Capitulo 4

535 35 4
                                    

Estaba parado cual estatua de piedra, totalmente estatico frente a esa puerta de camerino. Aún leyendo el nombre en esa placa estrellada y brillante. Muy brillante ¿Esto de verdad estaba pasando? No podía procesarlo. Su teléfono sonaba desde hace rato ya, pero ni siquiera hacia el intento de sacar el móvil del bolsillo trasero de su pantalón; por el tono en que sonaba, aseguraba que era su appa Nam. Lo regañaría, estaba seguro que tendría un buen castigo por no responder ninguna de sus llamadas, pero él ahora no estaba en una posición de pensarlo, tal vez ni siquiera le importaba. Solo podía ver ese nombre que desde ya hace rato, los sujetos lo habían dejado ahí, llevándose a Jimin a quien sabe dónde.
Muchos estarían felices o incluso ya hubieran hecho un escándalo por querer entrar de una buena vez, pero él... se sentía diferente, era como si tuviera ¿Miedo? o ¿Nervios? era un revoltijo de emociones que ni siquiera podía explicar, que podría jurar iba a vomitar por la extraña adrenalina que estaba sintiendo.
Un ataque de ansiedad por no saber qué hacer estaba en camino, el ruido de todas las personas que pasaban por ahí, apuradas por hacer su trabajo lo estaba sofocando, no ayudando en nada. Una tras otra iban y venían, diciendo y casi gritandose cosas que no lograba comprender, quizás por lo ido que estaba o por el simple hecho que no entendía su lenguaje de trabajo, pero que solo lo mareaba. No podía estar más ahí, un minuto más y estaba seguro que caería al piso en seco, por lo que decidido, se dio media vuelta para irse, pero el sonido de una puerta abriéndose lo detuvo.

Sin siquiera voltear a ver, se quedó ahí, en medio del camino, entorpeciendo el trabajo de muchos, que para ese momento no le podía importar menos.
Escuchó una discusión entre dos hombres desconocidos a los segundos, a menos de un metro de su persona.

- Ya no quiero seguir discutiendo esto, como bien dices, ya eres un adulto para saber que hacer con tu vida - su voz sonaba demasiado seria, casi como si estuviera enojado - Pero te advierto que te estas metiendo en un camino peligroso al querer hacer esto con ese chico. No diré nada más al respecto -

- Yoongi, no va a pasar nada. ¿Por qué no simplemente puedes apoyarme? No lo digo como mi manager, sino como mi mejor amigo. -

- Sabes que son cosas diferentes. Estamos hablando de la persona que eres en este mundo. Eres un artista. - acentuó eso último - No quiero hablar más del tema ahora. Luego seguimos con esto -

Okey, eso había sido demasiado muy extraño. No tenía ni idea de quienes habían sido o si quiera si debía haber escuchado esa conversación. ¿Yoongi? ¿Artista? ¿Acaso la persona con la que estaba "discutiendo" era con Jk?

No tenía por qué importarle, solo necesitaba salir de ahí para tomar un poco de aire fresco que en ese momento tanto necesitaba, a pesar del nefasto frio que estaba haciendo.

Sin embargo una persona se interpuso en su camino.

- Hola... -

¿En qué momento se había puesto enfrente de él? Tan perdido en sus pensamientos estaba que no se dio cuenta. Levanto la vista para poder verlo a los ojos por la tan marcada diferencia de altura que tenían. ¿Pues cuanto media este chico? Podría jurar que alcanzaba los 1.95 centímetros. Dios... se sentía tan pequeño en ese momento.

- Te estaba esperando. Por un momento pensé que no vendrias 
o había ocurrido algo... - Siguió al no obtener respuesta

- Oh, no. Lo que pasa, es que, bueno... - sin saber que decir ante la repentina vergüenza que sintió por lo indeciso que estaba hace un momento, bajó la mirada, jugando con sus manos en una señal de nerviosismo. -

- No te preocupes, entiendo que esto pueda ser muy extraño. - Una de las puertas a lo lejos de ese pasillo se abrió por el fuerte viento que hacia, perjudicando a los dos cuerpos que se encontraban ahí, sobre todo a un castaño que no tenía nada con lo que taparse. Por lo que trató de abrazarse así mismo con una meta de darse, aunque sea un poco de calor. Acto que no pasó desapercibido por un pelinegro que lo observaba, por lo que en un intento de ser caballeroso y más que nada por acto de reflejo, se quitó la sudadera negra que llevaba puesta para ponérsela a ese pequeño cuerpo que ya temblaba por el frio.

~Conociendo a un artista ~ || •°Kooktae°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora