Liam se disculpo conmigo al día siguiente, le pregunté si, su enfado se debía por Eddie. Me contesto que no, que se debía al estrés que le generaba el partido. Tienen que ganar si o si para llegar a la final. No insistí más en el asunto. Y pasamos página.
Las gradas estaban llenas como eran de costumbre. Algunos chicos llegaba a ver a las porristas y las chicas a ver a los chicos del equipo. Kat y yo siempre hemos apoyado a nuestro equipo. Que se hace llamar: Los dragones. Un nombre bastante intimidante y muy difícil de olvidar. Era una pena que ella no esté ahora conmigo. Su hermanita está pronto a nacer y quiere asegurarse que todo salga bien. En su lugar me acompaño Eddie.
-El puesto de golosinas está lleno. -Dice Eddie. Me entrego mis nachos con queso y mi refresco.
-Espera a la final. -Le digo. Sorbiendo un poco de refresco.
-Cuanta seguridad.
-Son muy buenos, ya los veras. -Sintiendo orgullo del equipo del instituto y de Liam porsupuesto.
Los del equipo visitante, entraron a la cancha para calentar antes del partido. Nuestro equipo hizo lo mismo. Cada equipo tenía la mitad de la cancha. Corría, se pasaban la pelota, el arquero practicaba recibiendo tiros. Algunos tiros se le pasaban, otros los adivinaba y los detenia. Ever era realmente bueno.
Liam no tardó en encontrarme entre la multitud. Ambos levantamos la mano, para el resto significaba un simple saludo. Para nosotros significa <<estoy aquí, apoyandote>> pasara lo que pasará en el partido estaba aquí para él. Peter se le acercó para decirle algo. La sonrisa que tenía Liam fue desapareciendo poco a poco. Note como sus hombros decalleron. Le contesto a Peter haciendo una mueca de disgusto. Antes de volver al calentamiento, miró en mi dirección. Su mirada fue extraña y difícil de descifrar.
Mire a Eddie de reojos si había precensiado todo. Pero él estaba entretenido con su móvil. Solté el aire aliviada de no tener que dar explicaciones. No es que no confíe en él, solo que aún no me siento lista.
La banda de la institución tocaba para dar la entrada a las porristas. Ellas entraron muy animadamente. Los chicos no faltaron para silvar y aplaudir. Al ver los movimientos sexys de su coreografía. Incluso algunos chicos del equipo rival salieron a ver el bailé. Sin duda eran una buena distracción para el equipo rival. Megan no desaprovechó y tiro besos al aire, uno dirigido especialmente a Eddie, que se había quedado con la boca abierta, puse mis ojos en blanco y negué con la cabeza.
- ¡Hombres! -Exclame en voz alta y me cruce de brazos.
-¿Que? ¿Dijiste algo? -Pregunto confundido.
-¡Nada! No he dicho nada. - Conteste elevando la voz, por todo el ruido que había.
El narrador daba inicio al partido, con su voz de emoción y de dramatismos que suele hacer en cada partido. Jess apareció subiendo las escaleras, le hice un ademán con la mano para indicarle donde estaba. Nos sonrió alegremente y se sentó junto a mi, ella vestía una camisa del equipo del instituto con el apellido Johnson y el número quince que portaba Peter. Sentí envidia y no solo de ella, si no también de Isabel y Victoria. Ellas andaban dibujado en su mejilla las iniciales del nombre y apellido de sus novios. En cambio yo, no tenía nada que me distinguiera del resto de chicas. Me sentía una más del montón. Y eso me enfadaba, se que a Liam no le importa nada de esto y que está feliz que haya venido a darle todo mi apoyo. Pero es su último año, al menos quisiera compartir y tener un recuerdo hermoso con él. Como la pareja que somos. Trate de concentrarme en el partido y dejar a un lado mis pensamientos.
-Está reñido el partido, los del equipo rival son buenos. -Dice Jess cruzándose de brazos.
Al poco tiempo, el equipo rival anoto su primer gol. La barra del equipo rival gritaba eufóricamente.
-Realmente son buenos, nunca me esperaba esto. -Digo. Todavía no me creía lo que había pasado.
-Nunca subestimes al oponente. Por muy débil que parezca pueden sorprender. -Dice Eddie. Dándome una lección de vida. Lo mire con el ceño fruncido y volví mi mirada al partido quedaban diez minutos para que acabará la primera parte del partido. El equipo rival estaba solo defendiendo difícilmente nuestro equipo podía acercarse a la meta.
-Esto es una locura, iré a ver a Peter. -Se levanto Jess de su asiento y comenzó a bajar las gradas. Dudo mucho que le permitan verlo pero al menos hará el intento.
La otra mitad del partido daba inicio. Nuestro equipo tenía presión para anotar goles y llevarnos a la final. No dejábamos de apoyarlos. La banda tocaba, las porristas animaban energicamente. Nosotros cantabamos y aplaudiamos <<vamos equipo, vamos. Vamos equipo, vamos. Vamos equipo, vamos...>> Incansablemente hasta que se nos secaba la garganta y nos ardía las manos.
-Johnson se la pasa a Anderson que esquiva a Rodríguez. Realmente un pase muy bueno. De nuevo vuelve el defensa Rodríguez a intentar quitarle la pelota. Pero el joven Anderson tiene muy bien maneje de la pelota, lo esquiva y lanza un pase a Keller. Este hace una buena recibida de la pelota y le da pase a Johnson. Este dispara y anota. ¡GoOol! -Grito el narrador del partido.
Todos estabamos atentos a lo que pasaba, cuando el narrador grito <<gol>> nosotros también gritamos y saltamos de la emoción. Peter le dedicó el gol a Jess. Ella me sujeto del brazo y saltaba de lo emocionada que estaba.
El partido se puso intenso cometían faltas cada segundo. Ya eran los últimos minutos. Los del equipo rival al parecer querían irse a los penales. Pero nuestro equipo siempre buscaba para anotar otro gol. Ya en el minuto ochenta y seis Keller a noto el segundo gol para nuestro equipo. Haciendo que nuestro equipo ganará con dos goles a uno y pasara a la final.
Todos los espectadores bajabamos de las gradas. Los del equipo rival se marchaban con su cabizbajo. Entre toda esta multitud era dicil de avanzar, me había separado de Eddie y de Jess. Miraba para todos lados pero no los veía. Sentí que alguien tiro de mi brazo y me saco de la multitud. Era Liam que me llevaba detrás de la caseta donde se guardan las pelotas y cosas deportivas. Por suerte solo a él se le había ocurrido ese escondite.
-¡Felicidades! -No me importaba que estuviera todo sudado, así lo abracé y bese en la mejilla.
Pero a él si le importaba, se quitó la camisa y la tiró en el suelo. Abrí mucho mis ojos y me sonroje. Lo había visto muchas veces sin camisa pero siempre estábamos rodeados de personas. Ahora era distinto estamos solo nosotros dos. Mi corazón latía a mil por hora. Recostó su espalda en la pared de la caseta, con sus manos en mi cadera, me atrajo más a él. Depósito un tierno beso en mis labios y me abrazo con fuerza. Sentir su piel pegajosa por el sudor provocó que mis pensamientos se alocaran.
-Gracias por venir. -Su voz se hizo ronca. No dió tiempo para contestarle, me apartó de su abrazo y me beso deseperamente. Sus manos bajaron lentamente hasta llegar a mi trasero. Era la primera vez que lo tocaba y me gusto que lo hiciera. Nuestro momento fue interrumpido por mi móvil. -¡Maldicion! -Gruño. Saque mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón. En la pantalla aparecía el nombre de Eddie. Estaba dudosa de contestarle o no. -Contesta. -Dice apartándose de mi con el ceño fruncido.
-¿Dónde estás Nery? -Sonaba preocupado.
-En el baño. -Conteste nerviosa. Fue lo primero que se me ocurrio, Liam puso los ojos en blanco. -¿Tú dónde estás? -Pregunte.
-En el estacionamiento.
-Bien, no tardó. -Colgue la llamada. Mire a Liam y supo que nuestro encuentro había terminado. -Creo que es tiempo que le digamos a Peter.
-Despues de la final. Conozco a Peter y se que se comportará como todo un tirano. -Asenti en estar decuardo que Peter puede ser todo un maldito si se lo propone.
Liam recogió su camisa y se la echo en el hombro. Caminamos juntos hasta salir de la cancha. Al estar adentro del instituto nuestros caminos se separaron. Él se fue para los vestidores de chicos y yo al estacionamiento.
★★★★
Mis lindos lectores, espero que les haya gustado mi narración de partido de fútbol jajaja.
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Mi secreto inolvidable | Inolvidable #2
Roman pour AdolescentsDespués de mi verano inolvidable... llega mi secreto inolvidable. Todos tenemos secretos... secretos que jamás queremos que se revelen más si de ese secreto dependen muchas personas que saldrían lastimadas. Pero cuando se es adolescente y enamorado...