One-Short (Padres)

Familia Blaze

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Axel Miraba fijamente a sus hijos.

Estos hacían lo mismo, no le habían apartado la mirada en todo el rato.

Más que una competencia de miradas, era una competencia por ver quién ese quien se descuidaba primero del objeto.

Una pequeña pelota de ping ponga, esa era la meta.

Celia estaba sentada a un costado, esperando que su familia tomara la decisión de dónde ir, pero aún nada, además de que tenían una manera rara de tomar la decisión, pero una cosa era segura, no era su obligación, así que simplemente se sentaría a ver cómo jugaban para decidirlo.

En eso la puerta principal sonó, Axel levantó la mirada y Víctor vio la oportunidad perfecta.

—¡Muy lento! —Grito tomando la bola mientras corría bajo el sofá, y Bailong corría hacia la puerta.

—¡No escaparas! —Grito Axel corriendo tras su pequeño, antes de que pudiera meterse bajo el sillón, lo tomó de la pierna.

—¡Ahí va hermano! —le grito mientras le lanzaba la bolita.

Bailong la tomo, y salió disparado a quien sabe dónde, eso le dio mucha gracia a Celia, quien reía a carcajadas por la cara de su marido

—¿En serio nunca me ayudarás?

—Seria trampa ir contra alguno de mis hijos... —comento caminando hacia la entrada.

Axel se quedó en la sala con su hijo, a quien tenía cargado por un pie, mientras se miraban.

—¿Me puedes bajar ya Papi? —Interrogó mirándolo con una sonrisa.

El hombre suspiro, no tenía más opción que hacer lo que le pedía, pues tenía debilidad ante esa cara, al bajarlo, el niño le agració, y corrió tan rápido cómo pudo fuera de la habitación, dejándolo solo.

Se sentó en el sofá, que su hijo iba a ocupar, y se quedó ahí hasta que su esposa llegara, cosa que tardo un raro, así que decidió ir a ver qué tramaban sus clones.

El objetivo era fácil, el primero en tomar la pelota tenía que esconderla tan bien como pudiera, y luego el contrario debería ir a buscarlo, solo tendría media hora con las pistas establecidas por los participantes.

Buscándolos con la mirada, paso por la mayoría de habitaciones que estaban en el primer piso, pero no encontró nada, cuando estuvo por subir a la segunda planta, su esposa se acercó, con una pequeño sobre en manos.

—¿Qué es? —La miro con intriga.

—Es para ti amor, es del grupo de Fútbol... —Comento entregándole el sobre.

Axel lo tomó, y comenzó abrir el sobre para sacar la carta, cuando comenzó a leerlo, sintió las pisadas de sus hijos en la escalera mientras descendían.

—Clones, el juego acabo... —Miro a sus hijos.

—¿Que? —Interrogó Víctor rápidamente terminando de bajar— ¿Por qué papá? ¡No hicimos trampa! —Alego frunciendo el ceño.

Axel sonrió, negó y cargo a su pequeño en brazos, sonriendo ante sus ingenuas palabras, luego miro a su esposa.

—Hemos entrado a la selección, y tenemos que viajar dentro de una semana hacia donde jugaremos.

—¡Fantástico! —Grito Celia, para saltar hacia Axel y abrazarlo— ¡Muchas Felicidades mi amor!

—Gracias querida. —Susurro él, cuidando que no fueran a caer ninguno de los dos.

—¡Falto yo! —Grito Bailong mientras bajaba las escaleras— ¡Papi cargarme también! —Pidió estirando sus brazos hacia él— Mamita por favor, dame un permiso para que mi papá me pueda cagar.

Celia sonrió y acepto el pedido, se alejó de su marido, para verlo agacharse nuevamente, y cargar a su otro niño, luego los abrazo a ambos, sintiéndose bastante feliz.

—Vale, ahora solo necesitare a mis compañeros de entrenamiento... —comento Axel mirando a su esposa— ¿Crees que Jude desee entrenar conmigo en la noche?

—mph... no sabría decirte.

—¡Papi —Vitor tomo su rostro— ¡Te lo pido! Déjanos entrar contigo...

—si papi. —Bailong jaloneo el cuello de su franela— Yo quiero entrar contigo también.

—Ya les dije que cuando cumplas 8 comentaran a entrar.

ambos niños miraron a su padre, luego se miraron entre sí, tratando de adivinar cuanto tiempo les faltaba, y sin éxito alguno, miraron a su madre

—Les faltan dos años... —comento dando el numero dos con los dedos.

—Ósea que... —Bailong llamo la atención de su familia— ¿En dos días entrenaremos? —Interrogo con duda.

—No, hermano... —Víctor se cruzó de brazos— son dos semanas...

Axel y Celia rieron ante ello, sus hijos eran demasiado tiernos.

—No mis niños, dos años, no son en dos semanas, falta que pase el cumpleaños de ambos dos veces para que puedan entrenar...

—Ahhhhhh —ambos se miraron, y luego a su papa.

—¿Pero te podemos acompañar?

—si papi, queremos ir.

—Bien, bien, ustedes ganan, irán conmigo, pero sin meterse en líos...

—¡SI!

—¿Nos bajas por favor papi? —Víctor pidió— quiero ir a buscar mi uniforme...

—Si papi yo también.

Axel asintió, y se agacho para dejarlos en el suelo, a lo que los dos salieron corriendo hacia su habitación.

—Debiste comentármelo al privado... —comento aun agachado— ¿Vendrás tu también?

—Por supuesto, así se aprovecha a que liberen energía... —se acercó para besar su mejilla— iré a llamar a mi hermano.

Axel asintió, y vio como su esposa se alejaba de su lado, para desaparecer de la habitación.

Sintió de pronto una gran emoción en el pecho, que subía y bajaba por su estómago, era realmente agradable y lindo, a un lado, vio una foto de cuando era joven, vio a su esposa en la imagen y sonrió, al conocerla no creyó ni por qué fuera la única chica en su colegio, que ella se quedaría a su lado, viendo el resto de la imagen, noto a Mark y Jude, sus mejores amigos a su lado, siendo estos tres los pilares más importantes en su vida, una que ahora, contaba con sus gemelos, los que le daban fuerzas para seguir haciendo lo que le gusta, mientras enorgullecía a todo un país.

—Hemos vuelto equipo... —Susurro mientras sonreía.

Esto apenas iniciaba.

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y si, aun falta mucho más.

Pero no se preocupen, prometo actualizar mucho mas seguido, lo que viene es grande.

Besos