En cuerpo y alma.

Capítulo 3.

16 de Febrero 2024.
6:30.a.m.

—El empezar un nuevo día, me parece horrible el simple echo de levantarme de mi cama me parece agobiante, solo deseo morir en pocos días o años para poder acabar con el sufrimiento de vivir, luego de pasar todo Diciembre y sus mejores celebraciones completamente sola no he dejado de reflexionar acerca de mi vida y lo sola que estoy, definitivamente no puedo más...

[...]

—Buenos dias, señorita, bienvenida a nuestras instalaciones. 

—Buenos dias, muchas gracias.—Ingrese, todos eran desconocidos para mí y yo para ellos, es lógico que muchos se conozcan ¿Pero y los nuevos, quien nos conoce? A veces ni nosotros sabemos quienes somos. 

—Hola.

—Hola?

—Me llamo Michelle, supongo que si estas en esta aula seremos compañeras, me puedo sentar junto a ti?

—Claro no veo porque no, un gusto en conocerte me llamo Monica.

—Lindo nombre.

—El tuyo tambien.

—La conversación continuo, descubrieron sus gustos en común eran muy parecidas desde su primera conversación tuvieron una conexión diferente y armoniosa.

—El pasillo donde murmuraciones se escuchaban quedo en silencio total, el intenso sonido de unos tacones se escuchaba en el pasillo al aula entro aquella mujer que había visto anteriormente, su hermoso cabello, sus ojos esas hermosas perlas color café por fin podía detallarla mejor era preciosa, incluso decir que era preciosa podría considerarse un pecado era practicamente un espejismo algo que podría desaparecer en segundos su belleza inminente provocaba el preguntarte si estabas en la tierra o estabas en un paraiso celestial donde ella era la mayor diosa. 

—Buenos días jóvenes, mi nombre es Verónica García seré su maestra. 

—Nuestras miradas se encontraron luego de su corta presentación, sentí algo que pocas veces había sentido con otras mujeres, algo dentro de mi me hacia querer correr a ella tomarla de sus mejillas y besarla, aun no entendía el porque esa sensación, porque sentía que algo nos unía cuando hace unos meses nos encontramos por primera vez, no dejo de pensar en ella desde ese día.