Día 32: Y empezamos la fiesta.

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Llegó el domingo y debía preparar mi asado con "amigos", lo que en realidad era una farsa para unir a Sophie con Liam, si es que él no es de los míos y le gusta también el bananón.

-Queda mejor con carbón -comentaba como vieja mañosa mientras veía a mi onvre asar la carne en la parrilla a gas.

-Jo, acostúmbrate y preocúpate mejor de animar esta fiesta, porque todos parecen más muertos que vivos -y tenía razón, vi a mi alrededor y todos mis roomies estaban con cara de culo.

Por suerte todavía no llegaban mis otros invitados, así que tenía tiempo para generar un mejor ambiente. Aunque la cuestión era cómo.

-¿Qué es lo que suelen hacer en fiestas? -intenté crear conversación entre los presentes.

Como todos quienes vivimos en esa casa (a excepción de Nate) somos extranjeros, tenemos visiones de la vida muy diferentes, tan dispares que creo era la razón por la cual esa fiesta estaba más muerta que la reina Isabel II (sí, un poco de actualidad).

-No voy a fiestas, mi religión no me permite fraternizar en el mismo espacio con otras mujeres, y tampoco puedo beber alcohol -mencionó primero el árabe.

-En India solo nos juntamos hombres, como ahora, y tomamos cerveza hasta emborracharnos, usualmente lo hacemos en un parque o en la playa – dijo el moreno bueno para cocinar curry.

-No debería estar aquí... -y llegamos a Johnny, que al parecer estaba ahí solo para arruinar más el ambiente.

-A ver, en resumen: siempre se juntan solo con hombres y se quedan sentados bebiendo alcohol o en su defecto: nada. Vaya mierda, debería tener roomies de otros países –

-Ay claro, como los latinos tienen fama de ser fiesteros siempre ven a los demás como aburridos. Ve, dinos, ¿qué hacías tú en tus parties?- se puso pesado el chino.

Y como trauma de la guerra en Vietnam, vinieron a mi cabeza todas esas fiestas que hice siendo menor de edad en mi país.

-Bueno, siempre iba a discos de ambiente –

-¿Qué ambiente? – el árabe es muy ingenuo.

-Ambiente gay... ¿cuál otro hay? En fin, como tenía menos de dieciocho, tenía que modificar mi carné de identidad y cambiarle con mascara de pestañas mi año de nacimiento, así creían que tenía diez años más. Siempre dudaban de mí, pero les decía que tenía un problema con la hormona del crecimiento y que por eso me veía más joven. Como los guardias eran fuertes, pero no así inteligentes, me creían, y los que no, debía convencerlos con una buena mamada –

-Wait, pero eras menor de edad... ¿eso no era ilegal? – Ay Nate, tan desarrollado que eres a veces, me dueles.

-Sí, anda a decir eso en Tailandia. Bueno, que existan leyes no quiere decir que se cumplan... la cosa es que siempre iba con mi grupo de amigos, y recuerdo que entrábamos con botellas escondidas, porque el alcohol dentro de la disco era muy caro –

-¿Y cómo los escondían? -creo que el indio quiere saber el truco.

-Bueno, mis amigos que eran más experimentados podían traficar como mulas, y una que era más estrecha de puente... tenía que usar pantalones más grandes y esconderlo bien entre mis muslos. Gracias a eso ahora puedo romper una nuez con mis muslotes –

-Sigo sin entender, ¿cómo lo hacían tus amigos? ¿Dónde lo escondían? –

-No querrás saber, créeme -en el culo.

-¿Cómo les entraba? Y sobre todo, ¿después lavaban eso?- mi onvre sí capto.

-Si conocieras a mis amigos, sabrías que podían andar con olor a axila y a patas, pero lo que es el trasero, lo tenían impecable por fuera y, por sobre todo, por dentro... Esos iban preparados para la guerra -para cualquier duda, buscar enemas en Google.

Todos se quedaron mudos unos minutos.

-En fin, la cosa es que cuando ya estábamos lo suficientemente ebrios como para tener valor, buscábamos una presa y atacábamos como hienas. Ahora que lo pienso, creo que nos emborrachábamos tanto para poder ver guapos a todos los minos que estaban ahí, porque si les contara con los monstruos que despertaba a veces, se sorprenderían... Well, la cosa que siempre terminábamos en el departamento de un amigo, todos con nuestras presas en algún rincón, comiéndonos...-

-Wait, wait, wait. ¿Me quieres decir que las fiestas latinas tratan solo de sexo?-

-Bueno, considerando la música y los bailes de moda... Sí, creo que sí – ¿cómo les explico el perreo?

-Se nota que el chico tiene experiencia. Vas a tener que ser muy paciente, Nate -y de pronto, escuchamos la voz del diablo, directamente desde las profundidades del infierno.

No, no era él, pero me asustó como si lo fuera, por que quien hizo ese comentario tan macabro fue, ni más ni menos, que Ethan. ¿Qué mierda estaba haciendo allí?

-¿Tú qué haces aquí? ¿Quién te invitó? -mi novio dejó la parrilla de lado y caminó hasta encontrarme, como si quisiera protegerme de un ladrón.

-Mi hermana me dijo que Jo haría una fiesta para todo sus seres queridos, y por lo que recuerdo de lo que siempre me decía, a mí me aprecia bastante – ah caray, ¿desde cuándo éste se volvió tan malo?

-Quererte como un amigo, supongo que te refieres a eso -por primera vez en mi vida, y probablemente la única, agradecí al cielo el ver a Ava.

La tensión entre los dos australianos se disipó cuando el rubio recordó que había ido a la fiesta con su pareja.

Y detrás de ambos, un tanto escondida entre sus espaldas, se encontraba mi supuesta amiga, a la única de ellos que en realidad había invitado.

-¿Sophie? ¿No sabes guardar secretos? -le pregunté enfadado.

-Lo siento, se me salió de control. En realidad solo quería invitar a mi hermano, porque era parte de mi plan para unirte nuevamente con él, pero no sé cómo se enteró Ava y se coló –

-¿Un plan? ¿Qué es eso? ¿Cómo tienes el descaro de urdir un plan en contra de mí? Yo, tu mejor amigo, que he hecho de todo con tal de verte feliz. ¿Y me pagas de esta manera? Oh por Dios, me duele, me duele y no sabes cuánto -intenté botar una lágrima para darle más credibilidad a la actuación, pero nunca llegó.

-G'day mates -de pronto apareció James con su esposa e hijo. Mierda, ¿por qué todos llegan en el peor momento?

Sophie me quedó mirando con odio, y es que le estaba recriminando su falta de amistad, cuando de pronto se dio cuenta que yo había hecho lo mismo, intentando unirla a la fuerza con Liam, aun cuando me había dicho que no. Supongo que se coloca demasiado nerviosa como para disfrutar de la fiesta.

Y así fue como mi fiesta comenzó, con más gente de la invité, y con un ambiente más tóxico que los campos alrededor de Chernóbil. 

Hot Aussie Boys (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora