Consecuencias inesperadas (y un visitante molesto)

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No sé qué hizo Dazai pero después del suyo no pasó ningún otro taxi, así que tuve que ir andando. A mí no me dolían los pies (lo que me venía muy bien porque tenía la sensación de que iba a usar tacones muchas más veces) pero no me apetecía ir andando hasta mi casa.

Estaba maldiciendo a mi compañero por dejarme tirado cuando recordé que Kōyō vivía cerca. Sentí la tentación de ir a su casa y quejarme sobre Dazai mientras bebíamos vino pero en ese momento vi un coche aparcado en un lado de la acera.

Preferiría robar una moto pero no era el momento de ser tiquismiquis. Cruzando los dedos porque fuera el coche del señor que había mandado a la estratosfera (ahí no iba a necesitar su coche y tampoco denunciaría su desaparición), rompí la ventana (no puedo forzar cerraduras como mi compañero) y entré. Después de hacerle el puente al coche, conduje hacia mi casa.

Una vez en casa, me quité el vestido, los tacones y la peluca y me fui a dormir.

A la mañana siguiente, la almohada estaba manchada de maquillaje. Maldije por no habérmelo quitado y fui a desayunar algo cuando oí un ruido en el salón.

- ¡Hola, Chuuya! ¡Buenos días!

Pensaba que estaba teniendo alucinaciones pero no. Ese tipo estaba realmente en mi sofá.

- Dazai - gruñí a modo de saludo.
- Pareces sorprendido. - Dijo -. ¿Olvidaste lo que pasó anoche? Tú mismo me invitaste a tu apartamento y hasta querías que compartiésemos cama pero yo lo rechacé, me parecía que era ir muy rápido.

UN MOMENTO. ¿¡QUE HABÍA HECHO QUÉ!?

Ante mi cara de horror, Dazai se río.

- Era broma. Deberías haberte visto la cara. ¿Has visto las noticias?

Yo le mato. Juro que esta vez le mato.

-¿Qué noticias?
- Tú enciende la tele, no te quiero estropear la sorpresa.

Con un mal presentimiento, la encendí.

- Desaparece el diplomático Ernest Hemingway, antiguo miembro de la organización americana conocida como The Guild. - Dijo la chica que presentaba las noticias -. Fue visto por última vez en la fiesta del empresario Robert Louis Stevenson por unos testigos que aseguran no haberle visto salir. La policía ya está investigando su desaparición.

De fondo aparecía la foto del tal Hemingway y al verla un escalofrío recorrió mi espalda.

- ¡Enhorabuena, enviaste a la estratosfera a alguien muy importante! - me felicitó Dazai.
- No creí que fuera tan grave mandar al espacio a alguien... - murmuré.
- Pues ya ves. Tal vez deberías ir a terapia para controlar tus problemas de agresividad, pero en todo caso después de hablar con el Jefe y contarle los detalles de lo de anoche.
TODOS los detalles. Bueno, vístete y vámonos.

Y entonces caí en la cuenta de que sólo llevaba unos pantalones cortos de pijama.

Después de la tormenta [Bungō Stray Dogs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora