Mi secreto inolvidable | Inolvidable #2

Capitulo 1

Desperté mucho más antes que sonara la alarma, era el primer día de clases después de las maravillosas vaciones de verano. Solo de pensar en lo increíble que fue mi verano, dar mi primer beso y dárselo nada más y nada menos que a Liam Anderson. Mis mariposas comenzaron a revolotear por pensar en él. Di un suspiro profundo de la alegría que sentía todo mi ser.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño para darme una ducha. Aprovecharía en estar más tiempo porque me levanté más antes que los demás. Ya había terminado de ducharme y de secarme estaba lista para salir. Cuando tocaron la puerta, abrí y era mi madre.

- ¡Nery! - Exclamó con asombro. - Te levantaste temprano. - Añadio siempre de la misma forma. Normalmente mi madre siempre llega a despertarme.

- Sí. - Respondí con una sonrisa de felicidad. - Recuerda que Kat, no podrá venir por mí, para irnos juntas su vuelo se retraso, me iré con Peter. - Di un suspiro de resignación, pero también de alegría porque me iría junto con Liam.

- No tardes en cambiarte. Sabes cómo es tu hermano y no voy a querer una pelea. - Dice mi madre amenazando con su dedo índice. Acenti y cerro la puerta del baño.

Camine rumbo a mi cuarto para comenzar a cambiarme. Empecé con la ropa interior, seguido escogí un pantalón de mezclilla de color azul y una blusa manga larga, así cubriría el brazalete por Peter. Me puse mis converse, extrañaría usar ropa cómoda y fresca. Pero aquí no era cálido, como lo era en California.

Me miraba en el espejo una y otra vez para estar segura que había hecho una buena combinación. Cuando me sentí segura con la ropa , pase con el cabello me lo peinaba, con mucho cuidado ahora estaba largo y se me enredaba de las puntas. Tampoco era el castaño opaco de siempre ahora estaba más brillante y claro. Mi piel estaba bronceada y suave. Mi cuerpo estaba agradecido por las vacaciones.

Luego seguí con el maquillaje, siempre resaltando mis ojos azules como el cielo. Me rize las pestañas y me puse rimel para hacerlas más voluminosas. Mis labios los pinte de un color durazno.

Me sentía y me miraba linda en mi rostro se notaba la felicidad que sentía. Guarde mis cuadernos en mi bolso, mi móvil lo guarde en la bolsa trasera de mi pantalón y me puse mi brazalete. Baje directo a la cocina donde ya estaba mi madre preparando el desayuno.

- Que aroma más delicioso. - Digo acercándome a la cocina. Mi madre estaba cocinando unos ricos panqueques con relleno de fresa. - ¡Mis favoritos! - Exclamé saboreando los.

- Todo por mi niña consentida. - Dice mi madre con una sonrisa.

- Mamá... ya no tengo cinco años. - Puse mis ojos en blanco. Saque de la nevera el jugo de naranja lo puse en la mesa, busque vasos, tazas, cubiertos y platos para ponerlos también.

- Eso ya lo noté, que te estás convirtiendo en toda una mujercita. - Lo decía por el maquillaje que estoy usando. - Para mí, siempre serás mi niña. - Añadio dándome un abrazo y un beso en la frente.

Después del emotivo momento de mi madre. Me servi mis panqueques y comencé a comer. Mi madre se sentó para desayunar también. En ese momento entro mi padre.

- Buenos días a mi reina y a mi princesa de la casa. - Saludo. - ¿Cómo amaneció mi hermosa esposa? - Pregunto con una sonrisa. Se acercó hasta el asiento de mi madre para desositarle un tierno beso en la frente. Mis padres siempre han gritado a los cuatro vientos el amor que se tienen. - ¿Nery lista para el instituto? - Hizo otro pregunta.

- Sí. - Respondí con una sonrisa. Mis respuestas de antes era otras, siempre decía: << No tengo ganas de ir>> << Puedo faltar este día>> pero ahora era distinto tenía un motivo y era evidente mi alegría que tenía por regresar al instituto.