido, te he abierto las puertas de mi casa.-Movió las manos con rabia, y Derek aguantaba todo lo que le caía encima.- Te he presentado a mis padres. Te han comprado ropa, nunca has tenido que sacar la cartera porque eres un inservible. -Se ríe de Derek, con desprecio.- Ni para ganar dinero sirves. Yo creo que tu madre se fue feliz de saber que no te iba a tener que aguantar más.
Dando la mala suerte de que ese era el nervio de Derek.
Todos estaremos de acuerdo de que Derek aguantó mucho durante la amistad, que Adrianne no sintiese lo mismo, a estas alturas daba lo mismo.
Porque si te declaras a una persona, o la misma lo nota y no se siente lo mismo, pues que vas a hacer, te jodes y punto porque para eso existen los gustos. Uno encaja físicamente con cualquiera, pero el alma no es libre con cualquiera.
La cosa que le parecía injusta a Derek era clara.
-Mira, Adrianne. Ya me tienes hasta los mismísimos cojones. Quita el nombre de mi madre de tu sucia boca. Yo sirvo para algo y estoy harto de que tú y tu familia siga tratándome tan mal, porque por mal que suene si no fuese por mi todos los amigos que tienes, no los tendrías porque acabas siendo cruel y despota y se quieren alejar pero yo a ti te quería tanto que lo que hago es decirles que te den una oportunidad. Ahí se fue, Adrianne.- Dijo lo último en un suspiro- Ahí se fue tú última oportunidad conmigo. Para la próxima vez que alguien intente entrar en tu vida, no lo eches a patadas. Porque yo de verdad quería quedarme, pero no puedo seguir eligiéndote a ti, en lugar de a mi.
-Eres un dramático, Derek. ¿Qué intentaste quitarte la vida? Vale, súperalo, fue hace un tiempo, tampoco es para tanto.- Se dio la vuelta y se fue, cómo si estuviesen esperando al bus y ella se haya equivocado de parada. Porque por raro que fuese era verdad, se equivocaron de parada. A lo mejor Derek todavía podía hacer las cosas bien.
Puede que pueda recuperar a su familia, puede que vuelva a recuperar a su mejor amiga, a su hermana, a su compañera del crimen, pero lo más importante de esto es que puede, y con su debido tiempo puede que se pueda recuperar a él mismo.
La música clásica sonaba por todo el salón de baile, Ethan y Felicité daban vueltas, bailaban tan sincronizados, se balanceaban suavemente con la música, la música era calmada, incluso romántica, a ambos se le hacía raro estar bailando ese tipo de música con el otro.
-¿Sabes? Yo en mi vida anterior debí ser muy bueno para tenerte en esta vida. Porque te lo juro, que no hay nada que no quiera hacer contigo. Es que por más que trate de pensar en otras personas y en planes más social. Prefiero mil veces estar contigo en mi autocaravana, viendo una película contigo, o irnos a aquí al lado, a Castén, o a nuestro sitio especial
.- Ethan la cogió de la mano, de una forma suave, le dio una suave vuelta, haciendo una pirueta.
-Joder Ethan, te adoro. De verdad que sí.- Pararon de bailar un momento aunque la música seguía sonando, les pasó lo mismo que cuando se besaron, para el reto.
Se hizo una burbuja especial alrededor de ellos, y estaban tan cómodos con la presencia del otro, que estuvieron tranquilos toda la noche, bailaron, bebieron vinos finolis, y desde luego que disfrutaron cómo enanos.
¿Pero qué hay de Derek?
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we are a family now
RomanceAdolescencia, que desastre más poético. Ellos comienzan siendo amigos. El destino es impredecible, te enamoras, pierdes amigos, rompes con tus parejas, fiestas. ¿Suena bien? En esta novela hay de todo eso y más.