El regalo de tía Sharon llegó en hora que andaba en el instituto. Cuando llegué lo encontré sobre mi cama. Abrí la caja, lo que vi fue una fotografía tamaño carta enmarcada en un marco de color azul marino con hermosos adornos de conchita y caracoles.
Me senté en el bordo de la cama para apreciar la fotografía. Nos mirábamos tan sonrientes. Liam siempre con su sonrisa encantadora. Recuerdo ese día era el último día del festival del verano. Tía Sharon tomo fotografías a todos y nos tomo una a Liam y a mi. Por primera vez me encantaba como salgo en una fotografía tal vez tenía algo que ver qué Liam Anderson, tenía su mano puesta en mi cintura y mi brazo rodeba su espalda. Me veía tan feliz. Tan enamorada. Nuestro fondo era un hermoso atardecer con listones dorados y anaranjados. El muelle de Santa Mónica a la derecha y a la izquierda uno de los escenarios donde tocaría una de las bandas musicales. Era un hermoso regalo y recuerdo que atesoraría siempre.
Le llamé de inmediato para agradecerle y lo feliz que me hacía sentir.
-Sabía que te encantaría. Aquí compenso la mala fotografía que te tome el primer día.
-Sin duda alguna. ¿Mamá aún no habla contigo?
-Ayer hablo conmigo me preguntó que si tenía pensado ir para navidad.
-Eso es bueno que mamá te haya hablado primero. Si vendrás ¿Verdad? Siempre has pasado cada navidad conmigo.
-Si sobrina, si ire.
Saber eso me tranquilizaba. Mi navidad la tenía que pasar con todas las personas que amaba. Termine de hablar con mi tía. Lo primero que hice fue salir de mi casa corriendo en dirección a la casa de Liam, con el cuadro en la mano quería mostrárselo. Cuando toque abrió la puerta Margaret, la madre de Liam.
-Hola linda. -Me saludo con un abrazo y me hizo pasar. Había olvidado lo linda que era la sala de estar. Con sus sillones de cuero negro y la chimenea electrica. -Liam está en su cuarto puedes subir. Les prepararé unos bocadillos.
Asentí y subí las escaleras. Al estar arriba no fue difícil encontrar el cuarto de Liam, se podía escuchar el videojuego que estaba jugando. Hasta en el segundo toque abrió la puerta. Me recibió con una sonrisa.
-Hola hermosa. -Uso su voz sexy. Puso su antebrazo en el marco de la puerta y me miró fijamente. -¿Cuál es la clave secreta?
-¡Aah! -Lo mire divertido. Y lo único que se me ocurrió fue besarlo. -¿Era esa?
Él asintió dejándome pasar. En mi vida nunca me imaginé estar en el cuarto de Liam. Era de color vainilla, con póster pegados en la pared de su banda y cantante favorito. Un escritorio ordenado con su computadora de mesa. La televisión colgada en la pared y debajo una mesita con el videojuego conectado. Su cama estaba hecha todo estaba ordenado sin calcetines tirados o zapatos. Él dejo la puerta abierta para evitar cualquier regaño de su madre.
-¿Que te parece? Es así como lo imaginabas.
-La verdad es que no. Me lo imaginaba desordenado.
-¡Oye!
Me eche a reír. Le enseñe la fotografía le encantó mucho que me dijo que le pediría una igual a mi tía para que ambos tuviéramos un hermoso recuerdo.
-Liam olvide que debo de ir a la tintorería por los trajes y mi vestido. -Dice Margaret, captando nuestra atención al menos no nos encontró dándonos un beso. -Los bocadillos están en la cocina.
-Esta bien mamá en un momento bajaremos.
Ella asintió y se despidió de mi. Nos habíamos quedado solos. Derrepente el cuarto empezadaba hacer calor. Nos miramos de reojos él, estiró su mano hasta llegar a mi cintura tiro con suavidad hasta acercarme. Nos comenzamos a besar lento muy muy lento. Se escapaban pequeños suspiros. Mis manos le hacían caricias alrededor de su nuca.
Retrocedimos lentamente hasta caer sobre el colchón las sábanas olían a pino. Liam se aparto poco poniendo su antebrazo en el colchón apoyando su cabeza en su mano. Me miraba fijamente poniendo mechones de cabello detrás de mi oreja.
-Liam estoy listas. No necesito una cama llena de pétalos o que el cuarto tenga velas, me basta que seas tú y solo tú.
-Te amo Nery.
Mi corazón al escuchar esa palabra literalmente salto de alegría era lindo saber que era amada por otra persona que no fuera mi familia o mi mejor amiga. Entonces dije lo siguiente también:
-Te amo Liam.
Lo bese con fuerza y terminé sentandome sobre él, con una pierna a cada lado.
-¿Estas segura? -Pregunto por última vez.
Asentí y lo continúe besando desesperamente. Liam puso sus manos en mi trasero atrayendome con más fuerza. Sus labios dejaron mis sedientos labios para hacerce un camino a mi cuello. Quitotandome la blusa y todo lo demás. Me sentía tan segura, tan plena y feliz que no me sonroje por estar desnuda delante de él, tampoco lo hice cuando él, se quitó toda la ropa.
Sus caricias en todo mi cuerpo fueron dulces y tiernas. Fue algo nuevo y excitante lo que experimentaba ni siquiera pensaba si me dolería o no. Solo disfrute cada parte del cuerpo de Liam sobre el mío.
No hubo pétalos, tampoco una canción, ni velas, mucho menos un ramo de mis flores favoritas. Pero estaba el chico al que amo y eso lo hace perfecto e inolvidable.
★★★★
Hola mis lindos lectores espero que les haya gustado está dosis de amor. Ya casi se vienen los últimos capítulos :(
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Mi secreto inolvidable | Inolvidable #2
Teen FictionDespués de mi verano inolvidable... llega mi secreto inolvidable. Todos tenemos secretos... secretos que jamás queremos que se revelen más si de ese secreto dependen muchas personas que saldrían lastimadas. Pero cuando se es adolescente y enamorado...