Lena

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Lena

Sam salió de mi oficina obviamente molesta, estaba preocupada por mí y mi desprecio ante la posibilidad de volver a cortejar a alguien más pues desde lo que sucedió con James no quería que nadie más me volviera a lastimar y usar de la forma en que él lo hizo.

*Hace seis años*

Estaba sola en un bar bebiendo un vaso de whisky en la barra, viendo a las personas bailar, hablar y disfrutar del ambiente. Me encontraba pensando en lo solitaria que era mi vida y en mi relación tan frenética, llena de celos ya que aveces detectaba feromonas de otro alfa en mi pareja y ella al ser beta no las detectaba, también teníamos peleas pues según Anne yo no le dedicaba tanto tiempo como ella quería pero no me era posible dejar todo tirado cada que ella decidiera viajar al otro lado del mundo, pero así era ella y así la amaba con todo mi corazón ella era un espíritu libre, alegre y bondadoso; su último viaje fue hace un mes y fue a África para ayudar a los niños y familias necesitadas.

Siempre habíamos tenido discusiones porque yo casi nunca o mejor dicho nunca viajaba con ella en cada una de sus aventuras pero la de esta mañana fue la última de todas, ella dijo que se iba a vivir a Suiza y si estaba dispuesta a ir con ella podíamos seguir con nuestra relación pero si no estaba dispuesta sería mejor terminar de una vez por todas y así fue como mi relación de tres años con Anne Prinston hija del respetado alfa George Prinston, dueño de la gran y respetada cadena de hoteles y restaurantes Arcobaleno había llegado a su fin, la amaba genuinamente y pese a que la mayoría pensará que lo nuestro era con fines de negocios era todo lo contrario pues no cabía en mi cabeza que yo Lena Kieran Luthor Bioingeniera con un Técnico en Administración podía manejar o si quiera ligarme en el campo del hospedaje y la cocina, y no es que ese campo fuera malo sino que no era nada de lo que yo solía manejar o gustará hacer, mis temas de conversación con Anne eran diferentes a lo que cualquiera pensaría pues aunque su padre era dueño de hoteles y restaurantes de renombre ella era una Doctora, Historiadora, Activista por los derechos de la mujer y la niñez y una gran Cheff .Ambas compartíamos temas tanto del campo de la medicina, el arte e historia, temas de política y derecho así como una que otra clase de cocina pues yo no era exactamente Gordon Ramsay.

Al recordar esto último solté una sonrisa y un suspiro pues para esta hora su avión ya debería haber despegado, estaba perdida en mis pensamientos cuando una mano se posó en mi hombro, voltee a ver quién era y vi a un hombre alto y moreno de complexión media, sin cabello al igual que mi hermano Lex a excepción de que Lex al menos tenía barba.

-Hola ¿Puedo sentarme?- dijo regalandome una sonrisa.

-Hola, claro que puedes sentarte aún no soy dueña del bar para negartelo- bromee tomando un trago de mi bebida.

-Menos mal que aún no lo es- respondió aquel hombre sentándose a mi lado.

Estaba terminando de beber mi trago cuando el pidió un ron y un whisky.

-No deberías mezclar bebidas- dije dejando mi vaso en la barra.

-Oh, no es para mí es para usted-dijo entregándome el vaso.

-Gracias pero creo que ya he tenido suficiente - dije rechazando el vaso.

-No diga eso, yo acabo de llegar y por lo visto estaré solo nuevamente- dijo volteando a ver la entrada del bar.

-¿Espera a alguien?- pregunté tomando un trago del whisky que me había ofrecido.

-Así es, pero por lo visto nuevamente me dejó plantado- respondió soltando un suspiro.

-Que mal que tu pareja te deje plantado pero al menos tienes a una- dije tomando de un solo trago el resto de la bebida.

-Ohh, no para nada, no es mi pareja es solamente un amigo que venía de visita desde Metropolis pero seguramente surgió algo importante- dijo el hombre tomando un trago de su bebida.

-Así que un amigo ¿Así se les dice ahora?- pregunté volteando a ver a aquel hombre.

-Insisto en que es solamente mi amigo que viene de visita para ver a su prima- dijo el hombre sonriendo.

-Ya veo, me imagino que debe querer mucho a su prima como para venir desde tan lejos solo para verla- dije sonriéndole a aquel hombre.

-Como no tienes idea, yo desearía que alguien hiciera eso por mi- dijo el hombre soltando una sonrisa.

-Y quién no querría que alguien te quiera de esa manera- dije ordenando otro trago.

-Tiene toda la razón señorita...- dijo el hombre esperando a saber mi nombre.

-Lena, Lena Luthor- respondí ofreciendo mi mano.

-Oh, mucho gusto señorita Luthor- dijo estrechando mi mano.

-¿Y con quién tengo el gusto?- pregunté viendo al hombre.

-James, James Olsen- dijo dejando su vaso en la barra.

Estuvimos hablando durante horas sobre nuestras vidas, descubrí que era fotógrafo y su "amigo" periodista, dijo que estaba pensando en entrar a trabajar a Catco y que acababa de mudarse a Nacional City , sin darnos cuenta ya eran las 12 de la noche y su amigo jamás llegó en su lugar le envío un mensaje de texto disculpándose.

-Mira, hasta que se reporta- dijo mostrándome su celular.

-Jajaja tal parece que sí es tu amigo- dije riendo al ver parte de su conversación.

-Le dije que sí lo era- dijo riendo

-Jaja entiendo, creo que es hora de que me vaya- dije viendo la hora en mi reloj.

-Si gusta puedo llevarla a su casa- dijo James acercándose a mi, por su olor pude detectar que era un Omega.

-No es necesario - dije sonriendo, mi celo estaba cerca y sería mejor evitar cualquier tipo de situación que pudiera provocar a mi alfa y más hora que ya no tenía a Anne conmigo.

-Bueno al menos puede darme su número para saber si llegó bien a casa señorita Luthor- dijo el Omega un poco apenado.

-Esta bien- dije dándole mi número de celular.

-Muchas gracias señorita Luthor, espero verla nuevamente - dijo acompañándome a la salida.

Llegue a mi penthouse y todo estaba oscuro, había un ligero olor a las feromonas de Anne y al sentirlas solo pude soltar en llanto al recordar que mi amada beta ya no estaba más conmigo.

Prometo ProtegerlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora