Día 48: Besties

52 4 8
                                    




-Queremos arrendar la casa, solo somos mi hijo y yo -le dijo Charlotte a la corredora de propiedades.

La mamá de mi novio buscó arriendo de casas en todo Mindarie, pero sus ahorros no bastaban para lo caro de ese barrio, por lo que tuvo que buscar en Quinns Rocks, mi antiguo suburbio, un tanto más humilde. Finalmente encontró uno, justo ese donde me presentó como su hijo.

-¿En serio es suyo? Porque no se parecen en nada –

-Es que es adoptado, como yo no podía tener hijos y mi esposo falleció en la guerra de Irak, decidí adoptar a este adorable chico que es la luz de mis ojos -ya wey, no era necesario crearte toda una novela para arrendar la casa.

Como la mujer tenía los ahorros suficientes y la cara de rica que te jodes, decidieron entregarnos la casa de inmediato.

-Te prometo que te pagaré mi parte del arriendo, pediré más horas en Basil's o buscaré otro trabajo los fines de semana...-no quería ser una carga para ella.

-No te preocupes por eso, solo te pediré que me ayudes con mi negocio –

-Sí, claro, cualquier cosa que necesite yo la puedo ayudar. ¿Qué venderá? –supongo que se deshará de toda su ropa de lujo, con eso puede colocar una boutique.

-Venderé hierba –

-¿Medicinal? –

-¿Por qué te haces? Si sabes que me refiero a la marihuana –

-Ah no, yo no me vine de mi país para terminar siendo narco aquí. En eso me quedo en mi barrio y me hacía amigo del Jonathan -que vale decir que estaba bien rico el muchacho.

-No seas menso, si no seremos un cártel ni nada por el estilo. Además vendo hierba desde hace muchos años. Tengo varios clientes en el asilo de ancianos donde está mi madre, y también le vendo a unos antiguos amigos de la preparatoria. Solo le vendo a gente refinada, conocida y que sé que no serán un riesgo. ¿Qué? ¿Acaso pensaste que mis caprichos los pagaba rogándole a mi esposo? Claro que no –mierda, esta mujer es como la reina del Sur, versión bótox australiano.

-¿Entonces es seguro? Y si lo ha podido hacer sola todo este tiempo, ¿en qué quiere que le ayude yo? –

-Lo que sucede es que soy muy mala con los números, y antes gastaba todo el dinero en ropa o joyas, pero ahora debemos mantener esta casita. Yo me encargo de las ventas y tú administras todo el dinero, ¿te parece? Serías como mi contador –y ahí me quedé para adentro, porque estaba siendo fichado para ser el nerd de los narcos, ni el asesino a sueldo ni el camello, no, el aburrido del contable. Qué mala suerte tengo.

-¿Y confía en mí? ¿No cree que pueda robarle su dinero? –

-Obvio que confío en ti, si me salvaste de terminar mis días con un hombre que jamás me amó. Ahora tengo una nueva oportunidad para empezar y me gustaría que me ayudaras como mi amigo -sonrió tan bonito que no pude decirle que no. Ay, si mi suegra es tan linda.

Así fue como nos mudamos a esa casa en Quinns Rocks, compramos un par de muebles básicos y arreglamos nuestras prendas en los roperos.

Mientras ordenábamos sonó el timbre, yo fui a atender.

-Hola Jo, ¿todavía me odias? -era Nate con cara de gatito apaleado.

-Un poco...- e hice pucheros hasta que logré que me abrazara-

-¿Sabías que te amo mucho? –

-¿Eso también se lo dices a tu prima? ¿Cuándo se van a casar al final? Supongo que me vas a invitar –

-Deja de decir estupideces, sabes que no te engañaría jamás. Solo dame un par de días para aclarar todo con Julia y no complicar los negocios de mi padre. Después de eso, tomaré mis cosas y me vendré a vivir aquí –

-¿Y quién te invitó? -apareció de la nada su mamá.

-Soy tu hijo, ¿me dejarías en la calle? –

-Vives en la casa gigante de tu padre, no estás en la calle, alaraco. Además, después de hacer sufrir a mi mejor amigo no te puedo perdonar tan fácilmente- sí, se refería a mí. Ahora somos besties.

-¿O sea que prefieres a Jo antes que a tu propio hijo? –

-Claro, él me salvó de mi vida deprimente, ¿tú qué has hecho por mí? -y después de reírnos un poco, volvió a marcharse.

-Ya oíste a tu mamá, tienes que cuidar a su mejor amigo, o sino no te va a permitir vivir aquí- me reí mientras recibía sus besitos en mi cuello.

-Nunca te voy a hacer sufrir, te lo prometo –

-Cuando me fui de tu casa ya me hiciste daño –

-Pero no fue mi intención –

-¿Entonces por qué lo haces? ¿Por qué ayudas a tu papá ahora después de todo lo que te ha hecho? –

-La verdad es que no lo hago tanto por él, más bien es por Julia–

-¿Ahora me vas a decir que la amas de verdad? –

-Claro que no, mensito. La quiero mucho, es como mi hermana pequeña, cuando niños éramos inseparables y ella dependía mucho de mí, especialmente porque mis tíos son... son... -

-¡Unos hijos de puta! Eso es lo que son, son unos monstruos vestidos de fanáticos religiosos –y Charlotte reapareció para decir eso y luego marcharse. Tomó una caja de la mudanza y se la llevó a su cuarto.

-¿A qué se refiere? –

-Pertenecen a una secta un tanto complicada, por eso viven en el interior, alejados de todos los pecados mundanos. La justicia les quitó la custodia de mi prima un par de años cuando era niña y le entregaron la tuición a William, por eso ella nos quiero mucho, porque la salvamos en su infancia, pero después la justicia cambió su veredicto y regresó con mis tíos. Ahora acaba de cumplir la mayoría de edad y se ha fugado de su casa. Obviamente acudió a nosotros –

-¿Por eso habla de que es tu prometida? ¿Eso es parte de su secta? –

-Son muy conservadores, así que la muchacha no puede tener contacto con nadie más que no sea su futuro esposo, y como el único beso que ha dado ha sido conmigo, ella cree que debemos casarnos para no deshonrar a su Dios... -

-¿Su único beso? ¿La besaste? –

-¡Éramos niños! ¡Tenía diez años! –

-¿Y qué viene ahora? ¿Con esta visita le quitas la virginidad? -ya me estaba enojando.

-No seas mensito, si solo tengo ojos para ti, pero necesito ayudarla y con ello a mi papá –

-¿Y cómo lograrás eso? ¿Casándote?-

-No... claro que no... todavía no tengo un plan claro, pero te prometo que no pasará nada con Julia –

-Debes agradecer que no nos hemos visto por tres días y que tengo muchas ganas de follar, porque de lo contrario te golpearía por mentiroso, mira que poco y nada te creí de esa historia –

-¿Entonces no estás enojado? –

-Me voy a enojar si no te bajas los pantalones y me dejas mamarte esa verga tan rica que tienes -y así fue como solucionamos nuestros problemas de la forma en que todas las parejas adultas lo hacen: follando.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 03, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hot Aussie Boys (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora