Donde Taehyung y Hoseok deben dejar de lado su mutua antipatía para poder criar juntos a un pequeño bebé huérfano.
Solo que ninguno de los dos contaba con enamorarse en el proceso.
❥ Omegaverse :
Taehyung; alfa. Hoseok; omega.
❥ Menciones de ot...
La trabajadora social se fue. Taehyung estaba tan ebrio y deprimido a la vez que no se negó cuando Hoseok volvió a insistir para que se fuera a dormir. Él tampoco se quedó atrás. Sin duda ambos necesitaban descansar un poco y así al día siguiente pensarían con mayor claridad sobre lo que les había dicho la mujer.
Se echó en su sillón. Sus párpados comenzaron a pesar y lentamente se fueron cerrando, cayendo en un ligero sueño que no tardó en ser interrumpido por el repentino llanto de Hyungwon, quien despertó de malhumor y dando patadas al aire.
Con el pesar más grande, Taehyung se levantó y fue a cargarlo. Lo meció por un buen rato mientras le tarareaba aquellas canciones infantiles que le gustaban, esperando que se calmara, sin embargo, el bebé no daba señales de querer cesar el llanto.
Hoseok bajó las escaleras con los ojos abiertos a duras penas. Creía que Taehyung estaría durmiendo profundamente gracias a la borrachera y pensó que lo correcto era hacerse cargo de Hyungwon al menos esa noche. Su sorpresa fue al verlo de pie y tratando de dormir al cachorro. Era un alfa admirable y persistente, tenía que admitirlo.
—¿Cómo puedo tener resaca si ni siquiera he podido dormir?—maldijo Taehyung en voz baja.
—Quizás sólo hay que recostarlo—opina el omega con la voz más gruesa de lo normal.
—No está caliente, no tiene fiebre, sólo está exhausto. Vamos, duérmete, por favor...
—¿Qué hora es?
—No lo sé. Tal vez necesites un reloj.
—No lo decía por eso. Tiene que haber alguien a quien podamos llamar—dijo y Taehyung lo miró fijamente, como si una idea hubiera llegado a su mente y entonces Hoseok entendió.
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—Gracias por venir, Minji.
La beta sonrió con amabilidad, haciendo de sus ojos dos lindas media lunas que expresaban inocencia gracias a su corta edad.
—No hay problema, señor Taehyung. Vivo en la casa de al frente—explicó, tomando en brazos al bebé que no paraba de llorar—. Ven, Hyungwon.
Minji no perdió el tiempo y lo llevó directo a la cocina, donde encendió el extractor de aire y lo calmó, dándole pequeñas palmadas en la espalda. Fue cuestión de minutos para que se quedara dormido gracias al ruido. Taehyung y Hoseok miraban incrédulos esa escena, el último incluso tenía la boca entreabierta.
—No sé por qué, pero este extractor siempre funciona. Es mucho mejor que mecerlo, a veces no le gusta.
—Claro...—dijo Taehyung entre dientes.
—En fin, mañana tengo un examen importante, así que me tengo que ir.
Minji le entregó a Taehyung el cachorro ya dormido y la acompañaron hasta la puerta. El alfa hurgó en sus bolsillos y sacó un billete que le ofreció antes de que se fuera.