Prometo Protegerlos

Yo soy quien domina

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Alex

Estaba realmente molesta por lo insolente que era esta alfa, no soportaba que jugarán con mi orgullo o que dijeran que era una cobarde; el que no quisiera coger a otro alfa no significaba que me diera miedo, solo que no eran mis preferencias pero estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para que está irrespetuosa aprendiera su lección.

No sabía exactamente lo que debía hacer así que únicamente estaba presionando mi erección contra su trasero pero eso era suficiente para hacer gemir a esta alfa, al parecer le gustaba ser dominada algo muy poco común para un alfa pero bueno todos tenemos nuestros fetiches.

-¿Vas...a.... ha...hacer algo o... sol... solamente vas a presionar a tu amigo contra mi... trasero?- pregunto la mujer entre jadeos.

-¿Acaso no te gusta? Puedo oír tus gemidos así que es más que obvio que te gusta- dije con soberbia, realmente no soportaba a esta tipa.

-Haha ¿Acaso crees que con eso me bastará?- pregunto la mujer molesta mientras se liberaba de mi agarre.

Para cuando reaccione ella ya estaba sobre mí frotando su erección contra mi trasero provocando que yo gruñera molesta pero extrañamente me resultaba agradable esa sensación.

-¿No te gusta?- pregunto mientras seguía presionadose contra mí.

-¿Crees que realmente me va a gustar tu intento fallido de dominarme?- dije riendome mientras intentaba contener la necesidad de soltar un gemido; esa estúpida realmente se estaba moviendo bien.

-¿Sabes que puedo oler tus feromonas cierto?- pregunto de manera altanera y era cierto había olvidado que mis feromonas podían demostrar si estaba excitada.

-Esto es extraño para mí ¿Ok?- confesé finalmente.

La alfa al escuchar lo que dije se quitó de encima y se levantó de la cama tomando sus cosas.

-¿A dónde vas?- pregunté confundida.

-Bueno al parecer no estás acostumbrada a esto y no quiero obligarte a hacer nada así que creo que será mejor que ambas busquemos a alguien más- dijo la alfa sonriendo pero no de una manera que me resultará ofensiva.

-¿Entonces solo te vas y ya?- pregunté asombrada, algo en mi no quería que ella se fuera.

-Así es- respondió la mujer mientras terminaba de acomodar su vestido.

-¡No!- gruñi molesta, no estaba dispuesta a dejarla ir.

-¿Perdón?- pregunto confundida.

-Yo soy quien manda, yo soy quien domina y no te vas a ir- dije levantandome para pegarla contra mi; no entendía porqué estaba actuando de esa manera pero sí sabía que no quería que se fuera.

Me apresure a besarla antes de que dijera algo o intentará alejarse, la besé con tanta ferocidad mientras apretaba su duro y hermoso trasero; ella definitivamente tenía algo que me resultaba demasiado excitante y ya no me importaba el que fuera un alfa o no simplemente quería montarla, hacerla mía y que gimiera de placer. No supe medir mi fuerza y terminé arrancando el vestido que traía puesto y maldita sea su cuerpo era realmente sexy,me apresure a quitar su sostén permitiéndome ver sus senos que era de buen tamaño ni grandes ni pequeños y ese boxer negro que debía admitir que se miraba bastante sexy.

Seguí besando a la alfa y lentamente nos dirigimos a la cama, me coloque sobre ella y con delicadeza empecé a quitar la única prenda que aún traía puesta y rayos quedé boquiabierta cuando vi el tamaño de su miembro que era más grande que el mío; ya no estaba tan segura de sí yo era quien dominaba, ella al parecer notó mi asombro.